📝 HISTORIA EN BREVE
- Los perros no practican la coprofagia (comer heces) porque les guste el sabor
- Muchos perros comen heces para tratar de corregir algún problema digestivo o desequilibrio en su microbioma
- Los perros que llevan una alimentación a base de croquetas que no son aptas para su especie son los que más experimentan este tipo de comportamiento extraño
- En ocasiones, la coprofagia tiene una causa conductual, sobre todo entre los perros de criaderos y perreras
- Si tu perro come heces, una de las formas más efectivas de frenar este comportamiento es limpiar tan pronto como hace sus necesidades y supervisarlo en situaciones en las que pueda encontrarse con las heces de otras mascotas o animales salvajes
🩺 Por la Dra. Karen Shaw Becker
Si encuentras a tu mejor amigo peludo en medio de este extraño comportamiento, ¡tranquilo no es el fin del mundo! Jacob Brogan dijo para Smithsonian.com:
"Muchas veces, cuando los animales tienen este comportamiento, no lo hacen por molestar, ni por gusto, más bien es su forma de pedirnos ayuda".1
De hecho, el nombre científico de "este comportamiento" es coprofagia y es más común en perros que en gatos.
Más allá del momento desagradable, cuando un dueño cacha a su perro en medio de este comportamiento, lo primero que piensa es que tiene algún problema. Pero, como dijo Brogan, no siempre es el caso.
"Incluso cuando la coprofagia es señal de que algo anda mal, los perros lo hacen en un esfuerzo de corregir el problema subyacente", agregó Brogan.
Muchos perros comen heces debido a algún problema digestivo
Muchos perros empiezan a comer heces porque su cuerpo les manda la señal de que deben corregir una insuficiencia o desequilibrio en el proceso digestivo. Es posible que el páncreas no esté produciendo suficiente insulina ni otras enzimas, o quizás hay un desequilibrio en el microbioma.
De hecho, Brogan me entrevistó para el artículo que publicó en Smithsonian y, como mencioné, los perros no comen heces porque les guste su sabor, sino que se guían por las señales de su cuerpo que les indican que hay algo en esas heces que no están obteniendo de su alimentación.
He notado que la coprofagia es más común en perros que comen croquetas, que es un tipo de alimento que no es apto para su especie y que puede causar una deficiencia crónica de enzimas digestivas. Las heces de otros animales son una buena fuente de enzimas digestivas, y por esa razón los perros que sufren de alguna deficiencia consumen heces para tratar de corregirla.
Las heces de conejo contienen enzimas y vitaminas B, y por esa razón, algunos perros tratarán de comerlas siempre que se les presente la oportunidad.
La mayoría de los perros que presentan este comportamiento solo comen heces frescas (de menos de dos días), ya que además de las enzimas digestivas, también contienen niveles elevados de microbios que ayudan a regenerar las bacterias beneficiosas en el intestino.
Los perros no son los únicos que comen heces
Si tu perro come heces de vez en cuando, déjame decirte que no es el único. Muchas especies comen heces, incluyendo los ratones y el carpincho, que es el roedor más grande del mundo.
Y como le dije a Brogan, los cuy o cobayas también lo hacen y son otro ejemplo de animales domésticos que lo hacen para reforzar su salud, y no a causa de una enfermedad.
Si tienes un coy o cobaya y no has notado este comportamiento, tal vez se deba a que son muy rápidos y astutos. ¡Se cree que pueden "reciclar" hasta 50 veces sus propias heces en una hora!
Causas conductuales de la coprofagia en perros
Algunos perros, sobre todo los que viven en perreras, podrían experimentar este comportamiento por estrés o ansiedad. Las investigaciones también sugieren que los perros que reciben castigos por hacer sus necesidades en donde no deben, pueden confundirse y pensar que es algo malo, por lo que se comen sus heces para ocultar la evidencia.
La coprofagia también es un problema muy común en perros de criaderos. Los cachorros que se destetan antes de tiempo y tienen que pelear con otros perros por comida o permanecen dentro de una jaula pequeña durante semanas, sin estimulación física o mental, tienen mayor de experimentar este comportamiento.
La coprofagia también puede ser un comportamiento aprendido. Los cachorros pueden imitar a los mayores de la casa en este comportamiento.
Algunos perros tienen mucha experiencia y son bastante selectivos con las heces. Por ejemplo, algunas solo comen heces duras, otros solo comen heces de un animal en particular, mientras que otros solo lo hacen durante ciertas épocas del año.
5 consejos para eliminar este extraño comportamiento
- Dale una dieta con equilibrio nutricional que contenga proteínas de grado humano (de preferencia sin procesar) y optimiza sus niveles de probióticos y enzimas digestivas, esto evitará que tu perro tenga que buscar fuentes menos apetitosas de enzimas en el jardín o en su caja de arena. En estos casos, los organismos homeostáticos del suelo también pueden ser de gran ayuda.
- Otra forma muy efectiva de evitar este comportamiento es limpiar tan pronto como hace sus necesidades.
- Si tienes una caja de arena y tu perro siempre va en busca de heces, una solución sería colocarla en un lugar al que no tenga acceso o comprar productos con un diseño específico para evitar esta situación.
También te recomiendo que modifiques la dieta de tu gatito y añadas enzimas digestivas y probióticos, ya que esto hace que sus heces ya no sean tan atractivas para tu perro. - También es importante estimular su cuerpo y su mente. Los perros aburridos y sedentarios tienden a desarrollar comportamientos y hábitos mucho más extraños que los perros que reciben estimulación mental y hacen ejercicio.
- De hecho, venden productos específicos para la coprofagia. Busca productos seguros que no contengan glutamato monosódico (MSG).
Si ya hiciste de todo, pero el comportamiento de tu perro no mejora o empeora, consulta a tu veterinario para descartar un problema de salud subyacente.
Como dato curioso, la terapia restauradora del microbioma puede ser muy útil para los dueños que ya están desesperados.
5 datos importantes sobre este comportamiento
Los investigadores de la Universidad de California (UC) Davis hicieron una encuesta en Internet sobre este tema,2 en la que participaron unos 1500 dueños de mascotas. Los resultados demuestran que:
- El 16 % de los perros experimentan este comportamiento con frecuencia y el 85 % come heces de otros perros.
- Los machos sin castrar tienen menores probabilidades de recurrir a las heces, que los perros (cualquier sexo) castrados.
- Además, la mayoría de los perros que comen heces suelen vivir con otros perros.
- El 40 % de los border collie y sheltie comen heces, pero no se dijo nada sobre los poodle
- Los perros se comen el 90 % de las heces en dos días
Los investigadores también descubrieron que los aditivos alimentarios para evitar este comportamiento tienen una efectividad del 0 % al 2 %, y que los castigos tampoco sirven de mucho. Otras estrategias poco efectivas para combatir este comportamiento incluyeron los collares electrónicos y el refuerzo a base de premios, como el entrenamiento con clicker. El equipo de UC Davis concluyó que la mejor solución es limpiar las heces lo antes posible, y vigilar bien a tu mascota.