📝 HISTORIA EN BREVE

• El huevo, aunque parezca sencillo, contiene diversos compuestos bioactivos, como fosfolípidos y antioxidantes que pueden mejorar la vista y la respuesta del sistema inmunológico
• También contiene los 10 aminoácidos esenciales que necesita tu mascota; estos son necesarios para diversas funciones, tales como la regulación metabólica, la expresión génica y la señalización celular
• Este superalimento también contiene colina, la cual es un nutriente que ayuda a reducir el riesgo de "demencia canina"
• Lo mejor es comprar huevos de gallinas criollas o camperas, ya que provienen de un entorno sostenible que se adecúa al hábitat natural de las aves y protege la salud del agricultor

El huevo es un ingrediente culinario esencial en todo el mundo. Se utiliza en numerosas recetas de diversos tipos de cocina, aunque a veces se disfruta mucho más sin acompañar. También es reconocido por sus beneficios nutritivos, como ser una fuente importante de proteínas.

Tu mascota también puede disfrutar de los huevos de gallinas camperas, incluso sin pasteurizar, y esto puede beneficiar su salud. De hecho, los considero el refrigerio ideal para la longevidad, ya que tienen un bajo contenido de calorías y, a su vez, son ricos en nutrientes biodisponibles, como los aminoácidos y las grasas saludables. No importa si es de gallina, codorniz o pato, el huevo aporta grandes beneficios.

Compuestos bioactivos del huevo: los fosfolípidos

Uno de los principales compuestos bioactivos del huevo son los fosfolípidos, los cuales son lípidos que se encuentran en todas las membranas celulares de las plantas y los animales. Su función es definir la barrera de permeabilidad de la membrana celular y los organelos internos de esa célula en particular. Además, son esenciales para que otras moléculas puedan entrar a la célula.

Se han publicado numerosos estudios sobre los fosfolípidos y sus resultados han sido positivos. En un informe de investigación que se publicó en 2009, los autores del estudio descubrieron que los fosfolípidos tenían un efecto antiinflamatorio en las ratas, en específico, en las que padecían artritis. En otro ejemplo, la calidad antiinflamatoria de estos nutrientes demostró tener un efecto positivo sobre la pleuresía en ratas.

Los fosfolípidos también tienen el potencial de beneficiar el desarrollo del cerebro. En un estudio que se publicó en 2003, los investigadores le dieron a las ratas una alimentación rica en fosfolípidos del huevo. Al final del estudio, notaron que estos nutrientes contribuyeron a una mejor liberación de acetilcolina y ayudaron a corregir la composición de ácidos grasos poliinsaturados (PUFA, por sus siglas en inglés). Los PUFA desempeñan un rol importante en las funciones del cerebro, tales como la regulación de la supervivencia de las células, la neurogénesis, la sinapsis y la neuroinflamación.

El huevo es una excelente fuente de luteína y zeaxantina

Ya he escrito sobre los beneficios de la luteína y la zeaxantina, pero creo que vale la pena mencionarlos aquí, ya que los huevos de gallinas camperas también son fuente de estos nutrientes esenciales. Además de ser compuestos bioactivos, la luteína y la zeaxantina tienen propiedades antioxidantes que benefician la salud ocular. La mayor parte de estos dos compuestos se concentra en la retina y se sostiene la idea de que brindan protección contra los efectos oxidativos de la luz azul y reducen la aberración cromática.

De acuerdo con diversos estudios, es posible observar los mismos beneficios en animales. Un análisis señaló que consumir luteína y zeaxantina puede ser de gran ayuda para los perros que sufren problemas relacionados con la vista, como la degeneración macular asociada con la edad, la formación de cataratas y la uveítis. Hay otro estudio que respalda esta conclusión.

Lo interesante de la luteína es que podría desempeñar un rol importante en la respuesta inmunológica de los perros. De acuerdo con un estudio publicado en el año 2000, en Veterinary Immunology and Immunopatology, las perritas beagle que consumieron suplementos de luteína cada día durante 12 semanas tuvieron una mayor respuesta de linfocitos y de inmunoglobulina G. Los investigadores concluyeron que, "consumir alimentos con luteína estimuló las respuestas inmunológicas, tanto humorales como mediadas por células, en los caninos domesticados".

El huevo también es rico en colina

Otro compuesto bioactivo del huevo que vale la pena destacar es la colina, la cual se relaciona con los fosfolípidos mencionados arriba. En concreto, la colina interviene en la síntesis de dos fosfolípidos principales, la fosfatidilcolina y la esfingomielina, que son los lípidos más importantes de las membranas celulares. En resumen, la colina es importante para que todas las células animales (y vegetales) puedan preservar su integridad estructural.

Se ha demostrado que la colina es fundamental para la salud general de las mascotas, al igual que la salud óptima de los fosfolípidos. En un estudio de 2019 que se publicó en Veterinary World, la colina también ejerció un rol importante en el funcionamiento del corazón, el cerebro y el hígado. Los perros de alto rendimiento, en particular los de trineo, pueden consumir colina para mantener un buen rendimiento deportivo. El consumo regular de este nutriente puede ayudar a que el riesgo de "demencia canina" sea mucho menor.

Tu mascota puede obtener aminoácidos esenciales del huevo

¿Sabías que el huevo contiene los 10 aminoácidos esenciales? Los aminoácidos son moléculas que terminan por combinarse para formar proteínas en todo el cuerpo y se conocen como los "cimientos de la vida". Por ello, los huevos son uno de los mejores bocadillos que puedes darle a tu mascota.

En un artículo que se publicó en 2014, se indica que los animales requieren aminoácidos para diversas funciones, tales como para regular la salud metabólica, la expresión génica y la señalización celular. Además, los aminoácidos, sobre todo los de cadena ramificada, son la base de la formación de tejido muscular y de la síntesis de proteínas en los animales.

La procedencia de los huevos es muy importante

Hace mucho tiempo, los perros buscaban huevos en los nidos de las aves y se los comían enteros, incluso consumían la cáscara (la membrana de la cáscara de huevo beneficia mucho la salud de las articulaciones). A pesar de eso, la mayoría de los huevos están en el extremo opuesto del espectro humano hoy en día. Por lo general, provienen de operaciones concentradas de alimentación animal (CAFO, por sus siglas en ingles), donde las condiciones de vida de las gallinas son antihigiénicas e inhumanas.

Otro problema con la producción convencional es que afecta al medioambiente: los altos niveles de amoníaco y otros contaminantes del aire de estas instalaciones pueden perjudicar la salud de las personas que viven en los alrededores. En un estudio que se publicó en 2015, los investigadores notaron que los trabajadores de granjas avícolas se expusieron a niveles elevados de amoníaco, bacterias y polvo, los cuales pueden causar problemas respiratorios como tos, sibilancias, hiperreactividad bronquial e incluso cambios en la función pulmonar.

Además del aspecto concerniente a la salud de los agricultores, también hay un aspecto ambiental que se debería abordar. De acuerdo con un informe de FoodPrint, el consumo de agua de la industria del huevo es menor que el de la producción de carne de res o pollo. No obstante, las instalaciones de producción de huevo pueden generar más estiércol del que puede absorber la tierra de los alrededores y esto puede contaminar las fuentes de agua locales.

Las aves de corral que crecen de manera libre desarrollan en un entorno propicio para su bienestar, en el que se evita administrarles hormonas para que crezcan y se les permite estar en espacios limpios e higiénicos. De hecho, el entorno desempeña un rol tan importante en la calidad de los huevos que los que provienen de gallinas camperas contienen más ácidos grasos omega-3 que los huevos que se obtienen de forma convencional.

Cómo darle huevos a tu mascota

Una de las grandes ventajas del huevo es su versatilidad culinaria. Los huevos se emplean en innumerables platillos en todo el mundo, ya sean revueltos, fritos o para unir otros ingredientes. Sin embargo, puedes darle huevos crudos a tu mascota, sea con o sin cascarón, o poco cocinados. (Recuerda: ¡No debes cocerlos más de la cuenta!)

En internet, abunda información errónea sobre muchos alimentos saludables y esto se debe a que los sitios web han etiquetado como "toxicidades" a todos los riesgos (como el de comer cantidades excesivas y sufrir problemas gastrointestinales o asfixiarse con trozos demasiado grandes o con los huesos), y esto ha logrado confundir a millones de amantes de las mascotas a pesar de no ser cierto.

En lo que respecta al huevo, los dueños de mascotas suelen preocuparse por la deficiencia de biotina. Esto se debe a que las claras de huevo contienen avidina, la cual es una proteína que se une a la biotina. Aun así, no se han conocido muchos casos de deficiencia de biotina en perros y, en realidad, no se genera por consumir cantidades excesivas de huevo.

Hervir un huevo a fuego lento es la mejor forma de cocinarlo, ya que cuando se cocina ligeramente hace que la vitamina B, la biotina, sea más fácil de digerir para su mascota. Por lo general, someter las claras de huevo a altas temperaturas brinda grandes beneficios, pero, en el caso de la yema, lo mejor es someterla a una cocción ligera para preservar los nutrientes esenciales que contiene. Esa es la razón por la que considero que hervirlos es la mejor opción. Este es el procedimiento para hervir huevos:

1. Llena una olla mediana con agua y ponla a calentar a fuego lento.
2. Sumerge los huevos en el agua con una cuchara ranurada y déjalos hervir durante siete minutos. También puedes hervirlos durante solo seis minutos si deseas que tengan una consistencia más líquida.

Si deseas que tu mascota consuma huevo en forma de premios, ten presente que deben constituir menos del 10 % de su consumo diario de calorías. Esta estrategia garantiza que tu mascota no coma más de lo que necesita. Además, su nutrición debe basarse en una alimentación saludable, adecuada en nutrientes y apropiada para su especie.