📝    HISTORIA EN BREVE

  • Un modesto estudio de la Universidad de Tokio da la alentadora noticia de que administrar dosis elevadas de DHA (un ácido graso esencial omega-3) parece reducir de manera significativa la frecuencia de los ataques en perros con epilepsia idiopática (EI)
  • Se administró DHA como tratamiento complementario durante un ensayo clínico de 6 meses y se redujo la frecuencia de las convulsiones en todos los perros en al menos un 50 % dentro de los primeros 2 a 3 meses, sin que se reportaran eventos adversos evidentes
  • En un estudio anterior se investigó el rol de diferentes dietas en el tratamiento de la EI canina y los investigadores concluyeron en ese momento que "solo las dietas enriquecidas con MCT pueden respaldarse con un buen nivel de evidencia científica en medicina veterinaria"
  • Los estudios anecdóticos demuestran que lograr el estado metabólico de cetosis nutricional por medio de una dieta cetogénica, (es decir, alta en grasas, baja en carbohidratos y con proteínas adecuadas) también controlar la epilepsia en las mascotas 
  • Por fortuna, es posible hacer algunos ajustes nutricionales y recurrir a tratamientos complementarios que pueden ser de gran ayuda, tales como una dieta cetogénica y el CBD, que también pueden tener muy buenos resultados al tratar la epilepsia en perros

🩺 Por la Dra. Karen Shaw Becker

Un equipo de investigadores de la Universidad de Tokio en Japón publicó hace poco un modesto pero alentador estudio en el Open Veterinary Journal que evalúa los efectos de administrar dosis altas de DHA (ácido docosahexaenoico, un ácido graso esencial omega-3) como tratamiento complementario para la EI o epilepsia idiopática (de causa desconocida) en perros. 1

La suplementación con DHA redujo la frecuencia de las convulsiones de manera significativa

El estudio piloto fue un ensayo clínico abierto en el que participaron 6 perros: un chihuahua, un sheltie, 2 caniches toy, un pomerania y un saluki. La mediana de edad del grupo fue de 6 años y todos sufrían de convulsiones de origen desconocido. A los perros se les diagnosticó el trastorno mediante resonancia magnética y examen del líquido cefalorraquídeo y sufrieron entre 5 y 45 convulsiones o auras (la mediana fue de 9) en el mes previo al inicio del ensayo clínico.

Durante el ensayo de 6 meses, los perros recibieron DHA procedente de productos marinos en dosis de 69 - 166 mg/kg/día, sin cambios en sus otras prescripciones. Cuatro de los 6 completaron la prueba por completo y estos fueron sus resultados:

  • Los 4 perros tuvieron una frecuencia al menos 50 % menor dentro de los 2 a 3 meses posteriores a la administración de DHA
  • En 3 de ellos, la frecuencia de las convulsiones disminuyó a 0 – 1 por mes después de 5 a 6 meses
  • No se observaron eventos adversos evidentes ni en la salud general ni en los resultados de los análisis de sangre en ninguno de los perros

Los dos perros que se retiraron del ensayo fueron el pomerania y el saluki En el caso del primero, el problema fue que la dosificación no se realizó como debía ser, pero, aunque se retiró en una etapa temprana del ensayo, su dueño sintió que la gravedad y la frecuencia de sus convulsiones habían disminuido.

El saluki se retiró del ensayo después de que se produjera un cambio en su medicación antiepiléptica, su dueño también informó que se había reducido la actividad convulsiva antes de que se retirara.

De acuerdo con los autores del estudio, no se conoce bien el mecanismo por el que el DHA reduce la frecuencia de los ataques en la epilepsia. En ratones, se cree que el DHA puede "aumentar la secreción de serotonina, promover los receptores de serotonina en las membranas postsinápticas y aumentar la actividad secretora de neuroesteroides (Patrick y Ames, 2015; Ishihara et al., 2017)".

Por otra parte, los ácidos grasos omega-3, entre ellos el DHA, son "abundantes en las células nerviosas de la corteza cerebral y se sabe que aumentan la fluidez de las membranas celulares y la plasticidad celular (Lauritzen et al., 2016)."

Los autores indican que el alcance de su estudio no permitió identificar el mecanismo de acción del DHA; sin embargo, sus hallazgos sugieren que tiene un efecto positivo y que se deberían realizar más investigaciones que analicen los efectos fisiológicos del DHA en la epilepsia.

"Tras varios meses de suplementación, la frecuencia de las convulsiones y las auras disminuyó sin efectos adversos aparentes", redactaron los coautores. "Un estudio a gran escala podría demostrar su eficacia como complemento en el tratamiento de la epilepsia idiopática".

El papel de la alimentación en el manejo de los trastornos convulsivos en perros

En un estudio de 2022, un equipo internacional de investigadores veterinarios publicó una revisión bibliográfica sobre el papel de la nutrición en el tratamiento de las convulsiones idiopáticas caninas,2 que fue impulsada por un creciente número de pruebas científicas que sugieren que la alimentación afecta al proceso de la enfermedad en perros con este trastorno. De acuerdo con los coautores del estudio:

"Las dietas pueden cumplir sus funciones a través de muchas vías. Una vía posible incluye el eje microbiota-intestino-cerebro, que destaca la relación que existe entre el cerebro y los intestinos. Cambiar la fuente de energía del cerebro y diversos factores antiinflamatorios y neuroprotectores de origen alimenticio parece ser la base para mejorar la condición de los animales con EI".3

Las investigaciones demuestran que el microbioma gastrointestinal desempeña un papel importante tanto en el desarrollo como en el tratamiento de la epilepsia. Los humanos y los perros con epilepsia tienen una microbiota gastrointestinal diferente en comparación con aquellos que no la padecen, lo que sugiere que la disbiosis (síndrome del intestino permeable) tiene algo que ver.

Asimismo, un estudio de 2018 que se realizó en ratones demostró que, una dieta cetogénica aumentó el umbral de convulsiones (presentaron menos episodios),4 y otro estudio de 2018 demostró que realizar trasplantes fecales de ratas estresadas a ratas no estresadas hizo que este último grupo fuera más propenso a la epilepsia. 5

Es necesario seguir evaluando la nutrición como tratamiento para la EI

Para el estudio de 2022, el equipo de investigación revisó la literatura científica sobre dietas cetogénicas y enriquecidas con triglicéridos de cadena media (TCM), junto con otros cambios en la alimentación (como las dietas de eliminación y sin gluten).

Las dietas cetogénicas se utilizaron desde la década de los 20s como tratamiento para personas con epilepsia resistente a los medicamentos.  No obstante, a medida que se desarrollaron más medicamentos antiepilépticos (ASD, por sus siglas en inglés), las dietas perdieron popularidad. En la actualidad, están volviendo a cobrar fuerza, ya que el porcentaje de pacientes con resistencia a los medicamentos no ha mejorado de forma significativa. Los coautores del estudio concluyeron lo siguiente:

"Es un hecho que la nutrición debe considerarse en el tratamiento de perros con EI junto con TEA. Sin embargo, solo las dietas enriquecidas con MCT pueden respaldarse con un buen nivel de pruebas científicas en la medicina veterinaria, mientras que las pruebas científicas analizadas para la mayoría de los cambios nutricionales siguen siendo limitadas, lo que deja importantes oportunidades para futuras investigaciones".6

Cómo tratar la epilepsia canina por medio de la alimentación

Si tu perro tiene un trastorno convulsivo, debes saber que los problemas de salud relacionados con la nutrición pueden causar o empeorar la afección. Las alergias a los alimentos son un inconveniente, pues es probable que provoquen una respuesta inflamatoria sistémica, la cual tiene el potencial de reducir el umbral de convulsiones de tu perro.

Otro problema es que la mayoría de los alimentos ultraprocesados para mascotas que se pueden adquirir en el mercado contienen sustancias químicas sintéticas, colorantes artificiales, conservadores, emulsionantes y otros ingredientes que también pueden causar inflamación sistémica y reducir los umbrales convulsivos.  En algunos casos, los alimentos para mascotas contienen contaminantes que suelen desencadenar convulsiones en cantidades que rebasan los límites legales para el consumo humano. 7

Si se hace de forma correcta, alcanzar la cetosis nutricional por medio de una dieta cetogénica ha demostrado ser muy exitoso en el manejo de la epilepsia en mascotas, y de hecho, es el estándar de atención para la epilepsia pediátrica.8 Por suerte, la comunidad veterinaria también está reconociendo los beneficios neuro-metabólicos de consumir menos almidón (azúcar) y más grasas beneficiosas para el cerebro (en concreto, los triglicéridos de cadena media, MCT), que se utilizan cada vez más en los protocolos de nutrición veterinaria (y en las "dietas de prescripción") para disminuir el potencial convulsivo.

Esta forma de alimentación concuerda con la biología evolutiva de tu perro y, además, es probable que produzca una mejoría al tratarse de otros síntomas, como una menor incidencia en enfermedades inflamatorias. Al mantener un bajo índice de carbohidratos netos, la insulina del cuerpo se reduce a un nivel mucho más saludable, lo que también disminuye el estrés metabólico en cada célula.

Terapias naturales que complementan el tratamiento de los trastornos convulsivos

Por desgracia, los trastornos convulsivos son comunes en los perros, y muchos de ellos no logran tratarse con ayuda de los medicamentos convencionales para la epilepsia, como el fenobarbital y el bromuro de potasio. Además, se podría decir que todos estos medicamentos producen efectos secundarios y tienen repercusiones a largo plazo que deben tratarse de manera simultánea.  El antiepiléptico que prefiero es el levetiracetam (Keppra), que es bastante costoso para muchos dueños de mascotas que no cuentan con seguro. 

La buena noticia es que existe una gran variedad de tratamientos naturales que pueden ayudar a aumentar el umbral convulsivo de los perros. Además de vigilar la nutrición de tu mascota y administrarle los medicamentos convencionales para que tenga un menor riesgo de sufrir convulsiones, puedes recurrir a uno o varios de los siguientes métodos:

  • Quiropráctica y acupuntura
  • Medicina tradicional china (MTC), haz clic aquí para encontrar un veterinario que tenga formación en medicina tradicional china
  • Fórmulas herbales (incluyendo extractos de cannabis)

En un exitoso estudio piloto que se publicó en el Journal of the American Veterinary Medical Association, el 89 % de los perros con epilepsia tuvo una menor frecuencia de convulsiones gracias a9 un producto de CBD (cannabidiol) derivado de una planta de cáñamo. (El CBD a base de cáñamo contiene 0.3 % o menos del componente psicoactivo del cannabis, THC).

En el estudio participaron 16 perros que recibieron el tratamiento (aceite con CBD) o un placebo durante 12 semanas. Todos los perros permanecieron con medicamentos anticonvulsivos durante todo el estudio.

Los investigadores encontraron que el 89 % de los perros que recibieron CBD experimentaron una disminución significativa en la frecuencia de las convulsiones (variación del 33 %) También notaron una relación importante entre el grado de reducción de las convulsiones y la cantidad de concentración de CBD en la sangre de los perros.

En los casos leves, los tratamientos naturales y un cambio en la alimentación son todo lo que se necesita para controlar este problema con éxito. Para los animales con convulsiones de tipo gran mal, suelo crear un protocolo a base de terapias naturales y farmacoterapia.

Siempre les pido a los dueños que lleven un registro de la fecha, hora e intensidad de las convulsiones. A menudo existe una relación entre las convulsiones y un momento particular del mes o año. Si identificamos un ciclo, es posible desarrollar un plan para controlar los episodios al recurrir a los tratamientos más seguros.

Lo ideal es que los animales que padecen convulsiones se sometan a pruebas de anticuerpos en lugar de recibir vacunas, además de evitar los plaguicidas químicos.

Si bien las convulsiones suelen ser una afección muy grave y alarmante, la mejor manera de cuidar a tu perro es informarte para saber qué esperar y cómo reaccionar cuando estas se presenten, así como recurrir a un veterinario integral para diseñar un protocolo proactivo de prevención.