📝 HISTORIA EN BREVE
- Si tu gato es diagnosticado con el virus de inmunodeficiencia felina (VIF), ten la seguridad de que, si bien no es curable, no significa que vaya a morir
- El VIF podría afectar de forma progresiva la salud, o provocar episodios constantes de enfermedad con períodos de salud normal
- No existe un tratamiento específico para el VIF, sin embargo, detectarlo a tiempo y apoyar el sistema inmunológico durante toda la vida podría ofrecerle a los gatos infectados una mejor oportunidad de disfrutar de una vida normal y con buena salud
El virus de inmunodeficiencia felina (VIF) es muy similar al VIH en humanos, lo que podría hacer que los dueños de gatos teman que los gatitos con esta enfermedad no tengan una vida larga o de buena calidad. Pero la realidad es que los gatos diagnosticados con VIF pueden vivir una vida larga, feliz y saludable con pocos o ningún síntoma.
Dada la cantidad de gatos en refugios que esperan un hogar permanente, es importante saber que los gatitos afectados no son enfermizos ni representan un peligro para otras mascotas. Los gatos con un diagnóstico de VIF positivo pueden vivir hasta la adolescencia, y no pueden transmitir el virus a humanos ni a perros.
El VIF tampoco se transmite con facilidad de un gato a otro.
Gatos con mayor riesgo de VIF
El VIF es más común en gatos machos agresivos y sin hogar. Los gatitos de interiores son menos propensos a infectarse. La edad promedio al momento del diagnóstico es de 5 años, y el riesgo de infección aumenta con la edad. Si bien, no existe una predisposición genética para esta enfermedad, la genética podría influir en la progresión y gravedad.
El VIF se transmite a través de heridas provocadas por mordidas. El contacto casual no parece propagar el virus, razón por la cual los gatitos amigables en hogares con más gatos tienen poco riesgo de contraer el VIF. Los estudios sugieren que la probabilidad de que un gato transmita el VIF a otros gatos del mismo hogar es del 1 % al 2 %.
En muy pocas ocasiones, una madre infectada podría transmitir el virus a sus gatitos, ya sea durante su paso por el canal de parto o mientras los amamanta. El contacto sexual no se considera una vía importante de transmisión.
Síntomas de inmunodeficiencia
Un gato con una infección por VIF podría parecer normal durante años. Pero con el tiempo, la enfermedad genera un estado de inmunodeficiencia que deja al gatito vulnerable a otras infecciones. Esto significa que las bacterias, virus y hongos comunes, que no afectan a los animales sanos, podrían provocar enfermedades graves en los gatitos con sistemas inmunológicos débiles. Las infecciones secundarias son la causa de muchas de las enfermedades relacionadas con el VIF.
Al inicio de una infección por VIF, los ganglios linfáticos de todo el cuerpo se agranden y, a menudo, los gatos experimentan fiebre. Con frecuencia, esta etapa pasa desapercibida a menos que los ganglios linfáticos crezcan demasiado. El VIF podría afectar de forma progresiva la salud, o provocar episodios constantes de enfermedad con períodos de salud normal.
Los síntomas de inmunodeficiencia podrían presentarse en cualquier parte del cuerpo, e incluyen los siguientes:
Diagnóstico del VIF
Para identificar si un gatito infectado tiene anticuerpos VIF en la sangre es necesario realizar una prueba de anticuerpos. Sin embargo, pueden producirse resultados falsos positivos, por lo que es recomendable confirmar un resultado positivo por medio de una prueba diferente, por lo general, una prueba de reacción en cadena de la polimerasa (RCP).
Las madres infectadas transferirán sus anticuerpos VIF a los gatitos lactantes, y esos bebés podrían dar positivo varios meses después de su nacimiento. Por fortuna, la mayoría no se infecta ni se infectará. Los gatitos menores de 6 meses que dan positivo deben volver a analizarse cada 60 días hasta que tengan por lo menos 6 meses de edad.
Opciones de tratamiento
No existe un tratamiento específico para el VIF, sin embargo, es vital tratar cualquier infección secundaria.
Los gatos que dan positivo deben permanecer en el interior, eso evitará que el virus se propague y reducirá el riesgo de que tu gatito se exponga a patógenos que su sistema inmunológico tal vez no puede controlar. Estos gatitos no deben reproducirse ni ser vacunados.
Tu gato debe llevar una alimentación balanceada, nutritiva y apropiada para su especie. Lo ideal es una alimentación a base de alimentos crudos, a menos que tenga un recuento bajo de glóbulos blancos, en cuyo caso recomiendo alimentos frescos cocinados. También puedes brindarle una alimentación cruda que haya sido pasteurizada a alta presión.
Los gatos con VIF deben acudir al veterinario por lo menos dos veces al año para revisar sus ojos, encías, piel y ganglios linfáticos, así como para controlar su peso. También deben realizarse análisis de sangre y orina una vez al año.
Es muy importante monitorear de forma cuidadosa y constante la salud y comportamiento de tu gatito para poder avisarle al veterinario cualquier cambio que ocurra.
En mi experiencia, he podido mantener saludables a muchos pacientes con VIF, y en algunos casos sin síntomas, con ayuda de diversos suplementos naturales para apoyar el sistema inmunológico, incluyendo:
- Feline Immune System Support y Feline Whole Body Support de Standard Process
- Hongos medicinales
- Cúrcuma
- Terapia con vitamina C por vía intravenosa
- Ozonoterapia
- Extracto de timo de Kyosenex Prime
- Hierbas chinas
- Nosodes homeopáticos para el VIF
Pronóstico y prevención
El objetivo debe ser identificar a los gatos con VIF antes de que presenten síntomas y apoyar su sistema inmunológico durante toda su vida. Con esto, muchos de esos gatitos podrían vivir una vida normal.
Por desgracia, los gatos que contraen una o más enfermedades graves relacionadas con virus, los gatitos con fiebre constante y pérdida de peso, y los que tienen cáncer, podrían tener una esperanza de vida mucho más corta.
La única manera de mantener a tu gato a salvo de estos virus es evitar que se exponga a ellos. Esto significa evitar que se junte con los gatos que podrían estar infectados.
Si sale, debe ser bajo tu supervisión, o en un lugar seguro y protegido, uno en el que otros gatos no puedan entrar y, en la medida de lo posible, que no lo puedan morder o arañar.
Los gatos con un diagnóstico de VIF positivo y negativos pueden vivir bajo el mismo techo, siempre y cuando no se arañen ni se muerdan.
En lo personal, no recomiendo la vacuna contra el VIF, ya que suele ser poco efectiva y podría tener una relación con el desarrollo de sarcomas en gatos