📝 HISTORIA EN BREVE
- La brucelosis es una enfermedad venérea en la que las bacterias invaden los órganos reproductores; en los perros, la bacteria Brucella canis suele ser la responsable. Es necesario examinar a cualquier perro antes de cruzarlo para detectar si padece de brucelosis
- La brucelosis se transmite de un perro a otro a través de los fluidos corporales, por lo general durante las relaciones sexuales. La brucelosis es una enfermedad zoonótica, lo que significa que puede transmitirse a los humanos, aunque las probabilidades de infección son bastante bajas
- Muchos perros infectados no presentan síntomas al principio y otros pueden desarrollar ganglios linfáticos agrandados o inflamación del hígado o el bazo. Si no se trata, la brucelosis puede provocar diversas de enfermedades secundarias muy graves
- El método más común para diagnosticar la brucelosis es una prueba llamada prueba rápida de aglutinación en placa, pero tiene algunas desventajas; una versión de la prueba de inmunodifusión en gel de agar se considera la prueba más precisa para confirmar la enfermedad
- Hoy en día no existe ningún tratamiento fiable para la brucelosis, así que los perros afectados se consideran positivos a la enfermedad por el resto de su vida. Los veterinarios integrales a menudo utilizan hierbas, nutracéuticos y homeopáticos para ayudar a reforzar la respuesta positiva del sistema inmunológico de los perros
La brucelosis es una enfermedad venérea que sufren los perros y de la que quizás nunca hayas oído hablar. Afecta a muchas especies, pero no suele observarse en perros domésticos porque la mayoría no se reproducen. Sin embargo, si planeas cruzar a tu perro, debes saber sobre esta enfermedad zoonótica que puede transmitirse a los humanos.
“Todos los perros que vayan a cruzarse deben someterse a una prueba de brucelosis”, escribe la veterinaria Wendy Brooks para Veterinary Partner. “Los perros sementales activos deben someterse a este análisis cada 6 meses. Si estás pensando en cruzar a tu perro, hazle pruebas e insiste en que el dueño de la pareja potencial te muestre los resultados de una prueba reciente”.
La brucelosis es una enfermedad venérea causada por bacterias que invaden los órganos reproductores. Se produce en diversos animales a través de la infección con varias especies de bacterias Brucella. En los perros, la bacteria Brucella canis (B. canis) suele ser la responsable. Después de la exposición, la bacteria tarda unas tres semanas en aparecer en el torrente sanguíneo, y entonces se instala en el tracto reproductivo o urinario, y también sigue alimentándose en el torrente sanguíneo.
Los perros también pueden infectarse con Brucella abortus del ganado vacuno; Brucella melitensis del ganado caprino; y Brucella suis del ganado porcino, pero esto es mucho menos frecuente. Otras especies de Brucella son Brucella ovis, que sólo afecta a los carneros, Brucella neotomae, que afecta a los ratones del desierto, Brucella microti, que afecta a roedores y topillos, Brucella ceti y Brucella pinnipedialis, que afectan a los mamíferos marinos, y Brucella inopinata, que sólo se ha encontrado una vez en una infección humana por implante mamario.
Por suerte, la bacteria Brucella canis causa enfermedades mucho menos graves en los humanos que la Brucella del ganado.
¿Cómo se transmite?
La brucelosis afecta tanto a perros machos como a hembras y se transmite de un perro a otro a través de fluidos corporales. La principal vía de transmisión es a través de la actividad sexual. Pero la infección también puede transmitirse por inhalación de orina o membranas fetales contaminadas, a través de los ojos o la cavidad oral, o por ingerir fluidos contaminados, como orina o flujo vaginal. La transmisión a través del aire es muy rara, pero se han registrado algunos casos.
La brucelosis se propaga más rápido entre los perros que viven en espacios reducidos, sobre todo durante la reproducción, el parto o cuando una perra aborta una gestación debido a una infección por brucelosis. En esta última situación, la hembra seguirá secretando fluidos contaminados durante cuatro a seis semanas, lo que hace que todo perro que entre en contacto con ella sea susceptible a la infección.
La bacteria Brucella puede permanecer en el medio ambiente durante mucho tiempo. Puede sobrevivir durante meses en un entorno húmedo, fresco y oscuro.
Signos de brucelosis
La mayoría de los perros adultos con brucelosis no presentan síntomas al principio, mientras que otros desarrollan síntomas como ganglios linfáticos agrandados o inflamación del bazo o el hígado. Si no se trata, la estimulación inmunológica crónica promovida por la bacteria Brucella puede provocar inflamación en los discos de la columna vertebral (conocida como discoespondilitis), uveítis (inflamación ocular profunda), glomerulonefritis (inflamación de los riñones que provoca pérdida de proteínas) y artritis en múltiples articulaciones (poliartritis).
Sin embargo, la mayoría de las veces, el único signo de una brucelosis en las perritas es un aborto espontáneo que se produce al final del embarazo. Otras variaciones menos comunes son una gestación que se pierde al principio del embarazo en lugar de al final, cachorros que nacen muertos o que nacen vivos, pero infectados. En los machos, puede hinchar los sacos del escroto, contraer los testículos y originar infertilidad.
Pruebas y diagnóstico
Para fines de reproducción, la prueba RSAT (prueba rápida de aglutinación en placa) es una prueba que puede identificar con facilidad a los perros que no padecen esta enfermedad. Si la prueba es negativa, el perro puede considerarse negativo. Si la prueba es positiva, es necesario hacer más pruebas. De acuerdo con Wendy Brooks, se producen hasta un 60 % de falsos positivos. Las clínicas veterinarias disponen de un kit de pruebas y algunos centros pueden hacerla mientras esperas.
La prueba IFA (anticuerpos inmunofluorescentes) es un diagnóstico similar, pero debe enviarse al laboratorio de referencia. Se aplican las mismas pautas: negativo significa negativo, positivo significa que es necesario realizar más pruebas. Por supuesto, si existen antecedentes clínicos (como una camada de cachorros abortados) junto con una prueba IFA positiva, quizá no sea necesario profundizar más, ya que la situación es evidente.
Hay dos pruebas adicionales para perros que obtienen un resultado positivo a las pruebas RSAT e IFA. La prueba de inmunodifusión en gel de agar (AGID) se considera la prueba más precisa para confirmar la enfermedad. Una versión de la prueba llamada CPAGID es la más precisa de todas.
Otra prueba es la TAT (prueba de aglutinación en tubo). Busca anticuerpos frente a la Brucella canis. El tratamiento antibiótico con tetraciclinas puede reducir los niveles de anticuerpos lo suficiente como para que la TAT sea negativa, pero esto no indica que la infección haya desaparecido. En este momento, la CPAGID es más favorable que la TAT.
Para que un perro viaje a Australia, se requiere una prueba TAT como parte de la documentación de viaje. Para viajar a Nueva Zelanda, se necesita una prueba AGID.
Opciones de Tratamiento
Por desgracia, no existe un tratamiento confiable para tratar la brucelosis. A veces se da un tratamiento de antibióticos a largo plazo. Pero en la mayoría de los casos, el medicamento solo reduce el nivel de bacterias en el torrente sanguíneo, pero no consigue destruir todas las bacterias Brucella presentes en el cuerpo del perro. Los perros infectados con esta bacteria se consideran positivos a la enfermedad por el resto de su vida.
Resulta interesante que algunos perros se han recuperado de la brucelosis de forma natural. Sin embargo, el sistema inmunológico puede tardar hasta cinco años en eliminar la infección por completo. Los perros que se recuperan de forma natural de esta enfermedad no pueden volver a infectarse, mientras que los perros tratados con antibióticos sí pueden adquirir la infección de nuevo.
Los animales que están infectados con la bacteria Brucella no deberían reproducirse bajo ninguna circunstancia. Es importante separarlos de los animales que sí estén sanos para evitar que se enfermen. De acuerdo con Wendy Brooks:
"Se debe confinar al perro en la vivienda del dueño de por vida. Esto significa que los servicios veterinarios deben ser prestados a domicilio y los servicios de peluquería deben ser prestados por un servicio móvil. Por supuesto, estos proveedores de servicios deben estar advertidos del estado del perro para que puedan emplear el equipo de protección adecuado".
Dado que la brucelosis es zoonótica, las personas con un sistema inmunológico debil o que hayan padecido trastornos autoinmunes no deben exponerse a un animal que haya dado positivo en brucelosis.
Los veterinarios integrales a menudo utilizan hierbas, nutracéuticos y homeopáticos para ayudar a reforzar la respuesta positiva del sistema inmunológico de los perros. Y, por supuesto, siempre se hace hincapié en una nutrición excelente, que incluya alimentos frescos enteros que nutran el sistema inmunológico.