📝 HISTORIA EN BREVE
- Si eres como la mayoría de los dueños de perros, deseas que sea feliz y siempre buscas señales para saber si está contento
- Los perros pueden enviar señales vocales y corporales cuando están felices
- Una de las señales más comunes es cuando “menean todo su cuerpo”
- Los perros felices se rien cuando hacen ese sonido especial mientras juegan
🩺 Por la Dra. Karen Shaw Becker
Los dueños de perros pasan mucho tiempo intentando descifrar lo que tratan de decir los miembros caninos de su familia, sea a través de su lenguaje corporal y de los sonidos que hacen. Se preguntan cosas como: "¿Tendrá hambre? ¡Pero cómo es posible que tenga hambre si acaba de comer!", "¿por qué me sigue a todas partes?" y "¿por qué mueve la cola cuando gruñe?".
Los perros tienen su propio idioma y, en la naturaleza, se entienden entre sí porque sus vidas son muy similares. En la naturaleza, es fundamental que los animales de la misma especie, en particular los que viven en manadas, puedan transmitir mensajes e información entre ellos.
Los perros caseros tal vez no se entiendan entre sí porque se han adaptado a sus propias vidas, entornos y comportamiento de sus humanos. Esto significa que no solo vives con una especie diferente, sino que tu perro tiene un comportamiento diferente al de un canino salvaje debido a la domesticación y a sus experiencias de vida. ¡Con razón tienes tantas preguntas!
Sin embargo, la preocupación principal de los dueños de perros es saber si su cachorro es feliz. Lo único que queremos es que los miembros peludos de nuestra familia sean felices. A continuación, descubre 10 señales para saber si tu perro es feliz.
10 señales de que tu perro está feliz
- Tiene los ojos y párpados relajados, parpadea mucho, su mirada es tierna y su frente está lisa. Sus orejas también están relajadas, no están paradas (a menos que la fisiología normal de su raza dictamine que las tenga paradas). Su boca está entreabierta y muestra algunos dientes, su lengua podría estar colgando e incluso parecería que está sonriendo.
- Se muestra relajado, en lugar de parecer nervioso o tenso. Levanta su cola y la sacude con tanto entusiasmo que todo su cuerpo se mueve. O, en su defecto, mantiene su cola en una posición más natural, y la mueve de manera más suave y lenta.
- No muestra conductas destructivas, incluso cuando está solo en casa. Los perros que reciben mucha estimulación física y mental por lo general están felices. Los perros que están aburridos, que no hacen ejercicio y que reciben poca estimulación son más propensos a volverse destructivos, al igual que los que sufren de ansiedad.
- ¡Le encanta jugar! Los perros felices siempre quieren jugar, pasear o subirse al automóvil. Si tu mascota no muestra interés en jugar o ejercitarse, que son actividades naturales de su especie, podría tener alguna molestia o enfermedad, y lo mejor es llevarlo al veterinario.
- Si le recuesta boca arriba, saca la lengua. Los perros felices suelen mostrar sus barrigas y lenguas mientras se frotan sobre su espalda. Este tipo de comportamiento es diferente a rodar sobre su espalda de manera sumisa, en donde su boca se mantiene cerrada y su cuerpo tenso.
- Tiene buen apetito, lo que significa que se siente bien y está feliz. Un cambio importante en su apetito podría indicar una afección subyacente.
- ¡Ladra feliz! Algunos perros ladran muy poco, pero los que lo hacen con frecuencia suelen ladrar de forma más aguda cuando están contentos.
- Se inclina de manera juguetona. Muchos perros hacen movimientos raros cuando quieren jugar con su humano o amigo favorito.
- Se recuesta sobre ti. Si tu perro está feliz se recostará sobre tu mano cuando lo acaricies, y tratará de tener contacto con tu cuerpo todo el tiempo.
- ¡Se emociona al verte! Los perros felices siempre se emocionan cuando llega su humano, incluso si solo ha pasado un minuto.
¿Los perros felices pueden reírse?
Si eres el padre de un perro feliz, de seguro te has preguntado si puede reirse. Por increíble que parezca, este es un tema que ha sido estudiado. El investigador Konrad Lorenz habló por primera vez sobre la risa de los perros en su libro Man Meets Dog publicado en 1949. Konrad mencionó que cuando un perro relaja las comisuras de los labios y comienza a jadear con rapidez, es más o menos el equivalente a la risa de un humano.
La investigadora Patricia Simonet realizó otro estudio en 2000 en el cual registró los sonidos que hacen los perros cuando juegan, en particular una "exhalación forzada por la boca". En su opinión, esta es su forma de reírse. Al parecer, los perros hacen ese sonido incluso cuando el juego no es tan intenso como para jadear.
Después, Simonet realizó un análisis para comparar la "exhalación forzada" con el jadeo normal, y encontró que la risa del perro tiene un tono diferente al del jadeo común.
Después de un par de años, Simonet llevó sus grabaciones a un refugio de animales cerca de su casa para comprobar si el sonido de la risa de otros perros podría disminuir el estrés y la depresión de los perros que vivían ahí. Dogster informó lo siguiente:
"Simonet descubrió que cuando 120 perros del refugio escucharon los sonidos de la 'risa de perro' durante seis semanas, incluso los que se encontraban en aislamiento, dejaban lo que estaban haciendo. La mayoría de los perros dejaron de hacer ruido.
Muchos perros voltearon a ver de dónde provenía el sonido, otros ‘sonreían’ y otros comenzaron a mostrar comportamientos de juego. Los perros más jóvenes comenzaron a hacer esas ‘exhalaciones cortas’ o risa de perros.
Con base en estos resultados, Simonet sugirió que la exposición frecuente a estos sonidos podría ayudar a los perros de los refugios a disminuir las conductas de estrés y, por ende, el tiempo que pasan en los refugios".