HISTORIA EN BREVE

  • Un estudio a gran escala realizado a dueños de perros en 2019 sugiere que, al igual que los humanos, las personalidades de los perros cambian a medida que envejecen
  • Uno de los hallazgos más importantes del estudio fue que la capacidad de respuesta de los perros al entrenamiento aumenta de manera constante desde que son cachorros, alcanza su punto máximo entre los seis y los ocho años y luego comienza un declive gradual durante el cual todavía es posible "enseñarle nuevos trucos a un perro viejo"
  • Otro hallazgo es que la asistencia a clases de obediencia se relaciona con rasgos de personalidad más positivos a lo largo de la vida de un perro
  • Los dueños de perros deben conocer y estar preparados no solo para los cambios físicos que vienen con el envejecimiento, sino también para los posibles cambios de comportamiento

Por la Dra. Karen Shaw Becker

Investigaciones científicas sobre la relación entre los perros y sus humanos han aumentado en interés en los últimos años. Un ejemplo es un fascinante estudio de 2019 de la Universidad Estatal de Michigan (MSU) que demuestra que las personalidades de los perros de familia cambian con el paso del tiempo y nuestras interacciones con ellos desempeñan un papel en estos cambios.
"Cuando los humanos pasan por grandes cambios en la vida, sus rasgos de personalidad pueden cambiar. Descubrimos que esto también sucede con los perros y en un grado muy alto", dijo William Chopik, profesor de psicología y autor principal del estudio, para un comunicado de prensa de la MSU.

"Esperábamos que las personalidades de los perros fueran muy estables porque no tienen los cambios de estilo de vida drásticos que tienen los humanos; sin embargo, en realidad cambian mucho. Descubrimos similitudes con sus dueños, el momento óptimo para el entrenamiento e incluso un momento en sus vidas en el que pueden volverse más agresivos con otros animales".

Investigadores encuestaron a los dueños de más de 1600 perros

El estudio, publicado en el Journal of Research in Personality, es uno de los primeros y más grandes hasta la fecha en evaluar los cambios en la personalidad de los perros. Los investigadores desarrollaron una extensa encuesta sobre la personalidad y el historial de comportamiento de los perros.

La encuesta la respondieron los dueños de más de 1600 perros de 50 razas diferentes, con edades que van desde unas pocas semanas hasta 15 años, incluyendo una cantidad similar de machos y hembras.

Las preguntas de la encuesta incorporaron cinco aspectos de la personalidad canina: miedo, agresión hacia las personas, agresión hacia los animales, actividad o excitabilidad y capacidad de respuesta al entrenamiento. Los dueños también respondieron una encuesta sobre sus propias personalidades.

Las clases de obediencia disminuyen el miedo y la ansiedad

Como era de esperar, los investigadores descubrieron que los perros más jóvenes son más activos y excitables en comparación con los perros más viejos, y la disminución en el nivel de actividad ocurre de manera gradual y constante a lo largo de la vida del can.

El rasgo de la agresividad hacia las personas y otros animales alcanza su punto máximo de los seis a ocho años, y tanto los perros más jóvenes como los más viejos exhiben niveles más bajos de ambos tipos de agresividad.

Cuando se trata de la capacidad de respuesta al entrenamiento, los investigadores encontraron que el rasgo aumenta de manera constante desde la etapa de cachorro y alcanza su punto máximo entre las edades de seis y ocho años, momento en el cual comienza una disminución gradual. Sin embargo, el declive no ocurre más rápido que el ascenso desde la etapa de cachorro hasta la mediana edad, lo que sugiere que, de hecho, es posible "enseñarle nuevos trucos a un perro viejo".

De acuerdo con los investigadores, unos rasgos de la personalidad que rara vez cambian a medida que un perro envejece, son el miedo y la ansiedad. Sin embargo, también informan que los perros que tomaron clases de obediencia tienden a ser menos temerosos en general.

"La exposición a clases de obediencia se relacionó con rasgos de personalidad más positivos a lo largo de la vida del perro", dijo Chopik. "Esto nos brinda oportunidades para examinar por qué la personalidad cambia en todos los animales".

¿Las personas positivas tienen perros más felices?

Dado que el estudio de la MSU evaluó los rasgos de personalidad de los perros que no se comparten con los humanos, las observaciones de los investigadores sobre cómo "los perros se parecen a sus dueños", en mi opinión, no son buenas. Del comunicado de prensa de la MSU:

"Los humanos extrovertidos calificaron a sus perros como más excitables y activos, mientras que los dueños con muchas emociones negativas calificaron a sus perros como más temerosos, activos y menos receptivos al entrenamiento. Los propietarios que se consideraron agradables calificaron a sus perros como menos temerosos y agresivos con las personas y animales.

Los dueños que se sintieron más felices con sus relaciones con sus perros reportaron ser más activos y excitables al igual que los perros que también respondían mejor al entrenamiento. La agresión y la ansiedad no importaron tanto para tener una relación feliz", dijo Chopik.

Como dijo para Psychology Today el autor y experto en comportamiento canino, el Dr. Stanley Coren en su blog ‘Canine Corner’, los perros y los humanos comparten al menos cuatro rasgos de personalidad (simpatía, extraversión, disposición y neuroticismo). Con suerte, los futuros investigadores observarán esos rasgos en los perros para descubrir si cambian con la edad, como lo hacen en los humanos.

El nuevo libro de Alexandra Horowitz, The Year of the Puppy, How Dogs Become Themselves, es una lectura maravillosa que resume la ciencia detrás del primer año del desarrollo mental y emocional de un perro, incluyendo los cambios de comportamiento que pueden acompañarlo.

8 maneras en que el comportamiento de tu perro puede cambiar con la edad

La mayoría de los dueños de mascotas notan que sus perros cambian físicamente a medida que envejecen, pero muchos no están preparados para los cambios de comportamiento que también pueden acompañar al envejecimiento.

Está por demás decir que cualquier cambio en el comportamiento normal de tu mascota se debe discutir con tu veterinario, porque los animales a menudo expresan problemas físicos subyacentes a través de un cambio de comportamiento. Por ejemplo, los dolores de cadera o espalda pueden provocar uno o más de los comportamientos que se enlistan a continuación.

1. Ansiedad. Los perros que son propensos a desarrollar ansiedad cuando son jóvenes y adultos (por ejemplo, los que tienen fobia al ruido o ansiedad por separación) a menudo aumentan su ansiedad a medida que envejecen.

El entrenamiento de refuerzo positivo podría ser ideal para frenar el comportamiento relacionado con la ansiedad en tu perro, y no está de más si no te centras demasiado en los resultados. Es importante notar que, así como durante años has enfrentado cierto nivel de ansiedad en tu mascota, debes esperar y planificar la intensificación de esos problemas a medida que envejece.

De nuevo, la diversión a través del tiempo de juego y el ejercicio, junto con las clases sociales, son excelentes maneras de ayudar a controlar los comportamientos basados en la ansiedad y generar confianza.

2. Hipersensibilidad, miedos y fobias. Si tu mascota mayor tiene problemas en la vista o en un oído, incluso su propia casa puede convertirse en un lugar aterrador. Las mascotas se desarrollan mejor con una rutina y regularidad, y esto es muy cierto en los perros adultos que tienen problemas incluso para recorrer el entorno familiar.

En esta etapa de vida de tu perro, es importante que seas consistente con su espacio. No cambies de lugar sus platos de comida y agua, su jaula, su cama o sus juguetes. Trata de evitar el reacomodo de los muebles de tu casa. La hora de comer y las salidas para hacer sus necesidades deben ser consistentes de un día a otro, así como el tiempo para hacer ejercicio y jugar.

Si tu perro se está volviendo más sensible a los sonidos de la casa o del vecindario, pon un poco de música de fondo o mantén encendida la televisión para opacar el ruido.

3. Agresión. Junto con un declive en la audición, la vista y el sentido del olfato por la edad, tu perro puede sobresaltarse más fácil y, en algunos perros, esto puede causar una agresión injustificada. La situación requerirá un poco de investigación de tu parte con la ayuda de tu veterinario, para comprender el problema específico, las causas o motivos de la conducta para que se pueda implementar un protocolo de tratamiento o modificación de la conducta.

Una excelente manera de ayudar a mantener las interacciones de un perro con otros humanos y animales en una manera controlada, positiva y orientada a establecer relaciones incluye inscribirse en clases de entrenamiento positivo (obediencia, trabajo de la nariz, agilidad, etc.) hasta los 8 años, cuando el comportamiento agresivo alcanza su punto máximo.

Los cambios significativos en el comportamiento también podrían requerir la ayuda de un conductista veterinario, y te exhorto a que te comuniques con uno lo antes posible si tu perro de edad avanzada presenta episodios de comportamiento agresivo sin provocación.

4. Comportamiento compulsivo. Estos son comportamientos repetitivos que tu perro podría hacer una y otra vez, sin razón aparente. Pueden incluir lamerse constantemente (por lo general en una parte específica del cuerpo, como una pata), lo que puede causar llagas. Otros comportamientos incluyen persecución repetitiva de la cola, dar vueltas, saltar, caminar de un lado a otro, "morder el aire" y mirar fijamente al espacio.

Si un chequeo completo realizado por el veterinario no muestra ninguna causa médica para su comportamiento obsesivo, podría estarlo haciendo para aliviar sensaciones de ansiedad o conflicto. Una forma de intentar romper el ciclo es detenerlo justo en cuanto comienza este tipo de conducta, al hablarle tranquilamente, acariciarlo o masajearlo.

Si el comportamiento obsesivo es potencialmente peligroso o dañino y no crees tener la capacidad de solucionarlo, habla con un veterinario holístico o con un especialista del comportamiento animal.

5. Destructividad. Por desgracia, algunos perros comienzan a destruir cosas a medida que envejecen, una situación que puede ser muy alarmante para los miembros de la familia. Es posible que pierdas una o dos pertenencias preciadas en esta etapa de la vida de tu mascota, o que regrese a sus impulsos destructivos contra sí mismo.

Algunos perros de edad avanzada desarrollan el síndrome de pica (comer objetos que no son alimentos) por primera vez. Otros parecen tener el impulso de lamer, chupar o masticar sus propias partes del cuerpo, las de otros miembros de la familia u objetos del hogar. Excavar y rascarse también puede convertirse en un problema. Muchos de estos comportamientos pueden estar basados en el aburrimiento, por lo que es muy importante mantener el enriquecimiento ambiental diario.

Una vez más, es importante hablar con el veterinario sobre cualquier tendencia destructiva que desarrolle tu perro para descartar una causa física subyacente. Mientras tanto, debes proteger tu casa y tus pertenencias, y asegurarte de que tu mascota tenga suficientes huesos crudos y masticables para roer, pero solo cuando estás cerca para poder supervisarlo.

6. Vocalizar. La vocalización excesiva es más común en los gatos mayores que en los perros, pero si descubres que tu perro vocaliza cada vez más, puede ser inquietante porque, como su guardián, deseas comprender lo que necesita de ti.

Si vocaliza demasiado podría ser una señal de desorientación provocada por el declive de sus funciones cognitivas. También podría significar que tu perro no escucha tan bien como antes, o que siente dolor.

Si tu veterinario descartó una afección médica subyacente, intenta entrenar a tu perro para que responda a una señal verbal suave como "Silencio" o "Shhh", y recompénsalo por sus esfuerzos. Sin embargo, ten en cuenta que es posible que no se dé cuenta de que hace ruido, en cuyo caso no es probable que aprenda una orden verbal para callarse. Si ese es el caso, solo deberás distraerlo cuando vocaliza al hablarle en voz baja y tranquila.

7. Hacer sus necesidades en lugar inapropiados. Si tu perro mayor parece haber olvidado dónde hacer sus necesidades, podría incluir varias causas, pero ninguna involucra la desobediencia deliberada. Lo primero que hay que hacer es llevarlo al veterinario para descartar cualquier enfermedad subyacente.

Después, habrá que investigar otras posibles causas de este hábito, como menor movilidad, necesidad más frecuente de evacuar o un menor control de su vejiga o intestino.

Los primeros pasos que se pueden tomar para resolver el problema son: sacarlo más frecuentemente para que haga sus necesidades, o implementar por primera vez (o volver a implementar) el uso de una jaula. También, es importante reconocer la diferencia entre el acto de orinar y el goteo de orina, sobre el cual tu perro no tiene ningún control, sin importar cuántas veces salga.

8. Inquietud nocturna. Algunos perros mayores desarrollan un problema para dormir toda la noche. Los problemas relacionados con la edad que pueden causar este cambio incluyen la pérdida de la visión o la audición que afecta la calidad del sueño, la necesidad de hacer sus necesidades con más frecuencia o una mayor respuesta a los ruidos que nunca antes la molestaron.

Todos los perros, incluyendo a los adultos y ancianos, necesitan hacer ejercicio todos los días y apropiado para su edad y condición. Si tu perro ya hace algo de ejercicio, intenta aumentar el tiempo de juego o paseo. Si no hace mucho ejercicio, comienza a aumentar de forma segura su nivel de actividad diaria. El objetivo es cansarlo de manera física, para que pueda dormir durante la noche.

Si tu perro necesita salir a medianoche para hacer sus necesidades, y no tiene ningún problema de salud (según tu veterinario), es posible que beba demasiada agua antes de acostarse. Intenta quitarle el tazón de agua después de la cena y asegúrate de que tenga la oportunidad de hacer sus necesidades justo antes de irse a dormir.

Permite que tu perro duerma en tu habitación. Dormir cerca de la familia podría ayudar a aliviar cualquier ansiedad que contribuya a su inquietud nocturna.