📝    HISTORIA EN BREVE

  • Los bultos y protuberancias son comunes en perros de todas las edades y razas. Los quistes son sacos huecos llenos de líquido o material semisólido, mientras que, los tumores son masas sólidas de células que se dividen de manera anormal.
  • Los quistes suelen ser benignos y no contagiosos. Hay cinco tipos: quistes verdaderos, quistes falsos, quistes sebáceos, quistes foliculares y quistes dermoides. Pueden variar debido a su apariencia y lugar en el cuerpo.
  • Los tumores pueden ser benignos o malignos. Los tipos comunes incluyen tumores de mastocitos, melanomas, histiocitomas y adenomas/adenocarcinomas. Algunos tumores se pueden confundir con quistes y requerir atención veterinaria.
  • Otros crecimientos que pueden aparecer en los perros incluyen marcas en la piel, papilomas (verrugas) y lipomas (tumores grasos). Por lo general son benignos, pero es posible que sea necesario extirparlos si causan molestias.
  • Es importante que un veterinario examine cualquier bulto nuevo o que cambie. Le realizarán pruebas como biopsias o aspiraciones con aguja fina, para determinar si es un crecimiento canceroso.

No es raro ver un bulto que crece en el cuerpo de tu perro: a cualquier edad y raza, los bultos y protuberancias son comunes. No obstante, es útil saber la diferencia entre un quiste y un tumor, y si es mejor dejarlo así o eliminarlo si aparece un crecimiento repentino y desconocido.

¿Qué es un quiste?

Los quistes son un tipo de saco hueco que se encuentra en la piel del perro y que luego se llena con un material líquido, semisólido o sólido. Dicho líquido suele ser de secreciones corporales naturales del perro, como el sebo (sustancia oleosa que secretan las glándulas sebáceas) o productos de degradación, tales como, células cutáneas muertas y queratina. 1

Algunos quistes son pequeños, mientras que otros son grandes. Aparecen en diversas partes del cuerpo, como debajo de la piel de la cabeza, el cuello, el tronco y los párpados. En ocasiones crecen entre los dedos de los pies. 2 De acuerdo con Jerry Klein, director veterinario del American Kennel Club, aunque es posible que los quistes se desarrollen dentro del tejido o en cualquier parte del cuerpo, la mayoría de los que conocemos se encuentran en la piel o debajo. 3

Tipos de quistes en los perros

Los quistes se ven y sienten diferentes, todo depende de su tipo. Por lo general, son protuberancias lisas, elevadas y de crecimiento lento que se ulceran, cambian de color y supuran. Los quistes suelen aparecer de color blanco, azul o son oscuros.

No te preocupes si uno de tus perros tiene un quiste y el otro no. Dichos bultos no se contagian. También son crecimientos benignos, lo que significa que no son cancerosos y no se propagan a otras partes del cuerpo. Los subtipos se dividen en cinco clases:4,5

  1. Quistes verdaderos: que por lo general se forman alrededor de los ojos o en las orejas. Es normal que se asocien con las glándulas sudoríparas y el revestimiento a menudo secreta líquido: cuanto más líquido secreta el revestimiento, más grande se vuelve el bulto. Suelen aparecer translúcidos, oscuros o azulados. De ellos se supura un líquido amarillento. Según Klein, se suelen extirpar con cirugía por un veterinario, para prevenir su recurrencia.
  2. Quistes falsos: a diferencia de los quistes verdaderos, estos no tienen un revestimiento que secrete líquido. Más bien, se forman debido a un trauma o lesión y contienen tejido muerto que se licua, lo que da lugar a una masa oscura llena de líquido.
  3. Quistes sebáceos: que aparecen cerca de los folículos pilosos y se forman cuando una glándula sebácea se bloquea. En consecuencia, los crecimientos suelen llenarse de sebo y tienen un aspecto blanquecino o azulado. Estos pueden romperse o sangrar, lo que los hace propensos a infecciones.
  4. Quistes foliculares (quistes epidermoides): Klein explica que estos quistes celulares se “asocian a la base del folículo piloso, que a menudo se irrita o inflama”. Suelen ser duros y estar llenos de diferentes tipos de materiales. Cuando se exprimen y se expulsan, la secreción puede ser negra, blanca o tener un aspecto maloliente y con textura de queso. En los perros, los quistes foliculares aparecen alrededor de las patas o la boca. Al igual que los quistes sebáceos, son propensos a las infecciones.
  5. Quistes dermoides: se forman cuando la epidermis se separa del tejido subyacente. Rara vez se presentan en perros, pero cuando lo hacen se manifiestan en dos razas: el Rhodesian Ridgeback y el Kerry Blue Terrier. Los quistes dermoides aparecen en el cuello y son congénitos, aunque quizá no aparezcan hasta que el perro tenga entre 9 y 12 meses de edad.

¿Qué es un tumor?

Comparados con los quistes, los tumores requieren atención urgente. Son masas sólidas formadas por células que se dividen de forma anormal. En lugar de seguir el ciclo celular natural que termina en la muerte celular, las células anormales se multiplican sin control. Lo cual ocurre cuando el ADN de las células se daña debido a diversos factores y lleva a la mutación anormal.

Los tumores pueden ser benignos o malignos. Maligno significa que son cancerosos y pueden propagarse a otras áreas del cuerpo. Depende del tipo y la ubicación, los tumores provocan diferentes síntomas. 6,7

Tipos comunes de tumores en perros

A continuación, se presentan algunos ejemplos de tumores que a menudo se confunden con quistes:8,9

  • Tumores de mastocitos (MCT): son los tipos más comunes de cáncer de piel en los perros. Crecen debajo o sobre la piel y varían en tamaño y apariencia, algunos son suaves, mientras que otros son firmes. Los MCT pueden ser lampiños, ulcerados, elevados o descoloridos. A tenor de la Dra. Julie Buzby:
“Los mastocitos, que forman parte del sistema inmunitario, están llenos de gránulos de histamina. En consecuencia, apretar o agravar de cualquier otro modo un tumor de mastocitos puede provocar que los mastocitos internos se desgranulen, y ello libera grandes cantidades de histamina. Esto puede causar anafilaxia, es decir, una reacción alérgica grave”.
  • Melanomas: son resultado de los melanocitos, que son las células de la piel que transportan el pigmento. Es común que en los perros aparezcan en la cavidad oral, aunque estos crecimientos pueden manifestarse en el ojo, el lecho ungueal y el tronco. Por lo general son de color rosa o no pigmentados y son planos en lugar de elevados. Los melanomas en la piel suelen ser benignos, pero en el lecho ungueal y la cavidad oral estos crecimientos son malignos. En concreto, los melanomas orales pueden tener una pigmentación oscura o rosada, y un síntoma común es el mal aliento.
  • Histiocitomas: los perros jóvenes son propensos a tener estos bultos rosados, redondos, elevados y a veces ulcerados. Los histiocitomas a veces se confunden con MCT, pero, son benignos y no es necesario extirparlos ni tratarlos; más bien, el sistema inmunológico del perro los elimina.
  • Adenomas o adenocarcinomas: son crecimientos pequeños, de forma irregular y a veces ulcerados provienen de las glándulas sebáceas. Cuando son benignos, se les denomina adenomas, pero cuando son malignos, se denominan adenocarcinomas. Los adenocarcinomas al inicio pueden ser pequeños, pero crecen a medida que progresan.

Otros crecimientos que pueden aparecer en el cuerpo de tu perro

Recuerda que no todos los crecimientos que veas en el cuerpo de tu perro pueden ser quistes o tumores. Existen otros tipos que también debes identificar. A continuación, se muestran algunos ejemplos:10

  • Acrocordones: son crecimientos que parecen cordones en el cuerpo, pueden crecer grandes y colgar de la piel mediante un tallo estrecho. No es necesario quitarlos, a menos que le causen molestias a tu perro.
  • Papilomas: son verrugas que aparecen en los labios, la cara y el interior de la boca de tu perro. Al igual que los quistes, estos son benignos; sin embargo, la diferencia es que son muy contagiosos. Por lo general, se curan por sí solos, pero si causan problemas, se pueden eliminar.
  • Lipomas: se trata de tumores benignos sólidos llenos de grasa que se encuentran debajo de la capa de grasa de la piel. Por lo general, son un problema cosmético y no son peligrosos. No obstante, si se encuentra en un área donde dificulta el movimiento, como en las piernas, el veterinario puede extirparlo.

Lleva a tu perro al veterinario para que le revisen el bulto

La mayoría de los padres de mascotas entran en pánico al ver por primera vez un crecimiento desconocido en el cuerpo de su perro. A pesar de ello, lo mejor es consultar con un veterinario integrativo para que te ayude a diagnosticar el bulto. Es aconsejable observar el crecimiento, comprobar si cambia de color, crece o se inflama.

Si la masa supura, se inflama o duele al tacto, no demores el chequeo, ya que podría requerir tratamiento de emergencia. Después de un examen físico, el veterinario puede realizar ciertos procedimientos como una biopsia o una aspiración con aguja fina para confirmar si el crecimiento es canceroso o no. La clave es trabajar con el veterinario para diseñar un plan de tratamiento que ayude a extirpar el bulto, de ser necesario, y controlar la afección.