HISTORIA EN BREVE

  • Los problemas relacionados con el adiestramiento canino son una de las primeras causas por las que llevan a los animales a un refugio, así como, los problemas de comportamiento cuando se visita al veterinario
  • El tiempo ideal para comenzar a entrenar a una mascota es a las 8.5 semanas de edad; no obstante, cualquier perro de cualquier edad puede recibir adiestramiento si su dueño es persistente, positivo y paciente
  • Existen cuatro reglas para entrenarlos en casa: 1) Nunca dejes sin supervisión a un perro que no tiene adiestramiento. 2) Aliméntalo a diario en el mismo horario, no le des comida a libre demanda. 3) Prémialo cuando se comporte bien. 4) No lo castigues
  • Es bueno establecer señales verbales al momento de entrenarles ya que, sin importar en dónde te encuentres, le puedes dar esa señal para que se calme

Por la Dra. Karen Shaw Becker

Es muy triste que a muchos perros los lleven a refugios de animales debido a problemas con el adiestramiento, ya que cerca del 25 % de los problemas de comportamiento durante las visitas al veterinario, tienen el mismo origen.

Desde mi experiencia, una de las razones primordiales de las fallas del adiestramiento ocurre debido a que los dueños perciben a sus perros como seres humanos. Tienden a reaccionar ante un incidente de orina de la misma manera que si lo hubiera hecho un ser humano. No obstante, es verdad que los perros son miembros de la familia, pero no son seres humanos. Por eso cuando orinen o defequen, se debe de tratar de la manera correcta el suceso. Es muy común que se obtengan resultados muy diferentes a los esperados y la situación se empeora.

Dicho evento es una función natural y los cachorros, en específico, lo hacen a la hora en que lo necesitan y en donde sea que les den ganas, hasta que crecen y maduran a nivel psicológico para poder controlarlo, además de que se deben sentir motivados para orinar o defecar afuera. Ambos factores juegan un papel importante antes de que los cachorros puedan recibir adiestramiento.

Lo bueno es que es posible que se les entrene de manera exitosa y a cualquier edad. Enseñarles hábitos relacionados con ir al baño es mucho más sencillo en cachorros que entrenar o reentrenar a un perro adulto, aunque no es una “misión imposible”.

Existen tres cosas que harán del adiestramiento un éxito para tu perro, y en verdad son muy importantes. Estos son: la constancia, el refuerzo positivo y la paciencia.

El mejor momento para entrenar a los cachorros

El mejor momento para entrenarlos es desde su primer día en casa. No obstante, es importante recordar que, así como los niños, los cachorros no tienen el desarrollo cognitivo neuronal idóneo para controlar su necesidad de ir al baño, pues no serán capaces de regular su vejiga y aguantarse para orinar.

Si compraste o rescataste a tu cachorro de alguna organización o criadero, ellos tienen programas de socialización, los cuales construyen su cognición y experiencias sociales desde las cuatro a ocho semanas de edad. Muchos cachorros llegan a sus nuevos hogares con adiestramiento parcial, así que pregunta al refugio o al criadero acerca de cómo acceder a alguno de estos programas invaluables y de aprendizaje temprano antes de llevar a tu cachorro a casa.

El primer paso es encontrar un lugar con pasto en el exterior, puedes llevar a tu mascota varias veces cuando sea el momento de ir al baño. Su cerebro está lo suficientemente maduro alrededor de las 8.5 semanas para comenzar a asociar el olor y la superficie del lugar en donde irá al baño en el momento adecuado. No solo los cachorros a esta edad comienzan a generar esas conexiones mentales importantes, sino que son buenos para controlar cuándo y dónde van a usar el baño.

El adiestramiento de tu cachorro tiene dos fases, la primera es que debe aprender a controlarse a sí mismo para ir al baño en el lugar idóneo, después, tiene que aprender a contener la orina y las heces hasta que esté en donde pueda hacerlo.

Se debe de llevar al cachorro a dicho lugar cada hora y después de comer, jugar y dormir. Es importante observar su comportamiento y aprender acerca del momento en el que exprese señales de “quiero ir al baño”. Mientras más grande sea, menos veces irá. Sin embargo, ningún perro debe pasar más de 8 a 10 horas sin ir al baño, en específico si son cachorros.

4 reglas básicas de adiestramiento

De acuerdo con mi experiencia, hay cuatro reglas básicas de adiestramiento para cualquier perro.

Número 1. Nunca dejes a un perro no adiestrado sin atención, ni siquiera un minuto. Si te interesa tu perro, el hecho de que esté contigo en el mismo cuarto no cuenta. Es muy importante que cuides que no se equivoque durante el adiestramiento. Cuando no puedas estar al pendiente, lo cual no pasa siempre, debería estar en su jaula.

Algunos dueños creen que las jaulas son malas; no obstante, esto está lejos de la realidad. Una jaula es un hábitat normal y natural para un perro, siempre y cuando no lo relacione con un castigo. Nunca debes ponerlo ahí para castigarlo.

Los perros son guardianes por naturaleza. En circunstancias normales, disfrutan y buscan espacios pequeños, seguros y cálidos para descansar. Si le proporcionas a tu cachorro su propia cueva en forma de jaula, y no hay nada que le obligue o castigue a relacionarse con ella, aprenderá a amarla.

Dejo las puertas de las jaulas abiertas y a mis perros les encanta hacer la siesta ahí, lo que es una experiencia que yo quise crearles. Una jaula tiene muchos usos, tanto para ti como para tu mascota adiestrada.

La naturaleza permite que dicho lugar le ayude a tu mascota a aprender el control de esfínteres de manera consciente. En la naturaleza, las madres lobasles enseñan a sus crías a ir al baño fuera de la cueva. Si le proporcionas a tu mascota su propia cueva, contribuyes de manera armoniosa a que no la ensucie.

Otros usos para el portador incluyen el mantenerla a salvo de una lista enorme de peligros y posibles desastres, desde cables de tomacorriente, la comida del gato, o los hijos pequeños de tus invitados. Si estás en contra de entrenarlo con jaula, tu única opción es ponerle una correa para que sin importar a donde vayas, estés al pendiente.

Debes de poner un clip en una correa corta, no más larga de 1.2 metros (4 pies). Pónsela y sujétala a tu ropa o cinturón. Es obvio que esto no será práctico, y por ello, recomiendo la jaula.

Número 2. Alimenta a tu perro a la misma hora siempre. Si tienes un tazón de comida siempre disponible para tu perro sin adiestrar, para que picotee a ratos, lo hará siempre y defecará sin medida y a cada rato. Será imposible que encuentres la hora ideal para que pueda ir al baño. No te recomiendo el bufé de todo el día como método para alimentar a tus mascotas en ninguna circunstancia; además, es una pésima idea para un perro sin adiestramiento.

Si alimentas a tu perro o cachorro de manera constante una, dos o tres veces al día de manera regular y de acuerdo con su edad, sabrás que a los 30 minutos o después de una hora de haber comido, necesitará ir al baño. Es importante que alguien lo saque al baño en ese momento.

El alimentarlo en horarios específicos lo hace más predecible y le permite ejercitar su control en dicha situación. Si le brindas más oportunidades para entrenar, más rápido aprenderá.

Número 3. Premia su buen comportamiento. Para poder adiestrarlo de manera exitosa para ir al baño, es crucial que premies su buen comportamiento y lo recompenses de maneras que pueda comprender. Los lapsos de tiempo son algo muy importante, ya que tu perro captará las claves en el tono de tu voz. Si le dices: “Buen chico”, “Buena chica”, “Eso es lo que esperaba”, “Bien hecho”, de una manera amorosa, tranquila y con un tono calmado, estarás reforzando su comportamiento.

Casi todos los perros hablan el lenguaje de la comida, así que, los bocadillos o premios son una buena manera de recompensar durante el adiestramiento. Cuando tu perro vaya al baño en el lugar correcto, recompénsale con palabras y dale un premio dentro de los tres segundos subsecuentes a su comportamiento. Recuerda que, ser constante es fundamental, así que, asegúrate de darle un premio dentro de ese lapso, cada vez que lo haga en el lugar correcto.

Después de un tiempo, reconocerá que te hace feliz cuando va al baño en ese lugar y regresará para que le premies. Si lo que quieres es reforzar ese buen comportamiento cada que lo hace, no hay mejor manera de recompensarle desde el inicio que con premios.

Los premios solo funcionan para periodos cortos, para hacer que las mascotas respondan a los elogios. Una vez que tu perro esté adiestrado por completo, ya no tienes que darle premios, solo felicitarle de manera verbal.

Número 4. No lo castigues por sus errores. No le grites, no hagas contacto físico y nunca restriegues su nariz en donde orinó o defecó. Para muchas personas esta podría ser la regla más difícil de seguir; no obstante, es la más importante.

Claro que resulta frustrante cuando tu mascota no quiere acatar el adiestramiento. Sin embargo, para que este sea exitoso debes evitar castigarlo por cada error que cometa, pues estos seguirán pasando.

Por ejemplo, a veces la primera cosa que hacen en la mañana las mascotas es salir a orinar. En esos momentos sus vejigas aún se están adecuando, no saben cuándo hay que hacerlo y diez minutos después pueden llegar a defecar adentro.

Si esto te sucede, debes ser más inteligente que tu cachorro. Sácalo en la mañana y cinco minutos después sácalo de nuevo para que termine de vaciar su vejiga. Es importante ajustar su comportamiento cuando cometa errores. Primero, no dejes que se equivoque, pero cuando pase, reconoce que la manera en que respondes ocasiona todo lo que pasa después. Si respondes de manera negativa, le enseñas a temerte.

Hay una manera de que responda bien después de que ocurrió el suceso, esta es irte a otro cuarto que esté apartado de donde ocurrió el accidente, para que te aprenda a avisar cuando necesita ir al baño. Tu perro sabrá que estás triste con él, pero no entenderá por qué, estará confundido y asustado. Desde su punto de vista, eres el centro de su universo; por lo tanto, es muy importante que tu papel moldee la confianza como una emoción fundamental en su relación.

Aunque lo encuentres en el acto, asegúrate de no responder con enojo. Lo que podría suceder en ese momento justo es que se asuste al verte así. Es importante que cada situación durante el adiestramiento sea positiva, así que no lo castigues ni lo asustes.

Lo más importante a recordar es que, si tu cachorro está haciendo sus necesidades en el piso, es una indicación que te tardaste en sacarlo. Asegúrate de que le ayudes a que tenga éxito en este aspecto vital del adiestramiento.

Establecer claves verbales

Cuando vaya a ser momento de que salga al baño en la mañana, lleva algunos premios, deja que los huela y llévale a una parte específica. Dale unos cinco minutos para que haga sus necesidades, es tiempo suficiente para que olfatee y decida a dónde ir. Si le diriges a su lugar y hace todo bien, es una buena señal de que si hará lo correcto esta vez.

Después de eso, llévalo a su jaula o espacio específico, cierra la puerta para prevenir que deambule en la casa y vaya a tener un accidente. Esto le podría hacerlo fallar en el adiestramiento y, recuerda, el objetivo es todo lo contrario.

Dentro de los próximos 10 a 15 minutos y con premios en la mano, sácalo otra vez y deja que lo intente de nuevo. No repetirás esto más de una sola vez, pero prepárate para hacerlo unas cuantas veces más.

No cometas el error de asumir que si no hace sus necesidades cuando la sacaste es porque no lo necesita, claro que necesita salir, es lo primero que debe hacer en la mañana. Debe estar ya sea en su jaula o en su área específica, para que haga del baño en la mañana.

Cuando lo haga, refuerza su comportamiento con una clave verbal. Por ejemplo, en el momento en que comience a orinar, dile “orina” en un tono bajo, para reafirmarlo. Lo cual remarca el comportamiento que tu deseas reforzar. Lo que estarás haciendo es asociando en su mente la palabra “orina” con la acción de orinar. “Popó” u otras frases cortas son buenas claves verbales para ir al baño.

En última instancia, podrás llevar a tu perro a un área, de preferencia a cualquier lugar que escojas en casa o donde sea, y dile la clave verbal que escogiste y de manera mágica lo hará; tres segundos después de haberlo hecho, dale un premio y dile “¡Bien hecho!”.

Dale un par de premios más y felicítale antes de entrar. No esperes a estar adentro para darle algún premio, ya que le enseñarás a asociar el entrar con los premios, en lugar de usar el baño afuera.