📝 HISTORIA EN BREVE
- La hidroterapia, también conocida como terapia acuática, puede aportar enormes beneficios curativos, analgésicos y emocionales a los perros
- Los perros con lesiones o en fase postoperatoria son candidatos perfectos para la terapia acuática
- Los perros de edad avanzada, en especial los que padecen artritis y problemas de movilidad, pueden aliviar el dolor y recuperar la confianza en sí mismos con ayuda de la hidroterapia
- Otras enfermedades caninas que pueden mejorar con la terapia de movimiento acuático son las anomalías de la forma de andar y las lesiones de la médula espinal
🩺 Por la Dra. Karen Shaw Becker
La hidroterapia, también llamada terapia acuática, es una de mis terapias de rehabilitación favoritas para mascotas, porque moverse en el agua puede otorgar innumerables beneficios. Puede ayudar a sanar las heridas, aliviar el dolor y también brindarles beneficios emocionales a las mascotas.
La finalidad de cualquier tipo de fisioterapia es ayudar al paciente, ya sea humano o canino, a recuperar la capacidad funcional, optimizar el movimiento de todas las partes del cuerpo y mejorar la calidad de vida.
La hidroterapia es perfecta para el tratamiento postoperatorio en perros
Si tienes un perro al que se le hizo una cirugía, el papel de la rehabilitación y, en especial, de la terapia acuática puede resultar invaluable. Los músculos de los perros empiezan a atrofiarse dentro de uno o dos días después de haber sufrido una lesión o cirugía. Si la rehabilitación no se inicia de inmediato, el área de la herida o lesión mostrará mayor hinchazón debido a la falta de movimiento. También puede haber pérdida de control muscular, menor estabilidad articular y mayor rigidez de los tendones y músculos.
A menudo no es posible realizar las actividades normales de carga de peso que podrían detener y revertir estas afecciones, hasta semanas después de la cirugía. Sin embgargo, la mayoría de los perros pueden comenzar a tomar terapia física pasiva unos días después de su cirugía, así como terapia acuática tan pronto como se les retiren las suturas.
Por lo general, la hidroterapia involucra una caminadora o nadar bajo el agua. Las caminadoras acuáticas son una excelente manera de aprovechar las actividades funcionales y naturales de tu perro, como caminar, trotar y correr.
La caminadora aprovecha sus patrones naturales de marcha, lo que ayuda a mejorar su rango de movimiento luego de una lesión o cirugía. Al mismo tiempo, las inmersiones acuáticas pueden generar una ligera resistencia, lo que ayuda a desarrollar y mantener la fuerza muscular. La flotabilidad del agua elimina la presión de las articulaciones lesionadas o adoloridas. La terapia acuática también puede mejorar la salud cardiovascular, fuerza muscular y el rango de movimiento de tu mascota. En la natación, los movimientos naturales de los perros ayudan a mejorar la movilidad.
Todos los sistemas de órganos de tu mascota se relajan y estimulan durante la inmersión acuática. Es posible calmar afecciones cutáneas y aliviar el dolor y espasmos musculares, se logra reducir el estrés y estimular las funciones metabólicas y hormonales. Esta terapia también puede beneficiar al sistema linfático, disminuir la inflamación y apoyar el proceso digestivo del cuerpo.
Enfermedades caninas que se benefician de la terapia de movimiento bajo el agua
La hidroterapia no es solo para perros postoperatorios. También puede ser muy beneficioso para una amplia gama de enfermedades incapacitantes que se ven a menudo en los perros de trabajo y de rendimiento, perros de agilidad y mascotas de la familia. Por ejemplo:
- Anomalías de la marcha
- Lesiones de los tejidos blandos
- Dolor
- Lesiones de la médula espinal
- Artritis
- Lesiones por uso excesivo
- Lesiones articulares
- Inflamación o hinchazón
- Enfermedades geriátricas, incluida la mielopatía degenerativa
Los especialistas en rehabilitación canina trabajan con los veterinarios para personalizar programas que se ajusten a cada perro. Un proceso de rehabilitación que incluya terapia acuática puede ser de dos visitas o hasta de tres visitas a la semana durante tres meses o más.
Las sesiones suelen ser de una hora de duración (incluido el tiempo en el agua, estiramientos, masajes y evaluación), y su progreso se registra cuidadosamente en cada visita. A la mayoría de los perros se les pide que realicen ciertos ejercicios y que alcancen otros objetivos antes de cada visita.
Hidroterapia para perros de edad avanzada
Si tu perro está envejeciendo, es probable que se haya vuelto un poco más lento y quizás pierda algo de movilidad. Esto podría representar una etapa de gran angustia para los perros, al igual que para los seres humanos. La hidroterapia lo ayuda a aliviar el dolor en las articulaciones y a recuperar la confianza.
El movimiento en el agua también es un gran ejercicio para los perros de edad avanzada que tengan dificultades para caminar o correr. Las sesiones regulares de natación pueden ayudar a los perros con sobrepeso a quemar calorías y adelgazar sin desgastar más las articulaciones a medida que envejecen.
Los perros con artritis, mielopatía degenerativa, debilidad de las extremidades traseras o displasia de cadera suelen ser excelentes candidatos para la terapia acuática.
Consejos para perros que no quieren entrar en contacto con el agua
La buena noticia es que la mayoría de los perros pueden aprender a disfrutar de la terapia acuática con la motivación adecuada, que comienza con un rehabilitador canino certificado o un terapeuta acuático que tenga experiencia en ayudar a los perros temerosos a entrar al agua.
Las sesiones de natación con tu perro deben incorporar un adiestramiento conductual con refuerzo positivo (que incluya muchos elogios y golosinas), y algún rato de juego después para ayudarle a relacionar cosas divertidas y positivas con su tiempo en el agua.
En muchos casos, la terapia acuática puede llevarse a cabo en casa, después de unas cuantas sesiones satisfactorias con un médico o técnico de rehabilitación autorizado para que los dueños sepan con exactitud qué hacer.
Si tienes un perro de raza mediana o grande al que le gusta el agua, tendrás una gran ventaja si cuentas con acceso a una piscina "apta para perros" (en la mayoría de los casos, será la de tu patio trasero).
Cuando tu perro entre a la piscina, anímalo a moverse con ayuda de golosinas, una pelota o su juguete favorito. Nunca lo dejes solo en el agua y asegúrate de que no esté sumergido por completo. Para aumentar la resistencia a medida que progresa su recuperación o resistencia, baja el nivel del agua de la piscina o anímale a caminar hacia delante y hacia atrás en la parte menos profunda o en un escalón o banco de la piscina.
Si tienes un perro de raza pequeña, es posible que puedas utilizar tu bañera como piscina de hidroterapia. Coloca una toalla en el fondo de la bañera para que tu perro tenga un apoyo seguro, llénala hasta un nivel de agua adecuado y anímale a caminar de un lado a otro en el agua. Otra opción es utilizar una "piscina para niños", dependiendo del tamaño del perro.
El profesional de rehabilitación te indicará los ejercicios acuáticos exactos y el protocolo de tratamiento que tu perro necesita para beneficiarse de esta forma de terapia, que es suave pero muy poderosa.
La historia de Chuck
Chuck era un pastor australiano sénior que, un día de junio de hace unos años, de repente no podía levantarse ni andar, pero no parecía sufrir ningún dolor. El veterinario de Chuck le diagnosticó una embolia fibrocartilaginosa o FCE. El equipo de atención médica de Chuck elaboró un plan de tratamiento para él que incluía hidroterapia.
Durante su primera sesión con el rehabilitador certificado, los déficits neurológicos más importantes de Chuck se encontraban en la pata delantera izquierda. Debido a su esguince, no podía regresar su pata a una posición normal. Para asombro de todos, la primera sesión de hidroterapia de Chuck mejoró tanto su movilidad que pudo entrar en el centro para su segunda sesión.
También pudo pisar bien sobre su pata esguinzada durante su segunda sesión en la caminadora acuática, aunque todavía no podía hacerlo fuera del tanque de agua. Chuck completó un total de ocho sesiones de terapia en la caminadora acuática y siguió haciendo impresionantes progresos en su fuerza, reflejos y resistencia con cada visita.
🔍 Fuentes y referencias
Pet360