📝    HISTORIA EN BREVE

  • Un estudio publicado hace poco fue uno de los primeros de su tipo en distinguir qué interacciones particulares con los perros (por ejemplo, alimentarlos, jugar, asearlos) son las más beneficiosas para el estado de ánimo y los niveles de concentración de los humanos 
  • Los resultados demostraron que jugar con el perro y pasearlo puede provocar un estado de relajación y alerta; masajear, asear o jugar con el perro puede aumentar la concentración sin incrementar el estrés
  • Con suerte, esta investigación puede impulsar futuros estudios sobre la correlación entre los tipos de actividades y sus efectos en el cerebro, lo que podría ayudar a desarrollar diferentes tipos de intervenciones para personas que sufren diferentes tipos de problemas psicológicos

Las intervenciones asistidas por animales (por ejemplo, perros de terapia) se utilizan en una amplia variedad de escenarios, como hospitales y escuelas, para ayudar a reducir la ansiedad, aliviar el estrés y promover la confianza. 

Por lo general, las investigaciones sobre los posibles beneficios de interactuar con animales suelen adoptar un enfoque holístico, en el que se comparan el estado de ánimo o los niveles hormonales de las personas antes y después de pasar tiempo con un animal de servicio. El inconveniente de este enfoque es que no distingue entre diferentes tipos de interacciones con los animales, como alimentarlos, jugar con ellos o asearlos, para mejorar nuestra comprensión de cómo estas actividades afectan el estado de ánimo.

Hace poco, un equipo de investigadores de la Universidad Konkuk en Corea del Sur se propuso profundizar en el tema, cuyos resultados se publicaron en la revista PLOS One.

Los participantes humanos tuvieron una mayor relajación y concentración

El autor principal del estudio, Onyoo Yoo, y sus colegas reclutaron una pequeña muestra de 30 adultos para realizar ocho actividades diferentes con un perro bien entrenado. Estas fueron algunas de las actividades:

Conocerlo

Asearlo

Jugar

Tomarle fotografías

Alimentarlo

Abrazarlo

Darle masajes

Pasearlo

Se colocaron electrodos EEG en los participantes humanos del estudio para registrar la actividad eléctrica de su cerebro mientras interactuaban con el perro durante tres minutos seguidos. Además, cada participante registró su estado de ánimo después de cada actividad.

Los experimentos revelaron que, mientras los participantes jugaban y paseaban al perro, las oscilaciones de la banda alfa en el cerebro aumentaron en fuerza, lo que sugiere un estado relajado y despierto. Cuando le dieron masajes, lo asearon o jugaron con él, la fuerza de oscilación de la banda beta aumentó, lo que indica una mayor concentración sin incrementar el estrés.

En resumen, al jugar con el perro, aumentaron tanto la relajación como la concentración, y la evaluación del estado de ánimo reveló niveles mucho más bajos de fatiga, depresión y estrés tras casi todos los tipos de interacción con el perro.

Como explica Science Daily:

“La fuerza relativa de las oscilaciones de la banda alfa en el cerebro aumentó mientras los participantes jugaban y paseaban al perro, lo que refleja un estado de alerta y relajación. Cuando asearon al perro, le dieron masajes o jugaron con él, la fuerza relativa de oscilación de la banda beta aumentó y esto se asocia con una mayor concentración. Los participantes también informaron sentirse mucho menos fatigados, deprimidos y estresados después de todas las actividades relacionadas con los perros”.

Los autores indicaron que podría existir un sesgo en los resultados debido a que la simpatía por los animales podría haber motivado a los participantes a participar en el experimento. Sin embargo, creen que las relaciones únicas entre ciertas actividades y sus efectos fisiológicos podrían beneficiar a las futuras intervenciones asistidas por animales. Consideran que su estudio “brinda información valiosa para dilucidar los efectos terapéuticos y los mecanismos subyacentes de las intervenciones asistidas por animales”.

Como escribe en Psychology Today la Ph.D. y psicóloga clínica Andrea Bonio, quien revisó el estudio:

"No solo la cultura popular considera que pasar tiempo con los perros puede ayudar a combatir el estrés, la ansiedad y la depresión, que son cada vez mayores, sino que también los campos de la medicina, la psiquiatría y la gerontología se toman en serio a los perros por su posible papel en el bienestar, por lo que es imprescindible que sepamos más sobre los efectos emocionales y cognitivos que pueden tener los perros, y por qué. Esta investigación abre el debate sobre qué tipos de actividades podrían estar más relacionadas con qué tipos de efectos en el cerebro, y podría ayudar a orientar diferentes tipos de intervenciones para personas que sufren distintos tipos de problemas psicológicos”.

12 razones por las que las mascotas nos ayudan a ser más sanos y felices

De acuerdo con Pet Partners, una organización que impartió el primer programa de formación completo y estandarizado en actividades y terapias asistidas con animales para profesionales sanitarios y voluntarios, los siguientes son solo algunos ejemplos comprobados de los beneficios del vínculo humano-animal tanto para las mascotas como para las personas:

  1. Un perro de terapia puede causar un efecto positivo en el nivel de dolor y satisfacción de los pacientes durante su estadía hospitalaria, después de una artroplastia articular total.
  2. Los pacientes con fibromialgia que pasaron tiempo con un perro de terapia, en vez de un área de espera ambulatoria en un centro de tratamiento del dolor, experimentaron mejoras significativas en el dolor, estado de ánimo y otros indicadores de malestar.
  3. Un programa de caminata que incluyo a adultos sedentarios y animales de terapia incrementó el tiempo de caminata durante una intervención ajustada de 52 semanas, en la que los participantes indicaron que su motivación para hacerlo era que tenían que sacar a pasear a los perros.
  4. La presencia de un animal puede incrementar de forma significativa las conductas sociales positivas entre los niños con trastorno del espectro autista.
  5. Los niños cometieron menos errores en la tarea de categorizar las muestras con sus correspondencias, en presencia de un perro, relacionado con un perro de peluche o humano. Los estudios similares podrían indicar que la presencia de un perro puede servir como una fuente de motivación y estímulo muy destacado para los niños, lo que les permite restringir mejor su atención a las demandas de tal actividad.
  6. En estudios de cáncer pediátrico, los animales de terapia mejoraron su motivación para involucrarse en el protocolo de tratamiento, mantener su motivación a lo largo del tiempo y querer "mejorar" o mantenerse optimistas.
  7. Tener mascotas podría disminuir la respuesta de presión arterial al estrés mental al brindar apoyo social.
  8. Los dueños de mascotas tuvieron una tasa de supervivencia de un año adicional después de ataques cardíacos.
  9. Reconocer y fomentar la conexión entre animales y humanos podría tener implicaciones en la estabilidad y salud personal, mejor rendimiento económico y ahorro en costos de atención médica. Esta conclusión se basó en diversos estudios.
  10. Tener mascotas, en particular perros, podría ser una medida razonable para disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
  11. Ser dueño de una mascota se relacionó con un menor riesgo de linfoma no Hodgkin y linfoma difuso de células grandes.
  12. Los estudios de Austria y Alemania demostraron que el vínculo con las mascotas produjo un ahorro de 3.86 mil millones de dólares en gastos médicos, y redujo las visitas médicas, en un periodo de 10 años.

    Ya sea que se trate de un perro que incita a su dueño a salir y ejercitarse todos los días, un gato que brinda una compañía acogedora o una mascota que ayuda a su dueño a controlar la ansiedad, las mascotas tienen un efecto positivo en la salud y la felicidad humana.