📝    HISTORIA EN BREVE

  • La enfermedad del disco intervertebral (IVDD, por sus siglas en inglés) es una afección en la que un disco desarrolla un problema y el material del interior se escapa hacia la columna vertebral, lo causa dolor, daño a los nervios e incluso parálisis. La afección es más frecuente en perros que en gatos
  • Existen dos tipos de IVDD: Hansen Tipo I, que involucra la hernia aguda y explosiva de un disco, y Hansen Tipo II, que es una protuberancia gradual y progresiva del material del disco
  • Hay muchos síntomas diferentes de IVDD y la mayoría ocurren en otros trastornos. Una lista abreviada incluye renuencia a mover el cuello y la cabeza o la cabeza agachada, dolor de espalda, ruidos inesperados cuando se los toca, sensibilidad abdominal, arrastrar una o más piernas, caminar o ponerse de pie, andar extraño o tentativo, y renuencia a sentarse o pararse
  • El tratamiento para el IVDD puede implicar un tratamiento médico o una intervención quirúrgica, según la gravedad de la enfermedad
  • Los pacientes con IVDD que están en recuperación pueden beneficiarse de una variedad de terapias de rehabilitación física

🩺 Por la Dra. Karen Shaw Becker

La enfermedad del disco intervertebral es una afección grave que es más frecuente en perros que en gatos. Los discos intervertebrales son almohadillas acolchadas de fibrocartílago que se encuentran entre la mayor parte de las vértebras de la columna vertebral. Los discos tienen una capa exterior de tejido fibroso resistente y un centro que es más una sustancia gelatinosa. Actúan como amortiguadores de los huesos llamados vértebras de la columna vertebral.

Por desgracia, los discos intervertebrales están sujetos a degeneración, abultamiento e incluso estallar o romperse. Cuando un disco no funciona de forma correcta, el material del interior se vierte hacia la columna vertebral, presiona contra la médula espinal o las raíces nerviosas y causa dolor, daño a los nervios y, a veces, parálisis. Esta afección se conoce como enfermedad del disco intervertebral o IVDD.

Dependiendo de la ubicación del disco dañado, pueden ocurrir problemas en cualquier parte del cuerpo del animal, desde el cuello hasta las extremidades posteriores. En los gatos, los discos que causan problemas se encuentran con mayor frecuencia en el cuello y la parte superior de la espalda. En los seres humanos, la afección a veces se denomina disco deslizado o hernia de disco.

El IVDD es uno de los trastornos neurológicos más comunes que se presenta en las mascotas, en especial en los perros. Con el paso de los años, la mayoría de los perros tienen cierta degeneración de los discos intervertebrales, lo que por lo general causa una afección conocida como espondilosis. La espondilosis no siempre causa dolor ni debilidad y tampoco progresa a la enfermedad del disco intervertebral.

Los dos tipos de enfermedad del disco intervertebral

Existen dos formas de IVDD en perros: Hansen Tipo I y Hansen Tipo II.

Hansen Tipo I es la hernia aguda y explosiva de un disco. Este tipo de IVDD se presenta en perros condrodistróficos de mediana edad con deformidades esqueléticas que heredan específicas de la raza que acechan en su ADN. Estos perros incluyen el Dachshund, Shih Tzu, Beagle, Pekinés, Poodle, Corgi, Basset Hound y otros con características de enanismo genético.

El IVDD de Hansen tipo II implica una protuberancia progresiva y gradual de material del disco que afecta a razas no condrodistróficas que son mayores, por lo general entre las edades de 8 y 10. Esta forma de IVDD se ve con mayor frecuencia en Pastores Alemanes, Labradores Retriever y Dóberman.

Los perros con obesidad y fuera de forma de razas predispuestas tienen un riesgo mucho mayor de sufrir IVDD. La edad promedio de los gatitos que desarrollan la enfermedad es de 8 a 10 años.

Síntomas de IVDD

Existen una serie de síntomas que pueden ocurrir con la enfermedad del disco intervertebral, pero también se observan con otras afecciones, por lo que se necesita un diagnóstico preciso.

Las señales que debes observar incluyen la renuencia a mover el cuello y la cabeza o permanecer con la cabeza agachada; de hecho, algunos animales solo mueven los ojos para mirarte. No quieren mover la cabeza o el cuello porque les duele. Un animal que tiene la cabeza baja y solo mueve los ojos para mirarte definitivamente tiene IVDD.

Otros síntomas pueden incluir dolor de espalda, rigidez, ruidos inesperados al tocarlos o al moverse, sensibilidad o tensión abdominal, espalda arqueada o postura encorvada, micción incompleta o inadecuada, arrastrar una o más piernas, caminar o ponerse de pie, debilidad, rigidez, caminar diferente o vacilante, renuencia para sentarse o pararse o indisposición para saltar. Algunos perros tienen ansiedad porque saben que les dolerá cuando se muevan.

Otros signos son: disminución del apetito o del nivel de actividad, pérdida del control de los intestinos o de la vejiga, temblores o agitación, pérdida de la coordinación general, parálisis en una o más extremidades o, en el peor de los casos, colapso repentino.

Diagnóstico de IVDD

Es necesario realizar un examen neurológico completo para identificar la ubicación del disco lesionado. Las radiografías regulares podrían mostrar un área problemática en la columna, pero la médula espinal y los discos reales no aparecen en las radiografías, por lo que es posible que se requieran imágenes especiales.

Las radiografías pueden ayudar a descartar otras posibles causas de daño de la médula espinal, incluyendo los tumores que se producen en el hueso, fracturas, discoespondilitis y la discoespondilosis.

Un mielograma, que requiere anestesia general, es un procedimiento en el que se inyecta un tinte en la columna vertebral para hacerla visible cuando se realiza una radiografía. Una hernia de disco o compresión de la médula espinal por lo general se puede visualizar con esta técnica en particular.

A veces, se utiliza una punción lumbar para evaluar el líquido cefalorraquídeo y descartar otras causas de síntomas como infección, inflamación por enfermedad autoinmunológica o cáncer.

El mejor método para visualizar la médula espinal sería una resonancia magnética, en caso que se plantee realizar una cirugía. Una resonancia magnética es una técnica no invasiva que produce las mejores imágenes de la columna vertebral, médula espinal, raíces nerviosas y los discos intervertebrales.

Cuanto antes se diagnostique y trate el IVDD, mayores serán las posibilidades de que tu mascota evite una afección dolorosa y, a veces, paralizante.

¿Cuáles son algunas opciones?

Una vez que se ha realizado un diagnóstico de IVDD y se han localizado los discos afectados, se puede desarrollar un plan de tratamiento. Los objetivos del tratamiento de pacientes con IVDD son eliminar la presión sobre la médula espinal y resolver la inflamación para devolver a la mascota a una vida sin dolor y completamente móvil.

El tratamiento puede implicar un tratamiento médico o una intervención quirúrgica, según la gravedad de la enfermedad. Si tu perro ya no tiene movilidad y ha perdido la sensación de dolor profundo, significa que la relación entre el cerebro y el cuerpo se dañó. Por desgracia, la única forma de intentar restablecer la relación es con una cirugía. El tiempo es esencial en estas situaciones, y retrasar la cirugía incluso durante 24 horas a menudo puede reducir la posibilidad de un resultado positivo.

Si la cirugía es necesaria, existe una variedad de técnicas que se pueden utilizar. El objetivo de cualquier procedimiento es aliviar la presión sobre la médula espinal en el sitio del disco dañado.

En los casos agudos en los que el animal todavía tiene algo de movilidad y una respuesta de dolor superficial, lo que indica que todavía hay una relación viable entre el cerebro y el cuerpo, primero se debe lograr el manejo del dolor y el control de la inflamación.

En cualquier caso, una vez que el dolor y los síntomas neurológicos de una mascota estén bien controlados, ya sea de forma médica o quirúrgica, será necesario un período prolongado de descanso completo para lograr que se recupere.

Todos los pacientes con disco deben tener una cama acolchonada y un área pequeña en la que no puedan levantarse ni moverse. Si el animal no puede reposicionarse por sí mismo, es importante darle la vuelta cada pocas horas para evitar llagas. A menudo también es necesario que lo ayudes a orinar, defecar, comer y beber.

Importancia de la fisioterapia para pacientes con IVDD

Durante este tiempo de descanso completo, existen algunas terapias muy importantes que pueden acelerar la recuperación y mejorar las posibilidades de que tu mascota tenga un resultado exitoso.

La acupuntura y la electroacupuntura, que envían una microcorriente de electricidad hacia y desde los puntos de acupuntura (que son conjuntos de nervios muy grandes), pueden ser muy beneficiosas para ayudar a restablecer las conexiones nerviosas en el cuerpo.

Los masajes con o sin aceites esenciales terapéuticos de grado médico también son muy buenos para los pacientes con problemas en los discos. El masaje de las extremidades y los músculos axiales que no están directamente involucrados con el sitio de la lesión y los ejercicios pasivos de rango de movimiento pueden ayudar a mejorar la circulación y el drenaje linfático.

Los técnicos de rehabilitación física están capacitados para utilizar compresiones articulares suaves para ayudar a mantener la comodidad del paciente y reducir el dolor. Además, estas técnicas ayudan a mantener la fuerza de las extremidades y la masa muscular.

La terapia con láser en el sitio quirúrgico o sobre el área de la lesión promoverá una respuesta de curación más rápida, y la electroestimulación neuromuscular ayudará a retardar la atrofia muscular por desuso. Cuando la cicatrización está lo suficientemente avanzada, la hidroterapia o natación es una herramienta increíble para ayudar al cuerpo a recuperarse de un trauma neurológico.

A medida que los pacientes mejoran, una caminadora aumenta la resistencia y mejora el patrón de movilidad y movimiento. Se pueden utilizar pelotas de fisioterapia y ejercicios terapéuticos específicos para mejorar la fuerza de las extremidades y la estabilidad del abdomen. Los postes de Cavaletti son muy efectivos para mejorar la entrada y la coordinación propioceptiva.

Todo lo que quiero decir es que las mascotas que se someten a rehabilitación después del tratamiento para la enfermedad del disco intervertebral se curan más rápido, con un resultado a largo plazo mucho mejor que las mascotas que se tratan solo con intervención médica o quirúrgica.

La buena noticia es que la mayoría de las mascotas que mantienen una sensación de dolor profundo durante un episodio de esta enfermedad pueden mejorar sin cirugía, en especial en los casos en que la afección se diagnostica y trata a tiempo.

Por desgracia, los síntomas de IVDD reaparecen en aproximadamente el 50 % de las mascotas, en especial si tienen obesidad, están fuera de forma o si se les permite saltar con toda libertad. Es por eso que la fisioterapia regular que se enfoca en establecer y mantener la fuerza central y el tono muscular reduce el riesgo de recurrencia y ayuda a mantener la calidad de vida de los pacientes con disco.