📝 HISTORIA EN BREVE
- Muchos dueños se sorprenden cuando se enteran que, es muy probable que a sus perros, que son muy cariñosos, no les gusta que los abracen
- Los abrazos no forman parte de la naturaleza de los perros, pero correr sí, algo que no pueden hacer cuando los abrazas, por lo que se sienten acorralados y eso puede ser muy estresante para ellos
- Aunque hay algunos perros que parecen sentirse cómodos con los abrazos, y por esa razón, es importante observar bien a tu perro y a las demás personas con las que interactúa, ya que eso te ayudará a determinar con qué tipo de contacto se siente cómodo y con cuál no
- La mayoría de los perros prefieren las caricias que los abrazos, y las investigaciones sugieren que les gusta que les acaricien, el pecho, los hombros y la espalda baja
- En todas las interacciones debemos prestar atención a la forma en la que responde nuestra mascota, ya que cada una lo hace de forma diferente
Casi todos saben que los humanos y los perros se comunican de manera muy diferente, por lo que no hace falta decir que estas diferencias también aplican para las formas en las que demostramos nuestro cariño.
Aunque a la mayoría de los dueños les encanta el contacto físico con su mascota, y viceversa, hay ciertas cosas que para nosotros son muy naturales, pero para los perros no. Los abrazos son una de esas cosas.
Digamos que, los humanos estamos hechos para dar abrazos. Podemos ponernos de pie y tenemos brazos en lugar de patas delanteras, a diferencia de los perros que, se mantienen en cuatro patas y no tienen brazos. La estructura física de los perros les impide dar y recibir abrazos, lo que significa que abrazar no forma parte de su naturaleza.
Si crees que lo que acabo de decir no tiene sentido porque tu perro se deja abrazar sin problemas, es muy probable que lo haga, no porque le guste, sino porque aprendió a tolerarlo. El hecho de que parezca que a tu perro le gusta que lo abraces, podría deberse a que es un buen perro, por lo que puede soportar todos tus comportamientos extraños sin quejarse.
Cuando los abrazamos, nuestros perros no tienen ni idea de lo que está sucediendo, pero nos aman y confían en nosotros, y por eso no se quejan.
Abrazar a tu perro puede causarle mucho estrés
Los perros son animales cursoriales, lo que significa que sus extremidades están hechas para correr. Por ejemplo, los perros salvajes corren todo el tiempo detrás de su comida o para huir de los depredadores. Cuando abrazas a tu amigo peludo, haces que se sienta acorralado, ya que en ese momento no tiene la capacidad de escapar, y para muchos perros, esto puede ser muy estresante.
Stanley Coren, Ph.D., especialista en psicología y neuropsicología, y autor del libro: "The Intelligence of Dogs", lo explica de la siguiente forma:
"En momentos de estrés o amenaza, sus dientes no son su primera línea de defensa, sino su capacidad para escapar. Los conductistas consideran que privar a un perro de ese curso de acción con un abrazo puede aumentar su nivel de estrés y, si la ansiedad del perro se intensifica, podría morder”.
Stanley Coren, se sorprendió mucho de que había muy poca literatura al respecto, por lo que decidió utilizar un motor de búsqueda en Internet para localizar 250 fotos aleatorias de personas abrazando perros. Las imágenes tenían que mostrar la cara del perro y no podían involucrar otros factores que pudieran elevar su nivel de estrés.
Analizó las fotos y descubrió que casi el 82 % mostraba perros que presentaban al menos una señal de estrés, incomodidad o ansiedad. Algunos de los signos de estrés incluyen: lamerse los labios, bajar las orejas, desviar la mirada, parpadear con frecuencia, mantener el hocico bien cerrado, poner los músculos faciales rígidos y fruncir las cejas.
Poco menos del 11 % de las fotos mostraban perros que parecían neutrales o ambivalentes, mientras que un poco más del 7 % mostraba a perros que parecían cómodos con el abrazo (por ejemplo, mantenían el hocico abierto, tenían los músculos faciales relajados y no mostraban ningún signo de estrés).
"Puedo resumir los datos al decir que los resultados indicaron que el Internet contiene muchas imágenes de personas felices que abrazan a perros infelices", dijo Stanley Coren.
Karen London, experta en adiestramiento canino y especialista certificada en conducta animal aplicada, revisó el análisis de Stanley Coren y dijo que:
"Estos resultados no son para nada inesperados. Con base en mi experiencia, coincido en que a la mayoría de los perros no les gustan los abrazos. Las imágenes que analizó Stanley Coren incluso podrían subestimar lo que sienten los perros cuando los abrazan porque las fotos las publicaron personas que están tratando de mostrar su amor por sus perros. Stanley Coren dijo que lo más probable es que elijan las fotos en las que no se muestran los signos más evidentes de estrés de su perro, al menos eso harían si saben identificar esos signos”.
Algunos perros toleran los abrazos
No todos los expertos coinciden con Stanley Coren. Por ejemplo, como dijo Corey Cohen, especialista en terapia de comportamiento animal, para el New York Times: “a mis perros les encanta que los abracen”. Y, agregó que, cuando abraza a su perro, su respiración se hace más lenta y su mirada se ve más tranquila, que son señales de relajación. Algunos perros parecen sonreír cuando los abrazan. La diferencia podría deberse a la confianza y el lazo entre el dueño y el perro.
“A lo largo de los años, he tenido muchos clientes, en consultas privadas y clases, que juran que a sus perros les gusta que los abracen”, escribió Karen London. “Pero, cada vez que lo abrazaban para demostrarlo, su perro mostraba signos de estrés. Es muy común que las personas, sobre todo los niños, reciban una mordida mientras abrazan a un perro, ya que no saben identificar las señales de estrés”.
Creo que también tiene mucho que ver con la personalidad de cada perro. Así como hay personas a las que no les gusta que las abracen, creo que hay algunos perros que prefieren las caricias que los abrazos.
Así que, incluso si crees que tu perro se siente cómodo cuando lo abrazan, o incluso muestra señales de que lo disfruta, la realidad podría ser muy diferente. Te recomiendo que te tomes el tiempo de observar bien su respuesta a tus abrazos, incluso los cambios sutiles, y detenerte si muestra signos de incomodidad. No es una buena idea abrazar a un perro que no conoces.
Por cierto, no solo los abrazos pueden generarles estrés Acariciarle su cabeza o sus patas también puede ser muy incómodo.
La mayoría de los perros responden de forma negativa si se sienten acorralados
En 2014, un estudio evaluó las respuestas de comportamiento y fisiológicas en los perros para identificar qué tipo de caricias les gusta que les hagan. Cuando les acariciaban la cabeza o una pata, mostraban señales de apaciguamiento y comportamientos redirigidos. Los investigadores interpretaron esas reacciones como señales de incomodidad.
Es importante mencionar que las señales de apaciguamiento no siempre son señales de estrés. De acuerdo con Whole Dog Journal:
“Son herramientas importantes de comunicación para mantener la paz en las jerarquías sociales, y a menudo se presentan en interacciones tranquilas y sin estrés. Se ofrecen en una interacción social para promover la tranquilidad y seguridad de los miembros del grupo. Cuando se presentan junto con otros comportamientos, también puede indicar estrés”.
Cuando los sostuvieron en el suelo, los sujetaron por el collar o les cubrieron el hocico, mostraron conductas de inmovilización y alejamiento. Estos incluían levantar una pata, voltearse, alejarse y lamerse los labios. También incrementaron su frecuencia cardíaca, lo que significa que estaban estresados.
Justo cuando terminó la interacción, los perros sacudieron su cuerpo y se estiraron, que es un signo de alivio y de que no disfrutaron que restringieran su movimiento, sin importar qué tan suave fuera el contacto. Vale la pena señalar que algunos perros se sienten acorralados durante los abrazos.
A los perros les gusta que les acaricien el pecho, los hombros y la espalda baja.
Consejos para la interacción física con tu perro
Karen London dio algunos consejos sobre los abrazos y otras formas de mostrarle afecto a los perros:
- Acurrucarse o abrazar. Es posible que a tu perro le guste acurrucarse contigo, pero esto es muy diferente a un abrazo, en el que se siente acorralado entre tus brazos.
- Abrazar de forma rápida y suave. Es más fácil que un perro tolere un abrazo suave que no sea tan largo, fuerte o por la parte del cuello.
- Vigila las muestras de cariño de los niños. Es más probable que los niños aprieten muy fuerte o se cuelguen del cuello de un perro, así que asegurate de observar a tu perro en todo momento para detectar signos de estrés en presencia de niños.
- Tu perro da el primer paso. Un perro de raza grande o gigante puede pararse sobre sus patas traseras y poner sus patas delanteras sobre tus hombros como si te diera un abrazo. Pero, esta acción es muy diferente a recibir un abrazo.
- Hacer conciencia de la situación. No intentes abrazar a tu perro cuando esté haciendo otra cosa, sobre todo, mientras come o si por alguna otra razón, no está de buen humor.
- No abrazar a perros que no conoces. Aunque esto debería ser obvio, no abraces a perros que no conoces bien. Abrazar a perros desconocidos puede terminar en mordidas.
En todas las interacciones con nuestras mascotas, debemos prestar atención al impacto que tenemos sobre ellas y, lo más importante: debemos tratarlas con respeto. Cada perro es diferente, y aunque uno de ellos podría amar las caricias, otro podría estar completamente estresado por ese tipo de interacción.
Además, hay algunos perros que experimentan ansiedad y miedo con los extraños. Hay una organización que intenta identificar estos perros al utilizar una cinta amarilla en la correa, a través de The Yellow Dog Project .
Si observas la reacción de tu perro ante el contacto físico y la tomas como guía, podrás mejorar tu vínculo con él y entablar una relación más positiva.