📝    HISTORIA EN BREVE

  • Los glóbulos rojos son responsables de transportar oxígeno a todo el cuerpo de tu mascota, lo cual es esencial para mantener su energía, salud y bienestar general
  • La anemia hemolítica inmunomediada (AHIM) ocurre cuando el sistema inmunológico identifica por error a los glóbulos rojos sanos como amenazas y los destruye. Esta condición es más común en los perros que en los gatos
  • Los síntomas clave de la AHIM incluyen letargo, encías pálidas o amarillas, respiración y ritmo cardíaco acelerados, orina de color oscuro y hematomas inexplicables o manchas rojas en la piel
  • El diagnóstico implica análisis de sangre y exámenes físicos, mientras que el tratamiento incluye transfusiones de sangre, medicamentos inmunosupresores y terapias nuevas como el tratamiento con células madre
  • Reduce el riesgo de AHIM de tu mascota con una nutrición adecuada, control del estrés, prevención natural de parásitos, un entorno libre de toxinas y revisiones regulares

El bienestar de tu mascota depende del equilibrio y el funcionamiento de muchos procesos vitales, incluyendo la producción y el mantenimiento de glóbulos rojos sanos, que transportan oxígeno por todo el cuerpo. Pero ¿qué sucede cuando el sistema inmunológico ataca estas células?

Este es el caso de la anemia hemolítica inmunomediada (AHIM), en la que el cuerpo identifica por error a sus glóbulos rojos como invasores y los destruye. La AHIM causa anemia grave, lo que deja a tu mascota débil y con letargo. 1

Si no se trata de inmediato, esta afección podría ser fatal. Comprender sus causas y síntomas te permitirá cuidar mejor a tu mascota, reconocer las señales de advertencia de forma temprana y buscar atención veterinaria para proteger su salud.

¿Qué es la anemia hemolítica inmunomediada?

La anemia se produce cuando no hay suficientes glóbulos rojos o hemoglobina insuficiente, que es la proteína dentro de los glóbulos rojos que transporta el oxígeno. La anemia tiene tres causas principales: pérdida de sangre (por ejemplo, debido a una lesión o hemorragia interna), producción insuficiente de glóbulos rojos (diseritropoyesis) y destrucción de glóbulos rojos (hemólisis). 2

La AHIM se clasifica dentro de la hemólisis. En esta condición, el sistema inmunológico, que por lo general defiende contra invasores dañinos como bacterias y virus, identifica por error a los glóbulos rojos del cuerpo como una amenaza extraña, lo que hace que los anticuerpos se unan a los glóbulos rojos y los destruyan.

Esto provoca una caída peligrosa de los niveles de glóbulos rojos y del suministro de oxígeno en todo el cuerpo. 3 Hay dos formas en que se destruyen los glóbulos rojos en la AHIM:4

  • Hemólisis intravascular ocurre dentro de los vasos sanguíneos, donde los glóbulos rojos se rompen y liberan hemoglobina de forma directa en el torrente sanguíneo. Esto suele conducir a un peor pronóstico.
  • Hemólisis extravascular ocurre con más frecuencia en órganos como el hígado y el bazo, donde las células descomponen los glóbulos rojos. Este proceso puede sobrecargar el hígado y causar una acumulación de bilirrubina a partir de la descomposición de la hemoglobina, lo que provoca ictericia o coloración amarilla de la piel, los ojos y las encías.

La AHIM se divide en dos tipos:5

  • La AHIM primaria ocurre cuando el sistema inmunológico funciona mal sin ninguna causa identificable. Suele deberse a la predisposición genética.
  • La AHIM secundaria es causada por una condición subyacente, como infecciones, cáncer, reacciones adversas a medicamentos o exposición a toxinas del ambiente. El estrés grave también puede contribuir a la AHIM secundaria.

Ciertas razas de perros son más propensas a la AHIM primaria, incluyendo los cocker spaniel, los schnauzer miniatura, los antiguos pastores ingleses y los caniches, lo que indica un componente hereditario. Las hembras y los perros de mediana edad también corren un riesgo mayor, lo que puede indicar factores hormonales o relacionados con la edad. Aunque la AHIM es menos común en los gatos, a menudo es una afección secundaria que se relaciona con otras enfermedades. 6

Los síntomas de la AHIM

Los síntomas de la AHIM pueden aparecer de forma repentina y pueden variar de sutiles a graves. Presta atención a las siguientes señales:7,8,9

  • Letargo: tu mascota puede parecer más cansada de lo usual, con menos ganas de jugar o con más ganas de descansar de lo habitual. Esta caída notable de energía es a menudo uno de los primeros signos de AHIM.
  • Encías pálidas o amarillas: revisa con regularidad las encías de tu mascota. Las encías pálidas indican menores niveles de glóbulos rojos, mientras que un tinte amarillo (ictericia) sugiere que el hígado tiene dificultades para descomponer los glóbulos rojos.
  • Cambios en la respiración y la frecuencia cardíaca: la respiración rápida, el jadeo o los latidos cardíacos acelerados pueden indicar que el cuerpo de tu mascota trabaja más de lo usual para compensar la falta de oxígeno.
  • Orina de color oscuro: la orina de color marrón rojizo, similar al color del café o del vino de Oporto, es una señal de advertencia de hemólisis intravascular.
  • Moretones o manchas rojas en la piel: pueden aparecer manchas rojas pequeñas (petequias) o hematomas inexplicables si la AHIM está acompañada de trombocitopenia inmunomediada (IMTP, por sus siglas en inglés), que es una afección que también ataca las plaquetas.

Si notas alguno de estos síntomas, comunícate con tu veterinario de inmediato. Actuar con rapidez puede aumentar en gran medida las posibilidades de recuperación de tu mascota y ayudar a controlar esta afección que podría resultar mortal.

¿Cómo se diagnostica la AHIM?

El diagnóstico de la AHIM implica una combinación de exámenes físicos, el historial de salud de tu mascota y algunas pruebas clave. Tu veterinario comenzará por buscar signos de anemia y puede preguntarte si tu mascota se enfermó hace poco, comenzó a tomar nuevos medicamentos o presenta un comportamiento inusual.

Un hemograma completo puede confirmar la anemia y mostrar si la médula ósea trabaja más de lo usual para reemplazar los glóbulos rojos. Bajo el microscopio, tu veterinario puede detectar esferocitos, que son los glóbulos rojos dañados durante ataques del sistema inmunológico. Estas son señales reveladoras de la AHIM.

Otra prueba rápida es la prueba de aglutinación salina (SAGT, por sus siglas en inglés), la cual verifica si los glóbulos rojos se agrupan. Por lo general, la agrupación significa que los anticuerpos están unidos a las células, un indicador fuerte de AHIM. Si esta prueba es positiva, el tratamiento suele comenzar de inmediato. 10,11

En ciertos casos, se pueden realizar pruebas adicionales como la prueba de Coombs para confirmar la presencia de anticuerpos. Las radiografías o las ecografías pueden detectar causas secundarias, como tumores o infecciones. 12

¿Cómo se trata la AHIM?

El tratamiento de la AHIM implica varios pasos para estabilizar a tu mascota, controlar el ataque del sistema inmunológico a los glóbulos rojos y apoyar su recuperación. Es posible que sea necesario realizar una transfusión de sangre en casos graves en los que la anemia deje a tu mascota débil o con dificultad para respirar.

Este procedimiento reemplaza de forma rápida los glóbulos rojos perdidos, lo que restaura el oxígeno al cuerpo y proporciona un alivio inmediato. Aunque no aborda la causa subyacente, aporta un alivio inmediato y gana tiempo para que otros tratamientos surtan efecto.

Los tratamientos convencionales a menudo incluyen la terapia inmunosupresora para retardar el ataque del sistema inmunológico a los glóbulos rojos. Los veterinarios suelen recetar corticosteroides como la prednisona para suprimir la hiperactividad inmunológica y disminuir la destrucción de los glóbulos rojos. Si las mascotas no responden bien a los corticosteroides o presentan efectos secundarios, los veterinarios pueden agregar otros medicamentos inmunosupresores, como la ciclosporina. 13,14

Un enfoque holístico para tratar la AHIM se centra en integrar cuidados de apoyo junto con estas terapias convencionales. Esto incluye mejorar la resiliencia de tu mascota al abordar la nutrición, el estrés y la salud de los órganos. Las mascotas con AHIM a menudo se benefician de una alimentación antiinflamatoria rica en nutrientes que favorezca la producción de glóbulos rojos.

Los alimentos ricos en hierro, vitaminas B y antioxidantes, como el hígado, las espinacas y los arándanos, pueden reponer las reservas agotadas. 15 Este enfoque funciona junto con el tratamiento convencional para promover la curación y la recuperación a largo plazo.

Los coágulos de sangre son un riesgo grave para las mascotas con AHIM. El tratamiento convencional a menudo implica anticoagulantes como rivaroxabán para prevenir coágulos, los cuales pueden ser mortales si ocurren en áreas críticas como los pulmones. 16 Desde una perspectiva holística, monitorear los riesgos de coagulación y apoyar la circulación mediante terapias suaves, como la acupuntura o el masaje,17 puede complementar los medicamentos anticoagulantes convencionales.

La terapia con células madre: un tratamiento prometedor para la AHIM

Las terapias emergentes, como los tratamientos con células madre, cada vez son más populares para el tratamiento de la AHIM. Un estudio de marzo de 2024 publicado en el Journal of Animal Reproduction and Biotechnology18 examinó el uso de células madre mesenquimales derivadas de la membrana amniótica para reducir la inflamación y regular el sistema inmunológico de perros con AHIM grave.

El estudio involucró a tres perros con AHIM avanzada que no respondieron a tratamientos tradicionales como transfusiones de sangre y hospitalización. Estos perros tenían anemia severa y marcadores elevados de inflamación. Recibieron de dos a tres inyecciones intravenosas de células madre a lo largo de varias semanas.

Los resultados demostraron que los niveles de glóbulos rojos mejoraron de forma drástica después del tratamiento; el hematocrito de un perro aumentó de un 19 % a un 47 %, lo que indica que se restauró la capacidad de transportar oxígeno.

Lo que hace que este enfoque en particular sea prometedor es que no solo mejoró los síntomas de los perros, sino que también ayudó a abordar el origen de la AHIM. Calmar la respuesta inmunitaria hiperactiva de los perros, como lo evidenciaron los menores niveles de proteína C reactiva (PCR), evitó una mayor destrucción de glóbulos rojos y redujo la inflamación.

“Todos los perros presentaron mejores condiciones y signos vitales, y no se descubrieron efectos secundarios durante el segundo tratamiento. "Después de tres tratamientos con células madre, la condición del paciente casi volvió a la normalidad", señalaron los autores. 19 Aunque se necesitan más investigaciones para confirmar estos hallazgos en grupos más grandes de perros, este estudio ofrece esperanza para las mascotas con AHIM que no responden a los tratamientos convencionales.

Estrategias para reducir el riesgo de AHIM en tu mascota

Si bien, no todos los casos de AHIM se pueden prevenir, existen medidas proactivas que puedes tomar para reducir el riesgo de tu mascota y mantenerla lo más saludable posible:

  • Programa visitas regulares al veterinario: los chequeos regulares permiten a tu veterinario detectar señales tempranas de anemia u otras afecciones subyacentes que pueden provocar AHIM antes de que se agraven.
  • Prevén los parásitos: protege a tu mascota de infecciones como Ehrlichia o Babesia, que se relacionan con la AHIM. 20 Busca preventivos naturales de plagas, como aerosoles a base de aceites esenciales o tierra de diatomeas. Las revisiones regulares para detectar garrapatas y mantener un entorno limpio y libre de plagas también reducen la exposición de tu mascota a estos parásitos dañinos.
  • Monitorea los medicamentos: algunos medicamentos pueden tener efectos secundarios que pueden contribuir a la AHIM. 21 Consulta siempre a tu veterinario sobre los posibles riesgos de cualquier medicamento nuevo e informa de inmediato cualquier síntoma inusual.
  • Brinda una alimentación equilibrada y apropiada para su especie: darle a tu mascota una alimentación rica en proteínas y alimentos frescos favorece la producción de glóbulos rojos, refuerza su sistema inmunológico y mejora su salud general. Agrega alimentos ricos en nutrientes como hígado, espinacas y arándanos para ayudar a reponer las vitaminas y minerales esenciales. 22
  • Reduce el estrés: un entorno tranquilo y estable es esencial para apoyar la salud inmunológica de tu mascota. Disminuye la exposición a ruidos fuertes, cambios repentinos o situaciones de mucho estrés para reducir el riesgo de desequilibrios en el sistema inmunológico. El ejercicio regular y las actividades de enriquecimiento también reducen el estrés y mantienen a tu mascota feliz.
  • Reduce la exposición a toxinas: manten los productos químicos dañinos fuera del alcance de tu mascota, elije preventivos naturales contra pulgas y garrapatas, usa productos de limpieza y para el césped seguros para mascotas y evita la exposición innecesaria al humo del cigarro.

La AHIM es una enfermedad grave, pero con una detección temprana, un tratamiento adecuado y un cuidado atento, muchas mascotas se recuperan y viven vidas felices y saludables. Puedes proteger los glóbulos rojos de tu mascota de esta amenaza si te mantienes informado y proactivo.