HISTORIA EN BREVE

  • Si tienes familiares peludos en tu hogar, es probable que hayas lidiado (o eventualmente lo hagas) con un ataque ocasional de diarrea
  • Puede haber muchos factores que la genere tanto en perros como en gatos, pero el más común es la indiscreción alimentaria, sobre todo en los compañeros caninos
  • La frecuencia, la urgencia y las heces blandas y acuosas son los signos más evidentes de diarrea, pero es importante saber que esforzarse para defecar (lo que puede sugerir el problema opuesto) también puede ser un síntoma de diarrea
  • Para tratar este problema en casa debes incluir el ayuno temporal seguido de una dieta blanda de pavo cocido sin grasa y 100 % de calabaza enlatada, además de suplementos beneficiosos
  • Los episodios recurrentes de diarrea, es decir, las heces blandas que duran más de 3 días o la diarrea acompañada de otros signos de enfermedad ameritan una cita con el veterinario

Por la Dra. Karen Shaw Becker

Son muy raros los padres de mascotas que no han lidiado con los episodios ocasionales de diarrea de un perro o un gato. De hecho, si eres uno de los pocos afortunados que no ha tenido el placer, ¡no presumas, porque tu turno llegará tarde o temprano!

La buena noticia es que estoy a punto de brindarte la información que necesitarás cuando ocurra lo inevitable.

Desencadenantes comunes de la diarrea en mascotas

Hay varias razones por las que los perros y los gatos desarrollan diarrea. La más común es la indiscreción alimentaria, lo que significa que tu mascota comió algo que no debería y su tracto gastrointestinal (GI) se acelera demasiado para deshacerse de eso.

A diferencia de los gatos, es más probable que los perros coman de manera indiscriminada, que es una de las razones por las que la diarrea ocurre con más frecuencia en los caninos. Los gatos suelen ser más selectivos con lo que ingieren. Por esta razón y otras, cuando se trata de trastornos digestivos, los gatos tienden a vomitar, mientras que los perros suelen tener problemas gastrointestinales y hacer heces blandas.

Si tu perro come un palo o un juguete masticable, el resultado puede ser diarrea o heces blandas intermitentes. Si tu gatito se traga una liga, aunque es posible que no cause un bloqueo GI, puede causar diarrea.

Un cambio repentino en la alimentación también puede causar heces blandas, sobre todo en mascotas que reciben la misma comida todos los días durante largos períodos de tiempo. Es una de las razones por las que recomiendo variar su alimentación. Al igual que nosotros, los animales con tractos GI sanos y resistentes pueden comer diferentes alimentos de forma regular y no tener diarrea.

Así como tu cuerpo está diseñado para comer diferentes alimentos todos los días y no tener diarrea, el de tu mascota también. Si le das a tu perro o gato la misma comida todos los días, meses, años y de repente la cambias, es muy probable que sufra un caso de diarrea. No es culpa de los diferentes alimentos, sino porque el intestino de tu mascota ha sido acondicionado para procesar solo un tipo de alimento, algo que no es ideal ni en términos nutricionales ni fisiológicos.

Diversifica la alimentación de tu mascota

El objetivo es diversificar su alimentación para que incluya una variedad de alimentos con diferentes contenidos de nutrientes, lo que en última instancia fomentará un microbioma intestinal saludable y mejorará la resiliencia del sistema digestivo. Hasta el 80 % de su sistema inmunológico reside en el tracto gastrointestinal, por lo que en cuanto más te enfoques en crear una buena salud intestinal, más saludable estará.

Si deseas alimentarla con diferentes alimentos, golosinas o refrigerios, debes hacer la transición muy despacio, ofreciéndole pequeñas cantidades del alimento nuevo a un ritmo que no le cause molestias gastrointestinales. No puedo decirte la cantidad de veces que mis clientes tiran su comida vieja y de la noche a la mañana le dan una nueva. A menudo terminan en el hospital de animales con una mascota débil con un caso de diarrea por el cambio repentino en su alimentación.

Una transición lenta significa días o semanas para la mayoría de los perros y, a menudo, semanas o meses para los gatos. Te recomiendo que comiences a darle un 10 % del alimento nuevo mezclado con un 90 % del alimento actual durante varios días. Observa sus heces y, si todo parece estar bien, aumenta la cantidad a 20 % nuevo/80 % viejo y así sucesivamente.

Sigue observando cómo reacciona y, si no tiene una reacción negativa, incrementa la cantidad del alimento nuevo y disminuye la cantidad del alimento anterior, continúa así hasta que hagas la transición completa. El proceso debe ser tan lento como para que no ocurran cambios en su intestino.

Si tienes un gato o un perro quisquilloso, a veces es mejor comenzar con una mínima cantidad de la comida nueva mezclada con la comida anterior, esto ayudará a “disfrazar” la comida nueva al grado que no la rechace.

Las golosinas también pueden causar molestias gastrointestinales, así que comienza con uno o dos bocados pequeños del tamaño de un chícharo (incluyendo frutas y verduras frescas) hasta que tengas una idea de cómo responderá su sistema.

Otros factores que pueden desencadenar la diarrea

Las sensibilidades o alergias alimentarias son otra causa común de diarrea tanto en perros como en gatos. Lo que muchos veterinarios identifican como síndrome del intestino irritable (SII) a menudo se trata de una reacción por algo en la comida o un desequilibrio del microbioma. Las sensibilidades a los ingredientes y el SII pueden causar heces sueltas intermitentes y diarrea.

La diarrea es un síntoma común de los problemas de salud como la pancreatitis (inflamación del páncreas), el crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado (SIBO) y la colitis (inflamación del colon). Las infecciones virales y bacterianas en el tracto gastrointestinal pueden causar diarrea, al igual que los parásitos como la giardia. Este parásito microscópico que puede ser difícil de diagnosticar provoca episodios intermitentes de diarrea.

Digamos que tu perro o gato desarrolla heces sueltas de la noche a la mañana. No cambiaste su dieta, no comió nada que no debería, pero hace heces sueltas durante unos días, y justo en el momento en el que crees que debes llamar al veterinario, el problema se resuelve por sí solo. Así que asumes que todo está bien, y luego, días o semanas después se vuelve a presentar otro episodio. En este momento, es hora de pedirle al veterinario que verifique la presencia de una infección por giardia.

El estrés es otra causa de heces sueltas en algunas mascotas. La diarrea por estrés ocurre cuando el peristaltismo, que es el movimiento ondulatorio del tracto GI que mueve los alimentos a través de los intestinos, aumenta debido a la ansiedad o el estrés. Los desequilibrios del microbioma son otra razón de los síntomas gastrointestinales intermitentes.

Síntomas de la diarrea

Muchos dueños de mascotas no entienden que los síntomas de diarrea en las mascotas pueden ser muy variados. La frecuencia, la urgencia y las heces blandas y acuosas son indicios típicos, pero también lo es el esfuerzo. Es fácil confundir el estreñimiento por diarrea cuando tu gato está haciendo sus necesidades en la caja de arena o cuando tu perro sale a hacer sus necesidades pero no hace nada.

Lo que parece estreñimiento en este caso es en realidad otra señal de que tu mascota tiene problemas de diarrea. La diarrea altera las contracciones rítmicas normales y las sensaciones del tracto GI, es por ello que tu perro o gatito siente la necesidad constante de evacuar, por lo que se encorva y se esfuerza.

Si tu gato tiene diarrea, es fácil saberlo: solo revisa la caja de arena. Esto es más complicado averiguar si tu perro o gato salen a hacer sus necesidades, pero si ese es el caso, tendrás que ir al lugar donde defecó para averiguar el tipo y textura de sus heces. Si encuentras evidencia de heces acuosas, es más probable que tu mascota tenga diarrea y no estreñimiento.

Otros síntomas que pueden acompañar a la diarrea incluyen letargo, pérdida de apetito, fiebre y deshidratación. Las mascotas jóvenes y sanas suelen tener un solo episodio de heces blandas o diarrea, no más. Sin embargo, si tu perro o gato tiene episodios crónicos de diarrea, correrá el riesgo de debilitarse y enfermarse.

Los cachorros y gatitos, las mascotas adultas pequeñas y las mascotas de edad avanzada corren un mayor riesgo de deshidratarse incluso aunque solo se trate de un episodio de diarrea. Si tu perro o gato parece estar bien y saludable después de un ataque de diarrea, vigílalo para ver como si siente. Pero, si notas que tiene letargo, fiebre o algún cambio en su comportamiento, llama a su veterinario de inmediato.

Si tu mascota parece estar bien, pero tiene episodios recurrentes de diarrea que no parecen resolverse, o episodios que duran más de 3 días, también es hora de hacer una cita con el veterinario.

Seguir estas sugerencias en cuanto tu cachorro empiece a hacer heces aguadas es la mejor manera de evitar los medicamentos gastrointestinales populares pero innecesarios que te receta tu veterinario que, según las investigaciones, tienen consecuencias negativas y duraderas en el microbioma.

Si las heces vienen acompañadas con sangre o si notas debilidad u otros signos de debilitamiento junto con la diarrea, es importante que lo lleves al veterinario de inmediato.

Cómo tratar en casa la diarrea de tus mascotas

Si tu perro o gato goza de buena salud y su comportamiento es normal, te recomiendo suspender la comida (nunca el agua) durante 12 horas. Un ayuno a corto plazo le da la oportunidad al tracto gastrointestinal de descansar, repararse y restaurarse. Los tejidos solo pueden sanar cuando están en reposo.

Después del ayuno alimenticio de 12 horas, debes continuar con una dieta blanda. Recomiendo carne molida de pavo cocida, sin grasa y puré de calabaza 100 % (calabaza enlatada o fresca al vapor, si está disponible). Si no tienes calabaza, puedes usar batata cocida o incluso papa blanca cocida.

Muchos veterinarios siguen recomendando una dieta blanda de carne molida y arroz, pero incluso la carne molida más magra contiene grasa que puede empeorar el malestar gastrointestinal, por eso recomiendo la carne sin grasa para dietas blandas. Puedes encontrar carne molida sin grasa o pechuga de pavo en la mayoría de los supermercados.

El arroz es un carbohidrato con mucho almidón que tiene un alto índice glucémico y puede empeorar algunos casos de SIBO. Y, si tu mascota sufre de mala digestión o malabsorción digestiva, esto se debe a que su sistema digestivo no procesa el arroz por lo que pasa rápidamente y deja a tu mascota con sensación de hambre. Esto le dice que no ha consumido muchas calorías o nutrición, o suficiente fibra soluble para ayudar a calmar un tracto GI irritado.

El puré de calabaza al 100 % proporciona alrededor de 80 calorías y 7 gramos de fibra soluble por taza, en comparación con 1.2 gramos de fibra en una taza de arroz blanco cocido. La fibra soluble (del tipo que se disuelve en agua para formar un gel viscoso) en la calabaza cubre y alivia el tracto gastrointestinal. La fibra soluble también retrasa el vaciado gástrico, lo que ralentiza los tiempos de tránsito gastrointestinal y ayuda a revertir los efectos de peristaltismo.

Cuando los animales tienen diarrea, pueden perder electrolitos importantes, incluyendo potasio, lo que los pone en riesgo de deshidratación. La hipopotasemia, o niveles bajos de potasio, puede provocar calambres, fatiga, debilidad e irregularidades en el ritmo cardíaco.

La calabaza es una excelente fuente de potasio, ya que cuenta con 505 miligramos por taza. La calabaza es más segura que el arroz para las mascotas con diabetes. Y a la mayoría de los animales les encanta, incluyendo a los gatos.

Dado que los perros y los gatos no tienen un requerimiento nutricional de granos, no es dada recomendable darles un alimento proinflamatorio como arroz cuando ya tienen malestar gastrointestinal. También está el tema de contaminación por arsénico en el arroz.

Así que mezcla el pavo cocido y la calabaza hasta lograr una mezcla 50/50, y dásela a tu mascota hasta que se resuelva la diarrea. Si no desaparece dentro de los tres días con una dieta blanda, llama al veterinario.

Suplementos beneficiosos

Recomiendo tener a la mano un poco de olmo resbaladizo y carbón activado de coco. El olmo resbaladizo es una fuente de fibra neutra que ayuda a aliviar los episodios de diarrea. Lo llamo el “Pepto-Bismol de la naturaleza” porque reduce la inflamación gastrointestinal al mismo tiempo que cubre y relaja los intestinos irritados. Dale a tu perro o gato media cucharadita o una cápsula con cada comida blanda por cada 10 libras de peso corporal.

El carbón activado de coco es muy aglutinante y ayuda a retardar las heces voluminosas y acuosas. También es recomendable agregar un probiótico de buena calidad una vez que las heces comiencen a tomar forma.

Además del olmo resbaladizo, el carbón y los probióticos, muchos dueños de mascotas tienen buenos resultados con hierbas como la menta, el hinojo o la manzanilla. Dichas hierbas son efectivas para aliviar los cólicos y otros síntomas gastrointestinales que acompañan a la diarrea. También existe un tratamiento sin receta para la diarrea, llamado Diagel, que es muy efectivo para los episodios ocasionales de indiscreción alimentaria.

Cuándo llamar al veterinario

Si la diarrea de tu mascota no se resuelve o tiene episodios constantes, es hora de hacer una cita con el veterinario. Te recomiendo que recojas un poco de las heces con un trozo de cartón rígido y las coloques en una bolsa de plástico. De lo contrario, es posible que tu veterinario tenga que extraer de forma manual una muestra, lo que le causara mucha incomodidad y sufrimiento.

Lo más probable es que el veterinario haga análisis de sangre para detectar la presencia de pancreatitis, además de evaluar las heces para determinar si hay infección o parásitos. También debe corroborar que no esté deshidratada y, de ser necesario, incluir líquidos IV (por vía intravenosa) o SQ (por vía subcutánea).

Existen varios análisis de heces que pueden detectar algunas de las causas de problemas intestinales, incluyendo un panel de diarrea, que analiza los agentes bacterianos o virales comunes. También es importante una segunda prueba para verificar si hay antígenos de parásitos y huevecillos, y si ha tenido heces blandas con regularidad, un análisis de microbioma puede ser de mucha ayuda para determinar si se trata de disbiosis (intestino permeable).

Estrategias para prevenir la diarrea

Si tu mascota es un cachorro, lo más probable es que se meta en la hierba, el mantillo, los palos, las rocas, la tierra cada vez que lo sacas. Es importante supervisar a los perros muy jóvenes. Si tienes un gato que está obsesionado con las plantas de interior, también debes supervisarlo.

Los cachorros rescatados por lo general albergan parásitos internos. Si la madre tuvo parásitos durante el embarazo, la camada también los tendrá. Se tienen que hacer análisis en las madres de camadas para buscar la presencia de parásitos antes de la reproducción, y a la camada también se le deberá realizar exámenes para detectar la presencia de parásitos antes de enviar a los cachorros a sus nuevos hogares.

No recomiendo el uso de antiparasitarios a menos que la prueba de heces determine que son necesarios. Desparasitar a los animales que no tienen parásitos puede empeorar los problemas intestinales, por lo que nunca recomiendo desparasitarlos “solo porque sí”.

El problema es que no existe tal cosa como un antiparasitario universal. Los ascárides y anquilostomiasis, tenias, coccidios y giardia requieren diferentes antiparasitarios con diferentes programas de dosificación. Una dosis de un medicamento antiparasitario no eliminará todos los parásitos, y adivinar es una mala idea, ya que puede hacer que tu mascota se sienta peor.

Te recomiendo que le preguntes a tu veterinario qué parásito específico tiene tu perro o gato antes de darle lo que podría ser un medicamento innecesario con efectos secundarios.

Si tienes plantas que son toxicas, asegúrate de que tus mascotas no puedan tocarlas. Es importante que no tengas artículos que podrían ser peligrosos para tus mascotas. Debes revisar cada habitación y asegurarte de que no haya nada que pueda causarle un problema a tu mascota. Los animales jóvenes son curiosos acerca de su entorno e investigan con la boca.

Tener un nuevo cachorro o gatito es el mejor incentivo para mantener un hogar limpio y ordenado. También es importante recoger cualquier alimento que se le caiga al suelo. Asimismo, te recomiendo que hagas un inventario de productos químicos domésticos (incluyendo los ambientadores enchufables que eliminan los compuestos orgánicos volátiles). Optar por productos de limpieza ecológicos y eliminar posibles residuos químicos dentro y alrededor de tu hogar ayudará a reducir la posibilidad de que tu mascota entre en contacto con ellos y los consuma de manera accidental.

Tener una mascota implica tener que lidiar con trastornos digestivos, pero una dieta blanda y remedios calmantes como el olmo resbaladizo y el carbón activado de coco por lo general son de gran ayuda para controlar los episodios ocasionales de diarrea, tanto en perros como en gatos.