HISTORIA EN BREVE

  • Incluso un dolor leve puede reducir la calidad de vida de tu gato y provocar cambios en su personalidad, comportamiento y apetito
  • Nunca le des medicamentos humanos a tu gato; una sola tableta de acetaminofén (Tylenol) puede matarlo debido a que daña su hígado y los glóbulos rojos
  • Aunque prefiero las terapias sin medicamentos cuando sea posible, el dolor intenso es una situación en la que se justifican los medicamentos analgésicos recetados de manera correcta
  • Para el dolor de la osteoartritis, la principal causa de dolor en los gatos, un protocolo combinado de suplementos suele ser efectivo para controlar el dolor crónico
  • El dolor en los gatos a veces se puede controlar con terapia de láser frío, terapia de campo electromagnético pulsado (PEMF, por sus siglas en inglés), terapia de frío y calor, cuidado quiropráctico y acupuntura
  • En cuanto sospeches que su gato podría tener dolor, es importante que busques atención veterinaria integradora

Por la Dra. Karen Shaw Becker

Los gatos pueden ser criaturas estoicas y, como muchos animales, son maestros en ocultar signos de dolor. Si su gato demuestra signos evidentes de dolor, como vocalizaciones o cojera, el alivio es imprescindible. Sin embargo, muchos medicamentos no se pueden usar de manera segura en felinos, lo que hace que aliviar su dolor sea un gran desafío.

Incluso un dolor leve puede reducir la calidad de vida de tu gato y provocar cambios en su personalidad, comportamiento y apetito. Por esta razón, es importante que en cuanto sospeches que tu gato podría tener dolor, busques atención de un veterinario integrador. Además de brindar opciones para el alivio del dolor, un veterinario integrador puede ayudar a abordar la causa de la afección.

Signos de dolor en gatos

Si tu gato no actúa como él mismo, el dolor podría ser la razón, ya que el dolor a menudo se manifiesta como cambios de comportamiento en los gatitos. Por ejemplo, en un estudio del Reino Unido se investigaron signos de dolor en gatos y se encontró 25 señales consideradas como suficientes para indicar dolor. Estas incluyen:

Cojear

Postura encorvada

Dificultad para saltar

Desplazar el peso del cuerpo de una pierna a otra

Problemas en el modo de andar

Lamerse un área particular del cuerpo

Renuencia para moverse

Postura con la cabeza agachada

Reacción al contacto

Blefaroespasmo (contracción del párpado)

Tímido o sin ganas de socializar

Trastornos en la alimentación

Falta de aseo

Evasión de áreas muy iluminadas

Menor intención para jugar

Gruñidos

Menor apetito

Gimoteos

Menor actividad en general

Ojos cerrados

Menor contacto físico (frote) con las personas

Esfuerzo para orinar

Ánimo general

Movimiento de la cola

Temperamento

¿Qué causa el dolor de tu gato?

Una vez que sepas que tu gato tiene dolor, la siguiente pieza del rompecabezas es averiguar por qué. Si tu gato es mayor, la osteoartritis, la enfermedad del disco intervertebral y la espondilosis (degeneración de las articulaciones) son fuentes comunes de dolor. Otros problemas que pueden hacer que tu gato sienta dolor incluyen:

Traumatismo o alguna herida

Infecciones de los ojos, orejas, piel

Trastornos del tracto gastrointestinal

Artritis

Consumo de productos tóxicos

Enfermedades de la espalda o columna

Infecciones y enfermedades dentales/bucales

Cirugía (incluyendo cirugía dental)

Enfermedad del tracto urinario

Principales enfermedades como el cáncer.

La causa del dolor de tu gato dictará la mejor manera de tratarlo. Aunque cuando es posible, prefiero las terapias sin medicamentos, el dolor intenso es una situación en la que se justifican los medicamentos analgésicos. Sin embargo, los felinos son muy únicos, en términos fisiológicos, por lo que la prescripción de analgésicos para gatos requiere un conocimiento especial y una atención cuidadosa.

Medicamentos para el dolor en gatos

En primer lugar, nunca abras tu botiquín y le des un analgésico para humanos; algunos de estos medicamentos pueden ser mortales en pequeñas dosis. Por ejemplo, una sola tableta de acetaminofén (Tylenol) puede matar a algunos gatos, ya que daña el hígado y los glóbulos rojos.

Los AINE (medicamentos antiinflamatorios no esteroideos), incluyendo las variedades de venta libre como Advil (ibuprofeno), Aleve (naproxeno) y la aspirina, también pueden ser peligrosos para los gatos, ya que pueden dañar el hígado y los riñones, así como causar úlceras. Existen algunos AINE que se pueden usar en gatos, pero los veterinarios deben ser muy cautelosos con el tipo de AINE, la dosis y la duración de la terapia.

Los AINE que a veces se prescriben para su uso en gatos, incluyen el Onsior (robenacoxib) y el Metacam (meloxicam). Estos medicamentos están destinados a un uso a corto plazo, por lo general para el dolor posoperatorio, pero a veces también se recetan de forma no aprobabda para afecciones crónicas como la osteoartritis y el cáncer. Se ha informado de daño renal y daño hepático con el uso prolongado.

También existen ciertos opioides (analgésicos narcóticos) que se pueden recetar a los gatos y, en algunos casos, causan menos efectos secundarios en los felinos que otros tipos de analgésicos. Las opciones incluyen buprenorfina y tramadol para afecciones muy dolorosas y Duragesic (parche de fentanilo) para el alivio a corto plazo del dolor intenso, como después de una cirugía o una lesión.

A muchos veterinarios les gusta usar esteroides como la prednisona. Aunque los esteroides controlan bastante bien la inflamación, por desgracia pueden tener posibles consecuencias a largo plazo y, por lo general, no se debe usar solo para aliviar el dolor.

Opciones para controlar el dolor de la osteoartritis

La osteoartritis es la causa número 1 de dolor crónico en los gatos y se trata mejor con una combinación de terapias. Existen suplementos que puedes incorporar a la alimentación de tu gato con artritis, con el fin de proporcionarle la materia prima que necesita para reparar y mantener el cartílago, así como para retrasar la progresión de la enfermedad. Estos incluyen sulfato de glucosamina, metilsulfonilmetano (MSM) y membrana de cascarón de huevo.

En muchos casos, los gatos podrían necesitar un ciclo corto de medicamentos para aliviar el dolor de manera rápida, pero a la mayoría de las personas le preocupan los efectos secundarios a largo plazo, en especial para los gatos mayores.

La buena noticia es que, si los antiinflamatorios naturales se inician al mismo tiempo que los medicamentos, los medicamentos a menudo pueden reducirse o administrarse de forma intermitente. Los gatos a menudo pueden disfrutar de una mejor calidad de vida al utilizar un protocolo combinado de suplementos, incluyendo:

Un suplemento de omega-3 de alta calidad (aceite de kril)

Aceite de cannabidiol (CBD)

Enzimas proteolíticas

Superóxido dismutasa (SOD)

Cúrcuma o curcumina

Remedios homeopáticos

Hierbas antiinflamatorias (garra del diablo, boswellia, fórmulas de medicina tradicional China)

Complejo de ácidos grasos esterificados (EFAC)

Opciones naturales para el alivio del dolor

Es posible manejar el dolor en los gatos al ofrecer una variedad de terapias de rehabilitación, que incluyen terapia con láser frío, terapia de campo electromagnético pulsado (PEMF), terapia de frío y calor y acupuntura. Los remedios homeopáticos también pueden hacer maravillas en los gatos que padecen dolor crónico, al igual que el aceite de CBD. También puedes agregar en su alimentacion cúrcuma y grasas omega-3, así como la boswellia para ayudar a reducir la inflamación de forma natural.

Si tu gato tiene sobrepeso, perder peso reducirá la inflamación y eliminará el estrés de las articulaciones. La atención quiropráctica, el masaje terapéutico y los ejercicios de estiramiento son otras opciones a considerar. Recomiendo contratar la ayuda de un veterinario integrador para desarrollar el mejor plan de alivio del dolor para tu gato.