📝    HISTORIA EN BREVE

• Los perros ladran diferente en distintos contextos, y emiten una variedad de subtipos de ladridos que pueden actuar como formas específicas de comunicación
• Por ejemplo, los perros emiten diferentes ladridos en respuesta a una perturbación, aislamiento y juego
• También se les puede identificar por sus ladridos únicos

Muchos dueños de mascotas pueden distinguir el significado de los distintos ladridos de su perro. Puede utilizar un ladrido cuando está emocionado (por ejemplo, cuando llegas a casa), otro cuando siente una amenaza y otro cuando tiene ganas de jugar.

No obstante, el mundo de la investigación sugirió que el ladrido del perro, que a veces puede continuar durante mucho tiempo incluso en aparente ausencia de respuesta, es en su mayor parte sólo ruido.

Dicho sentimiento comenzó a cambiar a la luz de las investigaciones sobre otras vocalizaciones animales, como la de los pollos. Los pollos emiten al menos 30 sonidos diferentes, entre ellos “cloqueo”, “píar”, “corte-corte” y “graznido”, cada uno con su propio significado.

Emiten diferentes sonidos para llamar la atención, pedir comida, advertir sobre depredadores, incluso distinguen entre depredadores voladores o terrestres, y más. Si tienen un lenguaje complejo ¿por qué los perros no? Incluso las comunicaciones más largas que parecen no provocar respuestas directas, como los ladridos, pueden ser malinterpretadas

Los estudios han demostrado que, cuando las ardillas terrestres escuchan vocalizaciones largas de otras ardillas, cambian su actividad y posturas corporales en respuesta. Incluso los lobos pueden aullar durante horas y horas, y es poco probable que lo hagan sin ningún propósito.

Los perros tienen diferentes ladridos

La Dra. Sophia Yin, especialista en comportamiento animal aplicado, exploró la hipótesis de que los perros ladran de manera diferente en distintos contextos, lo que hace que tengan diferentes ladridos que pueden servir de maneras de comunicación.

Grabó a 10 perros que ladraban en tres situaciones diferentes y descubrió que cada uno de ellos podía clasificarse en un subtipo:

1. Momento perturbador: los perros que ladraron al oír el sonido del timbre tuvieron ladridos ásperos y graves con poca variación de tono. La Dra. Sophia escribió para The Bark: “Los perros emitieron estos ladridos con toda su fuerza y tan rápido que a menudo se fusionaban en lo que llamé 'superladridos'”.¹
2. Momento de aislamiento: cuando los perros estuvieron encerrados afuera, aislados de sus dueños, emitieron ladridos más agudos y tonales que variaron en tono y amplitud. La Dra. Sophia explicó: “por lo general, se produjeron como ladridos aislados, pero algunos perros en definitiva aprendieron a ladrar de forma más repetitiva y al hacerlo al final se reencontraron con su dueño”.²
3. Momento de juego: los ladridos de los perros cuando jugaban con sus dueños u otros perros fueron similares a los ladridos de aislamiento, pero tendían a producirse en grupos, no de manera individual.

A través de un análisis meticuloso de más de 600 ladridos registrados, se revelaron los subtipos. La Dra. Sophia y Brenda McCowan, Ph.D., colega y especialista en comunicación acústica animal de la University of California en Davis, utilizaron un programa de análisis de sonido para convertir las grabaciones de audio en representaciones visuales de tono y amplitud a lo largo del tiempo.

Los perros pueden identificarse por sus ladridos

Otro aspecto intrigante del estudio se relaciona con la identificación de perros según su ladrido. Lo cual resultó ser posible, y si tienes varios perros, es probable que ya lo supieras.

No sólo es probable que determines cuál de tus perros ladra en un momento dado, sin siquiera verlo; sino que, si prestas atención también deberías poder identificar cuál de los perros de tus vecinos ladra tan sólo por el sonido.

Además, el estudio reveló que, dado que los subtipos de ladridos tienden a ocurrir en diferentes contextos, éstos pueden proporcionar información específica a los oyentes. Por ejemplo, tu perro puede tener un ladrido específico para alertarte de un intruso, y otro para decirte que un amigo conocido está en la puerta.

También puede utilizar diferentes sonidos (por ejemplo, resoplados), todo depende de la urgencia de sus peticiones (por ejemplo, como que le dejen entrar o salir).

Podrían ser sus ladridos una manera de comunicarse

De nuevo, la mayoría de los dueños de perros dirían rápido “sí”, pero en términos científicos, “para que una vocalización sea comunicación, el animal que escucha la señal debe responder de una manera específica”, escribió la Dra. Sophia. ³

Un estudio de Italia sobre perros sugiere que éste es el caso. Cuando las jaurías pequeñas de perros salvajes escucharon los ladridos de una jauría más grande que se dirigía a un basurero, la jauría pequeña abandonó el área, en lugar de quedarse para desafiarlos.

También se dice que, para que las vocalizaciones sean comunicación, el vocalizador debe cambiar su “tono” en respuesta a las reacciones de sus oyentes. La Dra. Sophia sugiere que es probable que éste también sea el caso. Escribió en The Bark:⁴

“Si bien, hay poca investigación en esta área, las observaciones generales indican que esto también sucede.

Por ejemplo, cuando un perro le ladra al timbre y, ya sea que otro perro o un ser humano se unan con un '¡No!' con tono de ladrido, el perro responde con un ladrido más fuerte y prolongado. Si no lo imitas, de pronto el ladrido se apaga".

Lenguaje animal universal

Algunos investigadores también sugieren que un lenguaje animal universal une a todos los mamíferos, incluso a los seres humanos, hasta cierto punto. En un estudio que se publicó en la revista Applied Animal Behaviour Science, los investigadores descubrieron que, tanto los adultos como los niños pudieron identificar con facilidad los ladridos de los perros que muestran miedo o soledad, enojo y juego. ⁵

Incluso las personas que tenían poca experiencia con perros fueron capaces de interpretar de manera correcta el estado emocional de un perro con base en su ladrido. Es posible que todos los mamíferos estén programados a nivel genético para producir e interpretar sonidos similares en respuesta a ciertas emociones.

De acuerdo con Stanley Coren, Ph.D., profesor emérito de la University of British Columbia, también es posible que los seres humanos prefirieran perros con ladridos más interpretables y que éste rasgo fuera seleccionado con el tiempo. El resultado final puede ser que, los perros sean capaces de comunicarnos de manera sencilla diferentes emociones a través de sus ladridos, y ellos, a su vez, sean capaces de captar también nuestras emociones. ⁶