📝    HISTORIA EN BREVE

  • Los perros con patas cortas son adorables, por desgracia, este rasgo los predispone a un problema de salud que se conoce como condrodistrofia o CDDY. De hecho, los investigadores acaban de identificar una mutación genética que causa esta enfermedad
  • La condrodistrofia no solo acorta de forma anormal las patas de los perros, sino que también puede degenerar de forma prematura los discos intervertebrales, lo que causa enfermedad del disco intervertebral de Hansen tipo I
  • En la actualidad, existen más de 40 razas de perros en las que se identificó esta mutación genética
  • Algunos de los síntomas principales de la enfermedad del disco intervertebral de Hansen tipo I incluyen: rehusarse a mover el cuello y la cabeza o mantener la cabeza agachada y solo mover los ojos para mirar los objetos; aunque hay muchos otros
  • Si bien la enfermedad del disco intervertebral (IVDD por sus siglas en inglés) de Hansen tipo I puede requerir un tratamiento médico o intervención quirúrgica; la fisioterapia es un componente fundamental para tratar la enfermedad y reducir el riesgo de recurrencia

🩺 Por la Dra. Karen Shaw Becker

Sin duda, este rasgo hace que los perros se vean adorables, por desgracia, lo que muchos dueños de mascotas no saben es que las patas cortas de su perro son el resultado de un trastorno del cartílago que se conoce como condrodistrofia (CDDY por sus siglas en inglés) y que puede causar problemas de salud graves.

En 2017, los investigadores de la Universidad de California-Davis identificaron una mutación genética que causa la condrodistrofia, que se caracteriza por una menor longitud de los huesos largos (patas más cortas) a causa de los cambios tempranos que se producen en la estructura de las placas de crecimiento.

La condrodistrofia también puede desencadenar un proceso anormal que causa la degeneración prematura de los discos intervertebrales. Según los investigadores de UC-Davis:

"los fenotipos de los perros con patas cortas se relacionan con dos inserciones retrogénicas del factor de crecimiento de fibroblastos funcional 4 (FGF4). El gen FGF4 participa en muchos procesos biológicos, que incluyen el desarrollo de los huesos".1

Los investigadores publicaron sus hallazgos en Proceedings of the National Academy of Sciences. 2

"Los perros con enfermedad del disco intervertebral tienen un riesgo 50 veces mayor de tener esta mutación; esa es una correlación bastante importante con la enfermedad del disco", dijo la Dra. Danika Bannasch, especialista en genética veterinaria de UC-Davis y autora principal del artículo.
"El primer paso para ayudar a los perros de alto riesgo es identificar la causa de esta enfermedad tan dolorosa".3

Esta mutación genética podría estar detrás de estos dos problemas de salud

El descubrimiento que hicieron los investigadores de UC-Davis sobre la mutación genética confirma otro hallazgo que se hizo en 2009, en este estudio encontraron una inserción del retrogén FGF4 en el cromosoma 18 del perro (FGF4-18), que causa condrodisplasia, en ciertas razas como el basset hound, corgi galés, salchicha, wetie y terrier escoses. 

La mutación de la condrodistrofia en realidad es una segunda inserción del retrogén FGF4 en el cromosoma 12 del perro e incluye tanto el defecto de patas cortas como la degeneración prematura de los discos intervertebrales que causa la enfermedad del disco intervertebral de Hansen tipo I.

Mientras que la enfermedad del disco intervertebral de Hansen tipo II, implica una protrusión gradual y progresiva del material del disco que afecta a perros de edad avanzada (entre 8 y 10 años) sin condrodistrofia (razas sin la mutación genética). Esta forma de IVDD suele afectar con mayor frecuencia a perros de razas como pastores alemanes, labradores retriever y dóberman.

Además, la mayoría de los perros de edad avanzada tienen cierta degeneración de los discos intervertebrales, lo que suele causar un problema de salud que se conoce como espondilosis. En la mayoría de los casos, la espondilosis no causa dolor, ni debilidad y tampoco progresa a la enfermedad del disco intervertebral.

Los efectos de tener los discos dañados

Los discos intervertebrales son almohadillas acolchadas de fibrocartílago que se encuentran entre las vértebras de la columna vertebral. Tienen una capa exterior de tejido fibroso resistente y una sustancia gelatinosa en el centro. Los discos actúan como amortiguadores y hacen que las vértebras de la columna vertebral sean flexibles.

En perros con la mutación CDDY, la sustancia gelatinosa dentro de los discos se calcifica a una edad temprana, lo que suele suceder entre el nacimiento y el año de edad, y degenera los discos en perros jóvenes.  Tener discos anormales incrementa el riesgo de hernias en el canal espinal, que son muy dolorosas, dañan los nervios y, en ocasiones, pueden causar parálisis.

A este problema se le conoce como enfermedad del disco intervertebral o IVDD, e incluso en perros sin la mutación CDDY, puede degenerar los discos invertebrales y provocar que se produzca una protuberancia que puede estallar o romperse.

La ubicación del disco dañado puede ser desde el cuello hasta las extremidades traseras. En los gatos, los discos que causan problemas se encuentran con mayor frecuencia en el cuello y la parte superior de la espalda. En humanos, este problema de salud también se conoce como desplazamiento de disco o hernia de disco.

Los síntomas más comunes de la IVDD

Algunos de los síntomas más comunes son, rehusarse a mover el cuello y la cabeza o mantener la cabeza agachada. De hecho, algunos perros solo mueven los ojos para mirarte; pero no mueven la cabeza ni el cuello porque les duele. Un animal que mantiene la cabeza agachada y solo mueve los ojos para mirarte, sin duda tiene IVDD. Otros síntomas pueden incluir:

Dolor de espalda

Problemas para caminar

Rigidez

Renuencia a sentarse o pararse

Aullido u otros sonidos repentinos cuando lo tocan o mientras se mueve

Renuencia para saltar


Sensibilidad o tensión abdominal

Ansiedad

Espalda arqueada o postura encorvada

Poco apetito o nivel de actividad

Problemas de micción

Pérdida del control de los intestinos o la vejiga

Cojera en una o más de sus patas

Temblores o estremecimientos

Caminar o ponerse de pie con la punta de la patas

Pérdida de coordinación

Debilidad

Parálisis en una o más extremidades

Rigidez

Colapso repentino

Razas en las que se ha identificó la mutación genética 

Según los investigadores de UC-Davis:

"La CDDY se hereda como un rasgo semidominante de altura, lo que significa que los perros con 2 copias de la mutación son más pequeños que los perros con una sola copia. En el caso de la IVDD, la herencia sigue un modo dominante, lo que significa que 1 copia de la mutación FGF4-12 es suficiente para predisponer a los perros al IVDD.
"Los perros que tienen tanto FGF4-12 como FGF4-18 experimentan una mayor reducción de la longitud de las patas. Sería interesante descubrir el mecanismo exacto de la CDDY y la CDPA para incrementar el riesgo de IVDD".4

La variante CDDY se encontró en varias razas, que incluyeron:

Tejonero alpino

Cotón de Tulear

Pinscher (miniatura)

Cocker americano 

Salchicha

Poodle (miniatura y toy)

Pastor australiano

Dandie Dinmont 

Poddle (estándar)

Basset hound

Perro de granja danés

Perro de agua portugués

Sabueso bávaro de montaña

Springer spaniel Inglés

Pug

Beagle

Boyero de Entlebuch

Rat terrier

Bichon frise

Bulldog francés

Bolonka ruso

Boykin spaniel

Sabueso alemán

Sabueso suizo

Corgi galés

Habanés

Sabueso suizo pequeño

Cavalier king charles spaniel

Jack Russell terrier 

Terrier escocés

Perro perdiguero de la bahía de Chesapeake

Maltés

Sealyham terrier

Chihuahua

Retriever de Nueva Escocia

Shih tzu

Crestado chino

Pekinés

Skye terrier

Clumber spaniel

Corgi galés de Pembroke

Yorkshire terrier

Hay investigaciones en curso sobre la distribución de esta mutación, por lo que esta lista aún no está completa. Si tienes un perro con patas cortas y torso largo, te recomiendo que comiences a implementar un protocolo de apoyo musculoesquelético a los seis meses de edad, ayudar a tu perro a mantener un peso saludable y asegurarte de que haga ejercicio todos los días para fortalecer su abdomen. 

Opciones de tratamiento para perros con enfermedad del disco intervertebral 

Una vez que se realiza un diagnóstico de IVDD y se localizan los discos dañados, se puede desarrollar un plan de tratamiento. El objetivo del tratamiento es, quitar la presión de la médula espinal y combatir la inflamación con el fin de que tu mascota vuelva a tener una vida sin dolor y llena de movilidad.

El tratamiento puede ser médico o requerir una intervención quirúrgica, según la gravedad de la enfermedad. Si el perro ya no tiene movilidad y ha perdido la sensación de dolor profundo, significa que ya no hay conexión entre el cerebro y el cuerpo.

Por desgracia, en estos casos, la cirugía es la única opción para tratar de restablecer esa conexión. En estas situaciones, el tiempo es crucial, lo que significa que retrasar la cirugía incluso durante 24 horas puede reducir la posibilidad de un resultado positivo.

Si la cirugía es necesaria, existe una variedad de técnicas que se pueden utilizar. El objetivo de cualquier procedimiento es aliviar la presión sobre la médula espinal en el sitio del disco dañado.

En casos en los que el animal todavía tiene algo de movilidad y una respuesta de dolor superficial, lo que indica que todavía hay una conexión viable entre el cerebro y el cuerpo, primero se debe controlar el dolor y la inflamación.

Una vez que se controle el dolor y los síntomas neurológicos, ya sea a través de un tratamiento médico o quirúrgico, tu mascota deberá descansar por completo durante un periodo prolongado para recuperarse. Todos los pacientes deben tener una cama acolchonada y un área especial para que no puedan levantarse ni moverse.

Si el animal no puede reposicionarse por sí mismo, es importante darle la vuelta cada pocas horas para evitar que le salgan llagas.  En muchos casos, también necesitan que lo ayuden a orinar, defecar, comer y beber.

La importancia de la fisioterapia en pacientes con IVDD

Durante este tiempo de completo descanso, puedes darle terapia para acelerar la recuperación y mejorar las posibilidades de que tu mascota tenga un resultado exitoso. La acupuntura y la electroacupuntura pueden ser muy beneficiosas para ayudar a restablecer las conexiones nerviosas en el cuerpo, al igual que la terapia con péptidos. 

El masaje con o sin aceites esenciales terapéuticos de grado médico también es muy bueno para este tipo de pacientes. El masaje de las extremidades y los músculos axiales que no están involucrados de forma directa con el sitio de la lesión, así como los ejercicios pasivos de rango de movimiento pueden ayudar a mejorar la circulación y el drenaje linfático.

Los técnicos de rehabilitación física están capacitados para utilizar compresiones articulares suaves que ayudan a mantener la comodidad del paciente y reducir el dolor. Además, estas técnicas ayudan a mantener la fuerza de las extremidades y la masa muscular.

La terapia con láser en el sitio quirúrgico o sobre el área de la lesión puede ayudar a acelerar la curación, y la electroestimulación neuromuscular ayudará a retardar la atrofia muscular por la falta de uso.

Cuando la cicatrización está lo suficientemente avanzada, la hidroterapia (como caminar debajo del agua o nadar) es una herramienta increíble para ayudar al cuerpo a recuperarse de un trauma neurológico. Cuando alcanzan cierto punto de mejora, utilizar una caminadora mejorará su resistencia y patrón de movilidad y movimiento.

Las pelotas de fisioterapia y los ejercicios terapéuticos específicos pueden fortalecer las extremidades y mejorar la estabilidad del abdomen. Los postes de Cavaletti son muy efectivos para mejorar la coordinación propioceptiva.

Las mascotas que se someten a rehabilitación después del tratamiento para la enfermedad del disco intervertebral se curan más rápido, y su resultado a largo plazo suele ser mucho mejor que las mascotas que solo se tratan con intervención médica o quirúrgica. La buena noticia es que la mayoría de las mascotas que mantienen una sensación de dolor profundo durante un episodio de esta enfermedad pueden mejorar sin cirugía, sobre todo cuando la enfermedad se diagnostica y trata a tiempo.

Por desgracia, hasta el 50 % de las mascotas experimentan recurrencia de los síntomas de IVDD, en especial si tienen obesidad, no están en buena forma física o si se les permite saltar con libertad. Por esa razón, la fisioterapia regular que se enfoca en fortalecer el abdomen y el tono muscular reduce el riesgo de recurrencia y ayuda a mantener la calidad de vida de los pacientes. Los perros con problemas de disco deben tomar agentes condroprotectores durante toda su vida.