HISTORIA EN BREVE
- Es normal que las mascotas sufran lesiones o enfermedades menores de vez en cuando y, muchas veces, los dueños de mascotas no saben que pueden encontrar las herramientas que necesitan para tratar ese tipo de problemas en la alacena de su cocina o el gabinete del baño
- Algunas herramientas que recomiendo tener a la mano para emergencias menores en mascotas incluyen: calabaza enlatada 100 % pura para problemas estomacales, peróxido de hidrógeno al 3 % para inducir el vómito, polvo astringente para lesiones en las uñas y miel para mascotas con diabetes
- Además, tener una tarjeta a la mano puede ayudar a quitar los aguijones de las abejas, y la solución salina para lentes de contacto puede servir para limpiar cortadas o raspaduras
Por la Dra. Karen Shaw Becker
Con la inflación a tope, es bueno conocer algunos consejos y trucos para tratar en casa las emergencias menores de tu mascota. Por suerte, no todos los accidentes menores que sufre tu perro en casa, patio o vecindario requieren de una visita al veterinario.
Muchas veces, cuando tu perro o gato sufre una lesión menor, la solución está dentro de la alacena de tu cocina o en el gabinete del baño.
8 soluciones caseras para tratar lesiones y enfermedades menores en mascotas
1. Problema: estreñimiento, diarrea, bolas de pelo y otros problemas digestivos menores. La mayoría de las mascotas experimenta problemas gastrointestinales (GI) que duran unos días y luego desaparecen.
Solución casera: calabaza enlatada. Siempre es buena idea tener a la mano una lata de calabaza 100 % pura (no la mezcla para pastel de calabaza) en la alacena de la cocina para tratar los malestares estomacales ocasionales. Dale una cucharadita de calabaza por cada 10 libras de peso corporal, una o dos veces al día, ya sea como alimento o premio. La calabaza es rica en fibra soluble, que puede ayudar a aliviar la diarrea y estreñimiento.
2. Problema: comer algo que no debe. Si tu mascota comió algo que no debía (por ejemplo, un anticongelante u otra toxina) es posible que debas inducir el vómito. Pero, si sospechas que tu mascota comió algún tipo de veneno, consulta a tu veterinario o llama a la línea de control de intoxicación de animales.
Solución casera: peróxido de hidrógeno. Me refiero al peróxido de hidrógeno al 3 %, que es el tipo de peróxido que se compra en cualquier farmacia. La dosis es una cucharadita por cada 4.5 kilos (10 libras) de peso corporal. Por lo general, el peróxido de hidrógeno induce el vómito en alrededor de 15 minutos. Si tu mascota no vomita en ese tiempo, puedes darle una segunda dosis, pero si pasan otros 15 minutos y sigue sin vomitar, llama a tu veterinario.
3. Problema: cortadas y raspaduras. Las mascotas pueden sufrir cortadas y rasguños menores mientras corren por el patio trasero o salen a dar un paseo.
Solución casera: solución salina para lentes de contacto. Ayuda a limpiar la suciedad y los residuos de una herida menor. También puedes utilizarla para eliminar la suciedad, la arena u otros irritantes en el ojo de tu mascota.
4. Problema: lesión en las uñas. Los perros y los gatos pueden lastimarse las uñas con cualquier cosa, que va desde cortar demasiado las uñas hasta por correr al aire libre sobre rocas afiladas.
Solución casera: polvo astringente. Si no lo tienes a la mano, para un sangrado menor puedes usar maicena o harina. Vierte un poco en un tazón pequeño y cubre la pata lesionada con el polvo para detener el sangrado.
5. Problema: miedo a las tormentas. Muchas mascotas, sobre todo los perros, tienen miedo a las tormentas eléctricas. Pero, no solo los truenos y relámpagos causan ansiedad en tu mascota, sino también la electricidad estática que se acumula en su pelaje, lo que le produce pequeños zumbidos eléctricos que pueden ponerlo nervioso.
Solución casera: una habitación con vapor. Las mascotas con fobia a las tormentas suelen sentirse más cómodas en un espacio con vapor o humedad que elimina la estática de su pelaje, así que trata de poner a tu perro (o gato) en el baño mientras corre agua caliente en la ducha.
Otra alternativa es que frotes su pelaje con una toallita para secadora que no sea tóxica, ya que produce el mismo efecto. Muchas toallitas para secadora contienen sustancias químicas que no debes usar en tu mascota, así que asegúrate de tener toallitas que sean seguras y no contengan este tipo de sustancias.
6. Problema: picadura de abeja. La mayoría de las picaduras de abejas ocurren en una pata o en la cara. Las picaduras de abeja no solo son dolorosas, sino que también podrían causar una reacción alérgica.
Solución casera: tarjeta y quercetina. No utilices pinzas para quitar el aguijón. Mejor, utiliza una tarjeta para raspar el aguijón y sacarlo junto con el saco de veneno.
Si tu mascota tiene una reacción alérgica leve por picadura de abeja, dale quercetina (la llamo el “Benadryl de la naturaleza”) o si no la tienes a la mano, puedes darle Benadryl. Las reacciones alérgicas graves requieren de una visita inmediata al veterinario o la clínica de urgencias veterinarias más cercana.
7. Problema: niveles muy bajos de azúcar en una mascota con diabetes. Si tu mascota tiene diabetes mellitus, haz todo lo que esté en tu manos para prevenir un ataque de hipoglucemia que puede causar un coma diabético.
Solución casera: miel. Si ves que los labios o el cuerpo de tu mascota comienzan a temblar, dale miel y frota un poco sus encías. Asegúrate de utilizar miel y no jarabe de maíz, ya que puede contener ingredientes transgénicos o alergénicos.
8. Problema: una mascota herida que podría morder. Si tu mascota está enferma o lesionada, es importante que tengas mucho cuidado al tocarla. Hasta la mascota más tranquila y gentil puede morder por miedo o dolor.
Solución: un bozal casero. La mayoría de los dueños de mascotas tranquilas ni siquiera tienen un bozal, así que si estás en este tipo de situación y tu perro (o incluso tu gato) puede morder por miedo o dolor, improvisa un bozal con unas medias, una corbata o cualquier tira de tela que tengas a la mano (incluso una correa puede funcionar).
Enrolla el bozal casero sobre la nariz y el hocico de tu mascota, luego cruza por debajo de la barbilla y átalo detrás de las orejas.
En la mayoría de los casos después de aplicar un remedio casero, aun cuando es una lesión o enfermedad menor, podría ser una buena idea consultar a tu veterinario para asegurarte de que tu perro o gato reciba la atención adecuada. Es probable que no necesite una cita, pero tu veterinario puede registrar la información en el historial de tu mascota para darle seguimiento en su próxima visita programada de rutina.