HISTORIA EN BREVE
- El cáncer es un problema común en los perros actuales, en especial en razas grandes, gigantes, mezclas de razas y razas puras
- Aunque no es posible cambiar la genética de tu perro, la buena noticia es que existen muchas cosas que puedes hacer para ayudar a tu familiar peludo a evitar el cáncer
- Mis cinco recomendaciones principales incluyen mantener a tu perro delgado y esbelto, proporcionarle una alimentación antiinflamatoria, reducir la exposición a toxinas, elegir el momento adecuado para castrarlo y evitar vacunas innecesarias
- Las sugerencias adicionales incluyen personalizar la manera de prevenir los riesgos únicos de tu perro, incluyendo protegerlo de las quemaduras solares, castrar a un perro macho con testículos no descendidos y estar atento a los signos clásicos de cáncer canino
Por la Dra. Karen Shaw Becker
El cáncer es un problema muy común en los compañeros caninos, en especial en los perros grandes y de raza pura. De hecho los boxers, beagles y golden retrievers ocupan los primeros lugares en la lista. Es obvio no puedes cambiar la composición genética de tu perro pero, existen muchas cosas que puedes hacer para minimizar el riesgo de que tu familiar peludo desarrolle cáncer.
Aunque no se puede cambiar el ADN de nuestra mascota, se puede influir en el entorno que la rodea, lo que, según las investigaciones, contribuye a la supresión o expresión de variantes genéticas. Este es el campo de la epigenética, que investiga cómo las opciones de estilo de vida y los factores ambientales afectan los genomas de nuestros animales y, a su vez, su resistencia a las enfermedades.
Cómo ayudar a tu perro a evitar el cáncer
Es bueno saber que existen recomendaciones para el cuidado de las mascotas, las cuales se enfocan en la manera correcta de prevenir enfermedades. Por ejemplo:
De acuerdo con
lo que escribió la veterinaria Dra. Lee Pickett, en una columna reciente para
el Arkansas Democrat Gazette: "Los perros con sobrepeso son más propensos a
desarrollar cáncer que los delgados. Los perros delgados también viven dos
años más que sus contrapartes con sobrepeso, y por esa razón siempre
recomiendo que las personas mantengan a su perro en un peso saludable". |
Mi recomendación número 1 es mantenerlos delgados y en forma. Los estudios demuestran que restringir la cantidad de calorías que come un animal previene y retrasa la progresión del desarrollo de tumores en todas las especies. Menos calorías hacen que las células del cuerpo bloqueen el crecimiento de tumores, mientras que demasiadas calorías pueden causar obesidad, y la obesidad se relaciona con un riesgo mayor de cáncer en los seres humanos.
Existe una relación entre el exceso de glucosa, alta sensibilidad a la insulina, inflamación y el estrés oxidativo (todos factores de la obesidad) y el cáncer. Recuerda que la grasa no pasa desapercibida dentro del cuerpo de tu mascota ya que provoca un cierto tipo de inflamación que puede promover el desarrollo de tumores.
"Aunque
no hay ninguna investigación que haya demostrado que existe a un alimento que
prevenga el cáncer, existe cierta evidencia de que los ácidos grasos omega-3
pueden ayudar a reducir el riesgo", escribe la Dra. Pickett. |
Mi recomendación número 2 es darles alimentos antiinflamatorios y de bajo índice glucémico. Cualquier cosa que desarrolle o promueva la inflamación aumenta el riesgo de desarrollar cáncer. La investigación actual (que es posible que la Dra. Pickett no conozca) sugiere que el cáncer es una enfermedad inflamatoria crónica, impulsada por el azúcar (también conocido como carbohidratos solubles). El proceso inflamatorio crea un entorno en el que proliferan las células anormales.
Las células de cáncer necesitan la glucosa de los carbohidratos para crecer y multiplicarse, y las mascotas no necesitan carbohidratos, por lo que te recomiendo que hagas la ecuación de carbohidratos con el alimento de tu mascota y mantengas el almidón (azúcar) en menos del 20 % del consumo de calorías de tu mascota y de preferencia por debajo del 10 %. La mayoría de los alimentos crudos son cetogénicos por naturaleza (altos en grasas, moderados en proteínas y bajos en carbohidratos), y son una buena opción para reducir el estrés glucémico a lo largo de la vida de tu mascota.
Ten en cuenta que todas las croquetas para mascotas (es decir, "comida rápida") contienen algún tipo de almidón muy procesado que puede ser cancerígeno. Podrían elaborarse sin granos, pero no sin almidón porque no es posible fabricar croquetas sin utilizar algún tipo de almidón.
La correlación entre el consumo de comidas rápidas y el cáncer es bien conocida en los seres humanos, por lo que te recomiendo que incluyas la mayor cantidad de alimentos frescos y sin procesar en la alimentación de toda tu familia.
Por lo general, las células de cáncer no pueden usar las grasas de la alimentación para obtener energía, por lo que el alto consumo de grasas de buena calidad es beneficioso para los perros que luchan contra el cáncer, así como reducir el consumo de carbohidratos. La mayoría de las mascotas consumen alimentos ultraprocesadas e inapropiados en términos biológicos y con mucho almidón (también conocidos como "comida rápida para mascotas"), lo que hace que la inflamación sea imposible de controlar.
Otra de las causas principales de los problemas inflamatorios es una alimentación rica en ácidos grasos omega-6 y baja en omega-3. Los ácidos grasos omega-6 promueven la inflamación, mientras que los omega-3 la combaten.
Por lo general, los alimentos para mascotas ultraprocesados contienen muchos ácidos grasos omega-6 y nada de DHA y EPA. Sin embargo, los delicados ácidos grasos omega-3 no están incluidos del todo o se dañan de manera tóxica durante el proceso a altas temperaturas. Otro problema son las grasas rancias que se han reciclado de la industria de la comida rápida para humanos y que se utilizan como potenciadores de la palatabilidad en las croquetas.
Una alimentación saludable que sea antiinflamatoria y ayude a combatir el cáncer consiste en alimentos reales, enteros y, de preferencia, sin procesar.
Debe incluir proteína de alta calidad, incluyendo vísceras y órganos, junto con grandes cantidades de grasa animal sin procesar, altos niveles de EPA y DHA (ácidos grasos omega-3) y cantidades adecuadas de vegetales frescos de bajo índice glucémico que contienen una variedad de polifenoles que combaten el cáncer, antioxidantes y moléculas bioactivas que protegen el ADN de tu mascota del estrés oxidativo. Ninguno de estos cofactores importantes se encuentra en las croquetas.
También puedes agregar algunos suplementos que mejoran el sistema inmunológico como la cúrcuma, hongos medicinales y los alimentos superverdes, ya que son muy beneficiosos, en especial si tu mascota no los come en forma de alimentos enteros o consume muchos alimentos ultraprocesados.
De acuerdo
con la Dra. Pickett, "las toxinas ambientales pueden causar cáncer
en los perros. Si fumas, hazlo al aire libre lejos de tu perro o, mejor aún,
deja de hacerlo. Los perros con hocicos largos son más susceptibles a
desarrollar cáncer nasal por el humo de segunda mano. Algunos
productos químicos para el césped aumentan el riesgo de desarrollar cáncer,
así que no los uses y mantén a tu perro alejado del césped hasta que la
aplicación se seque o penetre en el suelo. Las pinturas, solventes y el
asbesto también pueden causar cáncer, así que mantén a tu perro alejado de
ellos". |
Mi recomendación número 3 es reducir o eliminar la exposición a toxinas. Estas incluyen pesticidas químicos como preventivos contra pulgas y garrapatas, productos químicos para el césped (herbicidas, herbicidas, etc.), humo de tabaco, retardantes de llama, limpiadores domésticos y productos para aromatizar el aire como velas y complementos. Debido a que vivimos en un mundo tóxico y evitar toda exposición a químicos es casi imposible, también te recomiendo que le realices un protocolo de desintoxicación.
"Los
perros de razas grandes y castrados antes de la madurez física tienen un
riesgo mayor de desarrollar algunos tipos de cáncer. Por lo tanto, si tienes
un perro grande, habla con su veterinario sobre el momento de la cirugía de
castración", recomienda la Dra. Pickett. |
Mi recomendación número 4 es considerar el momento de la esterilización. Se puede hacer a cualquier edad (incluyendo los cachorros muy jóvenes) porque no alteran el equilibrio hormonal importante. La castración tradicional se debe retrasar hasta que los perros alcancen la madurez esquelética para reducir una gran cantidad de complicaciones debido a la extirpación de órganos reproductivos.
Mi recomendación número 5 es evitar las vacunas innecesarias. Los protocolos de vacunación se deben adaptar para minimizar el riesgo y maximizar la protección, teniendo en cuenta la raza, antecedentes, estado nutricional, estilo de vida y la vitalidad general de la mascota. Queremos que nuestras mascotas estén protegidas contra enfermedades infecciosas, pero también sabemos que las vacunas pueden causar cáncer. La prueba de títulos de anticuerpos es una forma responsable de garantizar que tu mascota tenga la inmunidad adecuada, en lugar de vacunarla en exceso cada año.
Consejos adicionales para prevenir el cáncer
"Los
terriers escoceses desarrollan carcinoma de células de transición del tracto
urinario con más frecuencia que otras razas. Sin embargo, algunas
investigaciones sugieren que alimentarlos con vegetales crucíferos podría
disminuir su riesgo", escribe la Dra. Pickett. |
Recomiendo ofrecer una variedad de frutas y vegetales frescos para perros. El estudio de Purdue al que se refiere la Dra. Pickett afirma que existe una gran cantidad de vegetales de hoja verde oscuro y de color amarillo anaranjado que las mascotas consumen solo tres veces por semana y que demostraron tener la capacidad de reducir en más del 70 % la incidencia de cáncer de vejiga en los terriers escoceses. Este estudio ejemplifica el uso de alimentos como medicina para beneficiar a los perros de manera epigenética, lo que a su vez reduce la predisposición de una raza al cáncer.
Los vegetales crucíferos son excelentes golosinas o complementos para mascotas porque contienen muchas vitaminas (en especial vitamina K, A y C), antioxidantes y también del compuesto anticancerígeno sulforafano. Los tallos de brócoli contienen grandes cantidades de sulforafano y, a menudo, se desechan, así que córtalos y agrega una pequeña cantidad a la comida de tu perro como superalimento.
Si tu perro no quiere comer brócoli fresco, intenta agregar una pizca de brotes de brócoli por cada 10 libras de peso corporal a lo que sea que coma. Esta es una excelente manera de reforzar su capacidad de eliminar los radicales libres y consumir diez veces más sulforafano que el brócoli normal. Los brotes se pueden cultivar en cualquier lugar y germinan en unos pocos días, además se pueden ocultar en alimentos o golosinas, y lo mejor de todo, es que es muy barato cultivarlos.
"Si tu
perro tiene la cara blanca o el pelo corto, puedes ayudar a prevenir el
desarrollo de cáncer de piel al aplicar un protector solar para mascotas y
ropa que bloquee la transmisión de la radiación ultravioleta", dice la
Dra. Pickett |
Identificar los puntos débiles específicos de tu perro y fortalecerlos. Los perros son seres únicos con su propio conjunto de variantes genéticas y riesgos ambientales que deben evaluarse caso por caso. Trabajar con un veterinario integral que pueda ayudar a evaluar las predisposiciones ambientales únicas de tu mascota puede ser muy beneficioso para abordar los riesgos de manera proactiva antes de que causen enfermedades.
Uno de los riesgos destacados por la Dra. Pickett fueron los animales que son propensos a sufrir las quemaduras por el sol. En estas situaciones, recomiendo un protector solar no tóxico y seguro para perros en ciertas situaciones.
Muchas personas asumen de manera errónea que solo porque tu perro tiene una capa de pelo, está protegido contra el cáncer, en especial si vives en un lugar que suele estar soleado todos los días. Los perros que no deben exponerse demasiado a los rayos del sol incluyen:
- Perros con pelaje color blanco
- Perros con pelo corto
- Perros sin pelaje (sin pelo)
- Perros con la nariz de color claro
- Perros que les encanta acostarse bajo el sol (sobre todo si se acuestan boca arriba)
Puedes protegerlo de los rayos dañinos del sol con un protector solar seguro para perros. Te recomiendo utilizar un producto que no solo ayude a proteger a tu mascota de los rayos del sol, sino que también nutra e hidrate su piel.
Busca un producto que no contenga ingredientes peligrosos como parabenos, fragancias artificiales, nanopartículas y aceite mineral. Otros dos aspectos importantes es que el producto sea de una marca libre de crueldad animal y no se considere comedogénico (es decir, que no irrite o tape sus poros).
También te recomiendo utilizar productos que solo contengan óxido de zinc para proteger de los rayos UVA y UVB. A diferencia de algunos protectores solares químicos que pueden absorber la luz ultravioleta, el óxido de zinc ayuda a reflejar y distribuir los rayos UVA y UVB. El óxido de zinc es un elemento natural en la superficie de la Tierra y es un ingrediente seguro que ayuda a prevenir la exposición excesiva a los rayos del sol.
Cuando le pongas protector solar a tu perro, asegúrate de evitar el contacto con los ojos, pero cubre bien el área alrededor de la cara y las orejas, y si le gusta acostarse boca arriba, también cubre la parte del abdomen. Si tu mascota estará al aire libre por mucho tiempo, aplícale protector solar cada dos horas.
De acuerdo
con la Dra. Picket: "Un perro macho
con un testículo no descendido se debe someter a una cirugía porque es mucho
más probable que desarrolle cáncer que aquellos con un testículo que ha
descendido normal al escroto. Una hembra sin castrar tiene un riesgo mayor de
desarrollar cáncer de mama que una hembra castrada". |
El término científico para los testículos no descendidos (retenidos) es criptorquidia. En perros con este problema recomiendo la castración, incluyendo la extracción de los testículos retenidos. Se estima que el riesgo de desarrollar cáncer testicular es al menos 10 veces mayor en perros con criptorquidia. Los tumores testiculares suelen ser malignos y tienen el potencial de diseminarse (hacer metástasis), por lo que es importante tratar la afección al momento que se diagnostica.
El enfoque quirúrgico dependerá de la ubicación del testículo no descendido. La afección ocurre con más frecuencia en las razas toy y, de acuerdo con la limitada investigación disponible en este momento, la castración de perros pequeños no parece tener los efectos nocivos que se observan en las razas a las que les retiraron sus órganos reproductivos.
No estoy convencida de que las perras intactas tengan un riesgo mayor de desarrollar cáncer de mama. Por lo general se cree que las perras castradas a una edad temprana tienen un riesgo menor de desarrollar tumores mamarios, que es el equivalente de cáncer de mama en humanos.
Sin embargo, cabe destacar que los resultados de un estudio de 2012, una revisión sistemática realizada por investigadores veterinarios en el Reino Unido no validó la teoría de que la castración temprana protege a las perras de la neoplasia mamaria.
Por desgracia, este estudio y las preguntas que plantea han recibido muy poca atención. El cáncer de mama tiene una variedad de factores ambientales y genéticos complejos que contribuyen tanto en humanos como en perros, y la eliminación de todas las hormonas sexuales no garantiza que tu perro no desarrolle cáncer de mama.
Descubre más en este artículo que habla sobre el papel de la castración y los niveles de estrógeno en perros que desarrollan tumores mamarios.
"Revisa
de manera regular todo el cuerpo de tu perro, incluso dentro de la boca, en
busca de bultos o llagas que no cicatrizan", dice la Dra.
Pickett. "Ten en cuenta cualquier pérdida de
energía o apetito, pérdida de peso involuntaria, consumo de mucha agua y
mucha micción, malestar estomacal persistente o tos, dificultad para
respirar, secreción u olor desagradable. Tu veterinario comprobará de
inmediato cualquier anomalía que encuentre, porque el diagnóstico y el
tratamiento tempranos aumentan la probabilidad de un resultado exitoso". |
Recomiendo estar atento a las siguientes advertencias de cáncer en perros. Haz una cita con tu veterinario si tu perro muestra uno o más de los siguientes 10 signos de advertencia de cáncer:
1. Inflamaciones inusuales que no desaparecen o que crecen. La mejor manera de descubrir bultos, protuberancias o inflamación en tu perro o gato es al acariciarlo.
2. Llagas que no sanan. Las llagas que no cicatrizan pueden ser una señal de infección o cáncer y es necesario que tu veterinario las evalúe.
3. Pérdida de peso. La enfermedad podría ser la razón por la que tu mascota pierde peso sin estar a dieta.
4. Pérdida del apetito. Negarse a comer es otra señal de una posible enfermedad.
5. Sangrado o secreción. El sangrado puede ocurrir por varias razones y en la mayoría de los casos indica que existe un problema. El vómito y diarrea inexplicable también se consideran secreciones anormales.
6. Olor desagradable. Un olor desagradable es una señal común de tumores en el ano, la boca o la nariz.
7. Dificultad para comer o tragar. Este es una señal muy común de los tipos de cáncer de boca o cuello (incluyendo los ganglios linfáticos).
8. Renuencia a hacer ejercicio o poca energía. Esta suele ser una de las primeras señales de que una mascota no se siente bien.
9. Cojera persistente. Pueden existir muchas causas de cojera, incluyendo el cáncer en los nervios, músculos o huesos.
10. Dificultad para respirar, orinar o defecar. Es necesario que estos síntomas los evalúe tu veterinario lo más pronto posible.
Muchos de estos síntomas también se presentan con otros trastornos y enfermedades; sin embargo, si una mascota demuestra cualquiera de estos síntomas significa que necesita atención veterinaria de inmediato. Al igual que con cualquier enfermedad, cuanto antes se diagnostique a tu perro o gato, mayores serán las posibilidades de un resultado positivo.
Fuentes y referencias
- Arkansas Democrat Gazette, August 29, 2022
- CNN, September 18, 2018
- Veterinario Med (Auckl). 2017; 8: 13–20. Published online 2017 Jan 12. doi: 10.2147/VMRR.S116556
- Raghavan, M. et al. Journal of the American Veterinary Medical Association, Volume 227: Issue 1, July 1, 2005
- Beauvais, W., Cardwell, J.M. and Brodbelt, D.C. (2012), Journal of Small Animal Practice, 53: 314-322
- Phys.org May 15, 2014