HISTORIA EN BREVE
- Hace poco, Moose, un labrador color chocolate de Wisconsin, sobrevivió a una blastomicosis; pero, por desgracia, los perros que contraen esta infección no siempre tienen tanta suerte
- La blastomicosis es una infección fúngica y sistémica causada por un organismo que crece en la madera en descomposición y en la tierra mojada, y suele encontrarse en entornos húmedos como pantanos, lagos y orillas de ríos
- Suele afectar en mayor medida a perros machos de razas grandes, sobre todo las que son perfectas para la caza o los deportes; algunos de los síntomas de esta infección incluyen fiebre, tos y lesiones cutáneas, así como pérdida de peso y de apetito
- El tratamiento convencional para esta infección consiste en administrar un medicamento antifúngico; los protocolos no tóxicos incluyen el oxígeno hiperbárico y la ozonoterapia
- Si vives en una zona en la que predominan los hongos, es muy importante que conozcas los tipos de organismos a los que tu perro podría exponerse y que tomes medidas para evitarlo
Por la Dra. Karen Shaw Becker
Melissa Larson vive en Hatley, Wisconsin, con su labrador retriever color chocolate llamado Moose. Hace poco, viajó con él para visitar a su padre en Wisconsin Rapids y, mientras estaban ahí, fueron a explorar el bosque. Poco después de volver a casa, Moose se enfermó.
"De manera repentina, como una semana o dos semanas después, Moose empezó a presentar tos y a perder mucho, mucho peso", Larson comentó para el canal WSAW Channel 7. "Estaba muy delgado. Fue la pérdida de peso, la tos, fue... simplemente se la pasaba acostado sin hacer nada y algo no estaba bien".
Las probabilidades de que Moose sobreviviera eran 50/50
Ya estamos en los días calurosos en Estados Unidos y parece que todos los años, en esta época, leemos o escuchamos el caso de algún perro desafortunado como Moose. Su veterinario le diagnosticó blastomicosis, una infección fúngica muy común en el centro de Wisconsin. Le comentó a Larson que su perro tenía solo un 50 % de posibilidades de sobrevivir y le indicó que se asegurara de que su amigo peludo se mantuviera hidratado y no dejara de comer, de manera que contara con la fuerza necesaria para combatir la enfermedad.
"Si mi veterinario no hubiera recalcado la importancia de que Moose comiera, dudo mucho que siguiera con vida", dijo Larson.
Afortunadamente para Moose, Larson no tardó mucho en atenderlo. Sobrevivió a la infección y volvió a ser tan alegre y saludable como antes.
Por desgracia, Nud, un labrador amarillo del centro de Wisconsin, no tuvo la misma suerte. Desarrolló problemas respiratorios y comenzó a vomitar sangre. Sara, su dueña, lo llevó al veterinario y se descubrió que había sufrido un colapso pulmonar. Se realizaron pruebas de diagnóstico. Por desgracia, Nud murió 8 días después por blastomicosis.
¿Quiénes tienen un mayor riesgo de blastomicosis?
La blastomicosis es una infección sistémica causada por el hongo Blastomyces dermatitidis, un organismo que crece en la madera en descomposición y en la tierra mojada. El hongo crece en ambientes húmedos como pantanos, lagos y orillas de ríos donde el suelo húmedo y la falta de rayos de sol estimulan su crecimiento.
De acuerdo con la Dra. Nikki Wills, veterinaria de Kronenwetter Veterinary Care, el ambiente en el centro de Wisconsin es ideal para el hongo que causa esta enfermedad, ya que cuenta con la cantidad de humedad, "la temperatura y los tipos de suelo adecuados". Por desgracia, no hay manera de analizar el suelo para localizar el hongo, ya que crece de forma esporádica.
"El hongo crece en el suelo y las esporas se esparcen para germinar y seguir creciendo, por ende, si los perros inhalan las esporas, el hongo entra a los pulmones y empieza a crecer, lo que ocasiona una neumonía fúngica", explicó la Dra. Wills.
El hongo también se encuentra en lugares donde hay materia orgánica en descomposición como áreas boscosas, bosques y granjas. Las infecciones por blastomicosis son frecuentes en lugares cercanos a algún cuerpo de agua, incluyendo las cuencas de los ríos Mississippi, Ohio, Missouri y Tennessee en Estados Unidos.
La infección se observa con mayor frecuencia en perros machos de razas grandes, como Moose y Nud, sobre todo en los que practican la caza o algún deporte, o los que pasan mucho tiempo en entornos donde habita dicho organismo. Los estudios indican que la mayoría de los perros que desarrollan esta infección viven a unos 400 metros de distancia (un cuarto de milla) de un cuerpo de agua. Todos los perros son susceptibles y, en algunos casos, los gatos también pueden contraer la infección.
Cómo evitar la blastomicosis en humanos
Las personas, al igual que los animales, pueden inhalar las esporas que libera este hongo en el medioambiente. Este es el método de transmisión más frecuente, aunque también puede entrar a través de la piel. De hecho, las esporas se pueden liberar con solo excavar en el suelo. Una vez inhaladas, viajan a través de los pulmones y se convierten en organismos grandes, de paredes gruesas, similares a las levaduras que se multiplican dentro de los pulmones y otros tejidos del cuerpo.
El hongo Blastomyces dermatitidis es un patógeno dimórfico, lo que significa que se presenta en dos formas diferentes: crece como un moho en el medioambiente y como levadura en los tejidos. La blastomicosis tiene el poder de causar una enfermedad pulmonar. La levadura también tiende a transportarse a otros lugares del cuerpo, en especial a la piel, ojos y articulaciones.
Si tu perro tiene una infección por blastomicosis, los demás miembros de la familia, ya sean humanos o mascotas, no corren ningún riesgo de contagio. Sin embargo, debes tener cuidado al manipular cualquier secreción. Por ejemplo, para drenar lesiones debes usar guantes protectores y lavarte bien las manos después de haber tenido contacto directo con las llagas de tu mascota infectada.
No es necesario aislar a las mascotas infectadas de los demás miembros de la familia. Sin embargo, debes evitar el área donde tu perro probablemente tomó las esporas de Blastomyces. Esto es muy importante para bebés y niños pequeños, miembros de la familia de edad avanzada y cualquier persona inmunodeprimida.
Síntomas y diagnóstico
Los síntomas de blastomicosis en perros incluyen:
Pérdida de apetito |
Inflamación del iris y secreción de los ojos |
Tos |
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Pérdida de peso |
Jadeos |
Depresión |
Lesiones cutáneas llenas de pus |
Los síntomas más graves pueden incluir ceguera repentina, cojera, inflamación de los testículos, agrandamiento de los ganglios linfáticos y convulsiones.
Por desgracia, hay ocasiones en que se diagnostica blastomicosis por error, ya que llega a confundirse con cáncer o con una infección pulmonar bacteriana. Está por demás decir que los tratamientos para el cáncer y los antibióticos para las infecciones bacterianas no tratarán la infección por hongos y, si tu mascota no recibe un diagnóstico preciso, pueden provocar daños permanentes o incluso la muerte.
Si tu perro tiene alguno de los síntomas anteriores durante seis semanas o más sin una mejoría, o si de repente desarrolla dificultades para respirar y ha estado o pudo haber estado en un entorno con el hongo Blastomyces, tu veterinario debe realizar una prueba para detectar alguna infección por hongos.
La mejor manera de diagnosticar blastomicosis es mediante una exploración de ganglios linfáticos, un análisis del líquido de las lesiones cutáneas (citología), un lavado transtraqueal o un examen del tejido pulmonar. Se podrían tomar muestras de tejido para detectar organismos fúngicos. También existe un análisis de sangre llamado prueba AGID o prueba de identificación de antígeno para la exposición a este hongo. Cabe destacar que un resultado positivo no significa que tu perro tenga la infección, solo que ha estado expuesto.
Las radiografías de tórax de un perro con blastomicosis a menudo revelan una especie de patrón tipo tormenta de nieve. Las pruebas de detección de orina también pueden ser muy beneficiosas para el diagnóstico.
¿Cuáles son las opciones de tratamiento?
La blastomicosis es una infección fúngica grave, y a menudo mortal, por lo que cuanto antes busques tratamiento, más posibilidades tendrá tu perro de recuperarse por completo.
El tratamiento convencional es administrar un medicamento antifúngico por vía oral. Estos medicamentos requieren un tratamiento a largo plazo que a veces dura durante muchos meses. Son medicamentos muy caros. Y, por supuesto, todos tienen efectos secundarios muy graves.
Hoy en día, el antifúngico que se prescribe con mayor frecuencia para tratar esta infección en perros es el Itraconazol, ya que lo toleran más que a otros medicamentos más antiguos y tiene menos efectos secundarios. También recomiendo un nutracéutico llamado nucleótido cuántico, que ayuda a estimular una reacción inmediata del sistema inmunológico, así como el aceite de orégano en forma de cápsula, que es un excelente apoyo para un cuerpo que lucha contra una infección por hongos.
En la mayoría de los perros, el período crítico del tratamiento son las primeras 24 a 72 horas, cuando el antimicótico comienza a actuar y acaba con los hongos. Por lo general, hay muchos organismos en los pulmones, así que es posible que se presente una respuesta inflamatoria cuando los hongos mueran. La dificultad respiratoria puede ser un gran problema durante los primeros días de tratamiento.
Cualquier medicamento que se utilice, se debe administrar durante un mes completo después de todos los signos de infección. Los perros con dificultades respiratorias graves podrían requerir oxígeno suplementario hasta que sus pulmones vuelvan a funcionar de forma normal.
Además de la terapia convencional para las infecciones por hongos, se ha utilizado la vitamina C por vía intravenosa (IV), el oxígeno hiperbárico y la ozonoterapia para reducir el tiempo de infección y mejorar los protocolos de tratamiento estándar. Si tu mascota no responde de forma correcta al tratamiento convencional, te recomiendo que busques de inmediato estos tratamientos sistémicos que favorecen al sistema inmunológico y no son tóxicos.
La prevención siempre es el mejor tratamiento
Debido a que las infecciones por hongos en los perros pueden ser mortales y, a menudo, requieren un tratamiento a largo plazo con medicamentos antimicóticos potentes y costosos, es obvio que debes hacer todo lo posible para evitar la exposición. Si vives en una zona donde predominan estos hongos y tu mascota pasa mucho tiempo al aire libre, investiga cuáles son los tipos de organismos que podría encontrar en tu área local, así como los síntomas de la infección.
Si crees que pudo haber estado expuesto a hongos, llévalo de inmediato con tu veterinario. Mientras más pronto se identifique y se trate una infección de esta índole, más probabilidades tendrá tu perro de recuperarse por completo.