📝 HISTORIA EN BREVE

• Las sardinas son pequeños peces de agua salada que los humanos comen desde hace siglos y que tu mascota también puede comer
• Investigaciones han demostrado que el pescado de agua salada contiene grasas omega-3 EPA y DHA que pueden ayudar a mejorar la salud de tu mascota de varias maneras
• En varias partes del mundo se encuentran sardinas frescas y congeladas. A la hora de comprar sardinas enlatadas, busca las envasadas en agua

Al ser pequeños peces de agua salada que prosperan en diferentes océanos del mundo, las sardinas son un elemento fijo en la dieta humana. Se disfrutan de diferentes maneras: desde recetas sencillas hasta platos extravagantes, estos pequeños pescados grasos pueden ofrecer algo para todos. Y ese “todos” puede incluir a tu amigo de cuatro patas de casa.

Si tienes curiosidad sobre si le puedas dar sardinas a tu mascota, ten la seguridad de que son uno de los alimentos más saludables que le puedes dar. Contienen grasas omega-3 DHA y EPA, que pueden beneficiar la salud de tu mascota de varias maneras. Sin embargo, hay algunas cosas que debes saber antes de dárselas.

El omega-3 es su mejor contenido

Uno de los principales compuestos bioactivos de las sardinas son los ácidos grasos omega-3, incluidos los EPA y DHA. De hecho, las sardinas se consideran una de las principales fuentes de omega-3 de origen marino, junto con otros pescados como las anchoas, el salmón, la caballa, la trucha y el arenque. Los beneficios de los omega-3 para la salud animal también se estudian desde hace bastante tiempo. Aumentar el consumo de grasas omega-3 de tu mascota puede afectar positivamente su salud en ciertas áreas como, por ejemplo:

• Controlar la osteoartritis — Se ha demostrado que un mayor consumo de omega-3 ayuda a controlar la inflamación, sobre todo cuando se trata de perros con osteoartritis. Un estudio señaló que los perros de prueba que consumieron omega-3 tuvieron una mejora significativa en la discapacidad locomotora y el desempeño de las actividades diarias.
• Mejorar la salud de la piel — Según un estudio de 1994, los ácidos grasos omega-3 pueden ayudar a mejorar la piel de los perros. Los investigadores administraron a 16 perros ácidos grasos omega-3 que incluían altos niveles de EPA. Los resultados mostraron que los perros experimentaron una mejora en la picazón, el autotraumatismo, el carácter del pelaje y la pérdida de pelo en comparación con la administración de ALA (ácido alfalinoleico) por sí solo.
• Mejorar la función cardíaca — Investigadores descubrieron que aumentar el consumo de omega-3 puede ayudar a reducir la producción de citoquinas inflamatorias, así como también ayudar a reducir la pérdida muscular en perros diagnosticados con miocardiopatía dilatada.
• Ayudar a mejorar el crecimiento de los cachorros recién nacidos — Si has estado criando cachorros recién nacidos o tienes pensado hacerlo, sería una buena idea darles omega-3. Un estudio de 2012 señaló que, en 48 cachorros Beagle sanos, recién destetados y de 8 semanas de edad, este ácido graso proporcionó una amplia gama de beneficios para la función cognitiva, la salud de la memoria, psicomotora, inmunológica y retiniana.

Otros nutrientes en las sardinas

Además de los ácidos grasos omega-3, las sardinas contienen algunas cantidades de selenio y vitaminas B12 y D. La vitamina B12, también conocida como cobalamina, actúa como cofactor de muchos procesos enzimáticos tanto en humanos como en animales, como la función gastrointestinal, la síntesis de ácidos nucleicos y el metabolismo de los aminoácidos. Además, los animales no pueden sintetizar su propia vitamina B12, por lo que es un complemento necesario en la alimentación de tu mascota de vez en cuando.

Mientras tanto, los perros y gatos necesitan un consumo suficiente de vitamina D a través de su alimentación porque no pueden producir la suya mediante la exposición al sol. Se ha demostrado que la vitamina D desempeña un papel en el metabolismo óseo. En el caso del selenio, se ha descubierto que desempeña una función antioxidante en los perros, además de favorecer el correcto metabolismo tiroideo y la salud reproductiva. Las sardinas proporcionan una excelente fuente de vitamina D biodisponible.

Cómo darle sardinas a tu mascota

La mejor manera de darle sardinas a tu mascota es directamente de la lata, aunque el pescado también se puede deshidratar para ayudar a aumentar la vida útil y conservar todos sus nutrientes saludables. Una vez más, recuerda que al igual que otras golosinas, las sardinas solo deben representar menos del 10 % del consumo de calorías diario. Una cantidad más elevada que esa podría ser demasiado, lo que podría causar problemas de salud en el futuro. La mayor parte de su nutrición aún debe provenir de una dieta a base de alimentos enteros y apropiada para su especie.

Ahora que ya conoces las recomendaciones importantes sobre cómo darle golosinas, puedes incluir las sardinas con esta receta fácil de preparar.

Sardinas deshidratadas

Nota: Las sardinas secas pueden permanecer frescas en el refrigerador hasta por una semana. Cuando se almacenan en el congelador, pueden durar hasta tres meses.

Elije fuentes de sardinas sostenibles y saludables

Por lo regular no recomiendo el pescado como alimento o premio para perros y gatos debido al problema de los restos contaminados de la cadena alimentaria humana (que contienen altos niveles de dioxinas y PCB) que terminan en los alimentos para mascotas.

¿Cómo se contamina el pescado? Según el Fondo de Defensa Ambiental, hay varias formas en que se acumulan las toxinas en los peces. El proceso comienza cuando los desechos industriales y agrícolas terminan en los océanos. Las precipitaciones también pueden arrastrar sustancias químicas hacia arroyos y ríos que eventualmente terminan en grandes masas de agua.

A partir de ahí, los químicos terminan en los alimentos que comen los peces, así como en su entorno. Por ejemplo, las bacterias que entran en contacto con el mercurio se transforman en metilmercurio, que luego acaba en los peces. El mercurio también puede acumularse en los peces cuando pasa por sus branquias. Los PCB, que se encuentran en los sedimentos, acaban en las capas de grasa del pescado.

Las especies de peces depredadoras más grandes tienden a tener más tiempo para “bioacumular” mercurio debido a su volumen y edad. Aparte de estos factores, otro factor que contribuye a la bioacumulación de mercurio es el pescado infectado con mercurio que consumen.

Ahora que sabes cómo se acumulan las toxinas en los peces, esto es lo que necesitas saber sobre cómo darle peces a tu mascota. Los gatos no deben consumir una cantidad excesiva de mariscos porque las proteínas de origen marino son las fuentes más ricas en yodo, un mineral que los gatos necesitan muy poco porque son propensos al hipertiroidismo (que se ve exacerbado por el yodo en la dieta).

Sin embargo, los perros propensos al hipotiroidismo pueden beneficiarse enormemente de los alimentos enteros que contienen yodo biodisponible, incluyendo sardinas. Darles a perros y gatos sin hipertiroidismo sardinas como premio o complemento de comida de forma regular es una excelente manera de proporcionar una rica fuente de vitamina D, DHA y EPA en forma de alimento entero.

No recomiendo alimentar a perros o gatos con una dieta base de proteína de pescado, a menos que elijas pescado específico sin toxinas y le prepares una alimentación casera y nutricionalmente completa. Más importante aún, la contaminación por mercurio en los grandes peces del océano es un problema real y grave, sin mencionar el ambiente tóxico en el que crecen estos peces. Dicho esto, las sardinas son una buena opción debido a su corta vida, ya que no viven lo suficiente como para acumular niveles notables de toxinas.

Durante algunos años después del accidente nuclear de Fukushima en Japón, todo el pescado capturado en esa zona de la bahía (incluidas las sardinas) tenía niveles nocivos debido a la contaminación por radiación. Afortunadamente las sardinas de esa región ahora han demostrado tener niveles muy bajos; además, hay muchos tipos de sardinas de donde elegir y cuya carga de contaminación es mínima.

Cuando se trata de elegir sardinas, Steve Brown, un renombrado experto en dietas de alimentos frescos para mascotas, solo recomienda darles sardinas frescas (que se encuentran localmente o en la sección de congeladores de algunos supermercados en algunas partes del mundo) o sardinas enlatadas en agua o aceite de oliva (a la espera de que no haya problemas para digerir las grasas saludables). Asegúrate de leer bien la etiqueta, ya que las sardinas enlatadas pueden contener otros aceites, como el de soya.

Recuerda que no debes depender únicamente de las sardinas para una nutrición adecuada

Si bien las sardinas contienen una variedad de nutrientes, sobre todo grasas omega-3, no debes depender de este pescado únicamente para una nutrición adecuada. Todavía te recomiendo que le des a tu mascota una dieta nutricionalmente completa y apropiada para su especie, utilizando ingredientes crudos o poco cocidos. Puedes darle sardinas (una pieza por cada 9 kilos o 20 libras de peso corporal) como un bocadillo sabroso y nutritivo o también se las puedes agregar a su comida.