📝    HISTORIA EN BREVE

  • Cuando un perro tiene comezón a lo largo del año (y no solo durante ciertas estaciones), es importante comprobar si se trata de una alergia a los ácaros del polvo
  • Por lo general, estas plagas se encuentran en las áreas para dormir, lo que incluye las camas de las mascotas
  • Si a tu perro le diagnosticaron alergia a los ácaros del polvo, hay muchos pasos que debes seguir para eliminar las plagas de su entorno y aliviar los síntomas de tu mascota
  • Un paso importante es reemplazar su cama por una que sea segura y no tóxica, hecha a base de materiales orgánicos como la seda, ya que los ácaros del polvo no pueden sobrevivir en este material

🩺 Por la Dra. Karen Shaw Becker

Los ácaros del polvo doméstico (Dermatophagoides farinae, Dermatophagoides pteronyssinus) están en todas partes, pero son tan pequeños que no podemos verlos sin usar un microscopio. Por lo general, estas plagas “invisibles” se encuentran en las áreas para dormir, lo que incluye las camas de las mascotas. Se sienten más atraídos por los entornos que tienen niveles altos de humedad, se alimentan de las escamas de la piel y la caspa que desprenden tanto los humanos como los animales, y algunos perros desarrollan alergia a ellos.

El alérgeno más común en el ambiente

De acuerdo con el Dr. John Gordon, dermatólogo veterinario certificado, los ácaros del polvo son los alérgenos ambientales más comunes en perros con alergias cutáneas.

"Un estudio universitario que evaluó la presencia de ácaros de polvo doméstico en las camas de mascotas encontró un aumento significativo en la cantidad de alérgenos recolectados en las camas de las mascotas mayores a un año", explica.1 "Y este fue el caso, sin importar el tipo de cama o la limpieza utilizada". 

En el hogar promedio, los ácaros de polvo se encuentran en materiales como alfombras, muebles tapizados, colchones, sabanas y juguetes de tela (incluyendo los juguetes para mascotas). Los cuales prosperan con el aire cálido y húmedo (del tipo que exhalamos al dormir) y con la oscuridad, por lo que a menudo se encuentran en la ropa de cama, tanto la tuya como la de tu mascota. Sus cuerpos son translúcidos.

Los ácaros de polvo sobreviven con una alimentación basada en la piel muerta, bacterias, hongos y virus del medio ambiente. Prefieren alimentarse de la piel de personas hipersensibles (alérgicas) porque los lípidos de su piel son diferentes a aquellos de las personas y mascotas no alérgicas. Lo que los hace alergénicos es una proteína que se encuentra en las heces.

Como mencioné, los ácaros de polvo sobreviven comiendo piel muerta, bacterias, hongos y virus del medio ambiente. Prefieren alimentarse de la piel de personas hipersensibles (alérgicas) porque los lípidos de su piel son diferentes a aquellos de las personas y mascotas no alérgicas. Lo que los hace alergénicos es una proteína que se encuentra en las heces.

A menudo, el relleno de la cama es el que causa problemas. Es posible que tu perro sea alérgico a los materiales de relleno como la espuma de memoria sintética o de látex. Además, si tu mascota ha utilizado una cama durante bastante tiempo, sus células cutáneas se acumulan debajo de la cubierta de tela y en la superficie de espuma, las cuales se convierten en un imán para los ácaros de polvo, en especial si existe un poco de humedad en la cama.

Además del relleno, algunos productos exteriores son más alergénicos que otros. Como lo explico para PetMD el Dr. Hyunmin Kim, gerente de personal veterinario del Departamento de Medicina Comunitaria de ASPCA:

“La fabricación de telas sintéticas requiere de numerosos procesos y productos químicos. Se sabe que estos productos químicos, como los materiales ignífugos, son alergénicos. Algunas telas también permiten la acumulación de ácaros del polvo, moho y bacterias que pueden exacerbar la sensibilidad de la piel”.2

El Dr. Kim recomienda utilizar tela 100 % de algodón, cáñamo (un cultivo natural sin pesticidas ni otros productos químicos) o telas de microfibra, ya que es menos probable que estos materiales causen una respuesta alérgica.

Diagnóstico y tratamiento

Si llevas a tu perro a revisión, el veterinario buscará un historial que indique que su comezón no es estacional y que no está relacionada con sensibilidades a los alimentos o parásitos de la piel. Después, tu mascota debe someterse a una prueba para detectar sensibilidad a los ácaros del polvo en la piel o en suero.

Si a tu mascota le diagnosticaron alergia a los ácaros de polvo, se recomienda tratar de eliminar los ácaros de tu hogar. Esto puede convertirse en un desafío, porque los estudios demuestran que el método de tratamiento más efectivo es ventilar las telas en un día seco, cálido o soleado durante un periodo de 12 horas, para luego pasar la aspiradora. Nunca podremos eliminar por completo los ácaros del polvo de nuestro hogar, pero hay muchas cosas que podemos hacer para reducir sus niveles, tales como:

  • Cambiar las fundas del colchón fabricadas con tela microporosa ("fundas para ácaros")
  • Desechar las almohadas de plumas, que suelen contener una cantidad considerable de ácaros del polvo y no deben usarse cerca de una mascota con alergia
  • Reemplazar juguetes de peluche por otros nuevos que puedan lavarse y secarse cada semana
  • Cubrir la cama del animal con una sábana que repela los ácaros y lavarla cada semana
  • Lavar las sábanas con agua caliente al menos una vez al mes, o en agua fría y aceite de árbol de té (10 gotas por galón)
  • Evitar las alfombras en las habitaciones para dormir
  • Aspirar todas las alfombras y tapizados con frecuencia (al menos una vez a la semana) con una aspiradora con filtro HEPA; vaciar los botes de la aspiradora de inmediato; si es posible, hacer la limpieza cuando el animal con alergia no esté en casa, ya que al aspirar y quitar el polvo se agitan los alérgenos y aumenta la exposición a ellos
  • Limpiar los colchones, sábanas y muebles tapizados con vapor
  • Cambiar o limpiar los filtros de los sistemas de aire acondicionado o calefacción con regularidad, ya que ambos contribuyen a mantener un nivel bajo de humedad en el hogar 
  • No encerrar al perro en una zona de la casa con mucha humedad, como el baño, el sótano o las áreas donde se lava la ropa o los trastes

Muchos veterinarios, entre los que me incluyo, recomiendan la inmunoterapia (inyecciones contra la alergia o gotas debajo de la lengua) porque este enfoque ayuda a «entrenar» el sistema inmunológico para que sea menos reactivo con el tiempo. Esta es una solución a largo plazo mucho más segura que solo aliviar los síntomas (mediante medicamentos inmunosupresores como la ciclosporina o los corticosteroides). Yo prefiero posponer el uso de estos poderosos medicamentos que desactivan el sistema inmunológico y ocuparme primero del entorno del animal, junto con otras medidas seguras y de sentido común.

Estos incluyen enjuagar sus patas y bañarlo con frecuencia para eliminar los ácaros del polvo y calmar la irritación en la piel; así como proporcionar una alimentación antiinflamatoria equilibrada en nutrientes y apropiada para la especie; suministrar agua potable de buena calidad; y evitar las vacunas o medicamentos excesivos para garantizar una mayor resistencia del sistema inmunológico de tu mascota.

También puedes considerar invertir en un purificador de aire para controlar los ácaros del polvo y empezar a utilizar productos de limpieza no tóxicos para disminuir el contacto directo de tu mascota con irritantes de la piel.

No olvides que solo se necesita una cantidad minúscula del alérgeno, en este caso, del ácaro del polvo, para crear una respuesta alérgica en tu perro, por lo que cuanto más eficaces sean tus esfuerzos para erradicar los ácaros, más cómoda se sentirá tu mascota.

Reemplaza la cama de tu perro

A menudo, la cama de tu perro es la que desencadena o exacerba las alergias ambientales, sobre todo a los ácaros del polvo, por lo que otra medida que debes considerar es sustituir la cama que está utilizando.

Recomiendo ropa de cama orgánica y segura para tu compañero animal, lo que significa evitar los productos químicos ignífugos y otras toxinas que se encuentran en las camas comerciales para mascotas que se venden en la mayoría de las tiendas minoristas, incluyendo las grandes tiendas para mascotas. Las mascotas que duermen en camas tratadas con materiales ignífugos tienen una gran exposición a dichos químicos.

Un tipo particular de materiales ignífugos, como los difenil éteres polibromados, o los PBDE, son un problema especial. Los estudios han relacionado los PBDE con una serie de problemas de salud tanto en personas como en mascotas. Otros productos químicos ignífugos incluyen ácido bórico, el cual es un irritante tóxico respiratorio; antimonio, un metal que es mucho más tóxico que el mercurio; y formaldehído, una sustancia peligrosa muy conocida.

Si las sábanas de tu mascota no se encuentran etiquetadas como orgánicas y libres de materiales ignífugos, es lógico que han sido tratadas con estos productos químicos. Las investigaciones demuestran que los gatos tienen una cantidad hasta 23 veces mayor de estas sustancias químicas nocivas en su cuerpo, a comparación de los niños,3 por lo que es importante buscar accesorios orgánicos para mascotas.

Para adquirir una cama segura para perros, es necesario que busques una que no contenga productos químicos y sea de materiales orgánicos y resistentes al fuego, como cáñamo, algodón o seda orgánicos. La seda también es un excelente material ya que los ácaros del polvo no pueden sobrevivir en este tipo de tela.

Se recomienda que la cama sea muy cómoda y resistente para soportar el tratamiento rudo de tu perro. Las camas para mascotas fabricadas con fibras naturales son mejores que las camas sintéticas, que como mencioné anteriormente, pueden empeorar las alergias cutáneas y calentar excesivamente a tu mascota. Otra característica importante de una cama para mascotas es que la funda se pueda remover para lavarla.