📝 HISTORIA EN BREVE
- La rutina de higiene va más allá de un simple baño, es todo un ritual que fortalece el lazo con tu mascota y ayuda a que se acostumbre a que la manipulen de esa forma
- La frecuencia del baño depende de la raza y el estilo de vida de tu perro, pero hacerlo en exceso puede acabar con los aceites naturales de su piel. Utiliza champús suaves, protege sus orejas y ojos y asegúrate de secarlo bien según el tipo de pelaje
- Cepillarlo de forma regular ayuda a eliminar el pelaje muerto, distribuir los aceites naturales, evitar los enredos en las razas de pelaje largo y comprobar si hay problemas en la piel, como bultos, erupciones o parásitos
- Cortar las uñas es esencial para evitar molestias y problemas al caminar, mientras que limpiar sus oídos ayuda a prevenir infecciones, sobre todo en razas de orejas caídas y perros que aman el agua
- Mientras que la higiene dental, es decir, cepillar sus dientes con regularidad es fundamental para prevenir la acumulación de placa, sarro y enfermedades de las encías, que pueden causar problemas de salud graves que resultan en tratamientos costosos
Las sesiones de higiene completas son fundamentales para la salud de tu mascota. Imagina que no te bañas, ni te lavas el cabello por semanas, ¿cómo te sentirías? Aunque es posible que los perros no necesiten bañarse con tanta frecuencia como los humanos, hacerlo de forma de regular garantiza que se mantengan saludables, limpios y cómodos en todo momento.
Pero, la rutina de higiene de un perro va mucho más allá de un simple baño, implica un chequeo completo de su estado físico, desde la cabeza y las patas, hasta la cola. Puede ser una experiencia positiva que puede fortalecer su relación, confianza y afecto.
Los beneficios de mantener una rutina de higiene regular
La rutina de higiene también es una excelente manera de demostrarle a tu mascota que te preocupas por ella, si bien a algunos perros no les encanta, a otros les fascina la atención y el cuidado que reciben durante estas sesiones, lo que ayuda a mejorar su estado de ánimo y su comportamiento. Según el blog Betty’s Best:
“si tienes prisa o estás estresado durante una de estas sesiones, tu mascota lo sentirá. Por lo que, es mejor que hagas lo posible por cepillarlo y bañarlo cuando tengas suficiente tiempo y paciencia. Si lo haces, debes estar muy presente, y ponerle todo tu tiempo y atención. Distraerse puede provocar errores tontos que le causarán estrés y harán que estas sesiones dejen de gustarle.
Recuerda que el bienestar de tu mascota depende mucho de sus experiencias, y está en tus manos hacerlas lo más positivas posibles. ¡Debes ser cuidadoso al momento de realizar estas sesiones y prestar mucha atención a la forma en que se desarrolla!1
Otra ventaja de estas sesiones de higiene regulares es que permite que tu perro se acostumbre a que lo manipulen; lo que puede ser muy útil, sobre todo si lo llevas a una peluquería canina, al veterinario o incluso para conocer personas nuevas.
Pero, ¿cuál es la mejor forma de hacerlo? Aquí algunos consejos que pueden ayudarte.
Consejos para las sesiones de higiene de tu mascota
Hay algunos factores que debes considerar al momento de bañar a tu perro; aquí algunas estrategias que pueden ser de gran ayuda:
- Frecuencia de los baños: esto depende de la raza de tu perro, su tipo de pelaje y su estilo de vida. Algunos perros necesitan bañarse una o dos veces a la semana, mientras que otros cada dos meses. Algunas personas creen que necesitan bañar a su perro tantas veces como sea posible, pero esto no siempre es lo correcto, ya que podría acabar con los aceites naturales de su piel, que ayudan a prevenir la resequedad y la descamación, y protegen su barrera cutánea. Aquí hay un indicador más confiable: si tu perro se ve o huele como si necesitara un baño, entonces es probable que debas hacerlo. El baño no solo elimina la suciedad, los alérgenos y los parásitos de su cuerpo, sino que también alivia la piel sensible.
- Tipo de champú: utiliza un champú natural a base de ingredientes suaves. El champú de árbol de té es muy bueno para los perros con infecciones de la piel, mientras que el champú medicinal puede ser ideal para perros con pulgas o garrapatas.
- Protección de oídos y ojos: a los perros no les gusta que les rocíen o les echen agua en la cabeza, ya que la humedad podría entrar en su canal auditivo y causar infecciones de oído. También evita poner champú en su cabeza, ya que puedes irritarle los ojos por accidente.
- Secado después del baño: es posible que las razas de pelaje corto solo ocupen una toalla y algunas sacudidas para secarse, pero las razas de pelaje largo y grueso podrían necesitar secado con toalla y secadora.
Consejos para mantener el estrés bajo control
A la mayoría de las mascotas (y a algunos dueños) no les gusta la hora del baño, lo que puede provocar estrés y ansiedad en ambos. Pero, la hora del baño no tiene que ser estresante, solo sigue estos consejos:
- Cepilla bien a tu mascota antes de bañarla: esto eliminará residuos, pelaje muerto y enredado. Si a tu perro le encanta que lo cepillen, esto le ayudará a relajarse y calmarse antes del baño.
- Ten a la mano todo lo que necesitas para el baño: esto incluye champú, toalla limpia y secadora. A algunos perros no les gustan las tinas de baño, si tu perro es pequeño, báñalo en el lavadero o el fregadero de la cocina. En el caso de perros grandes, puedes bañarlos al aire libre si el clima es cálido y agradable.
- Mantén el agua a buena temperatura:ni demasiado fría, ni demasiado caliente. Coloca una toalla en el fondo de la bañera para que tu perro tenga un apoyo seguro (esto evitará que se resbale).
- Enjabona de adelante hacia atrás: primero moja bien a tu perro y luego, aplica el champú para formar espuma. Enjabona su espalda, los costados, la parte inferior, las axilas, las piernas y las patas. Y no te olvides del área debajo del cuello, la parte trasera, el área de la ingle y la cola.
- Enjuágalo bien: utiliza una toallita para limpiarle el área de la cara y alrededor de los ojos. Asegúrate de escurrir la mayor cantidad de agua posible de su pelaje antes de sacarlo de la bañera y permitir que se sacuda.
Rutina de cuidado de la piel, el pelaje y las uñas
Además del baño, cepillar a tu perro con regularidad ayuda a garantizar que su piel y su pelaje se mantengan en excelentes condiciones. Asegúrate de cepillar bien el pelaje de tu mascota, sobre todo si es de raza de pelaje largo o medio. El cepillado no solo elimina el pelaje muerto, la caspa y la suciedad, sino que también permite que los aceites naturales se extiendan por todo su pelaje.
Además, elimina los nudos y enredos. En las razas de pelaje largo, esto es esencial para evitar que se enrede y cause dolor y molestia.
Estas rutinas de higiene también te permitirán detectar cualquier signo visible de problemas de salud. Revisa bien su piel en busca de bultos, protuberancias, erupciones y parásitos como garrapatas y pulgas. Como dije, te ayudará a detectar a tiempo cualquier problema y evitar que se convierta en algo más grave.
En cuanto a las uñas, por lo general, necesitan un corte adecuado: tener las uñas demasiado largas puede ser muy incómodo y afectar la forma en que caminan o corren. Las uñas largas pueden curvarse hacia las almohadillas de las patas y causar dolor o alguna infección. 3
También limpia los dientes y los oídos
Revisa de forma periódica las orejas de tu perro para asegurarte que no tengan mucha cerilla, ni residuos. Las razas con orejas caídas o perros propensos a infecciones necesitan limpiezas regulares para evitar que su problema empeore.
Como se mencionó, la hora del baño puede provocar que quede humedad en los oídos. Los perros que aman nadar o pasar tiempo en el agua también son propensos a sufrir infecciones, así que asegúrate de secarlos bien y revisarlos de forma regular en busca de humedad.
En cuanto a su salud bucal, cepilla sus dientes con regularidad para evitar que se acumule placa y sarro que pueden causar caries, enfermedades de las encías y mal aliento. Los problemas dentales en los perros pueden causar dolor y terminar en tratamientos costosos en el futuro, así que asegúrese de incluir el cepillado de dientes en su rutina de higiene.