HISTORIA EN BREVE

  • El colapso traqueal es una enfermedad grave, crónica y progresiva que perjudica la respiración y la calidad de vida de quien la padece y suele presentarse en perros de razas pequeñas con mayor frecuencia
  • Puede desarrollarse con el tiempo o por un factor genético; es importante procurar que los perros que lo padezcan no se reproduzcan para evitar transmitirlo a generaciones futuras
  • Por lo general, el primer signo de colapso traqueal es tos seca; a medida que la enfermedad se desarrolla, es posible que surjan otros síntomas, como intolerancia al ejercicio y dificultad para respirar
  • Es posible controlar la mayoría de los casos leves mediante un enfoque de tratamiento multimodal; los casos graves que no se pueden manejar de forma médica ameritan una cirugía
  • Los perros que padecen esta afección se desarrollan mucho mejor en un entorno limpio en el que no se expongan a sustancias tóxicas y se benefician de los suplementos que ayudan a desarrollar cartílago; de igual forma, deben usar un arnés en lugar de un collar

Por la Dra. Karen Shaw Becker

El colapso traqueal es un trastorno que puede ser muy grave y suele afectar a los perros de raza pequeña. Esta enfermedad puede ser congénita (está presente desde el nacimiento) o adquirida (se desarrolla en algún momento de la vida).

La tráquea es el conducto que conecta la nariz, la boca y la garganta con los pulmones. El diafragma es el músculo plano que separa el abdomen de la cavidad torácica y, cuando un perro inhala, se aplana y hace que los músculos entre las costillas se muevan para conducir el aire hacia los pulmones. Cuando el perro exhala, los músculos se mueven hacia la dirección contraria para expulsar el aire de los pulmones. La tráquea permite que el aire entre y salga de los pulmones.

Una parte de ella está en la garganta y también se extiende hacia el pecho. Se asemeja a la manguera de una aspiradora y se conforma por músculos que se conectan mediante anillos de cartílago muy pequeños, los cuales mantienen abierto el conducto. Esos anillos tienen forma de C, y la parte abierta se encuentra en el lomo del perro. A lo largo de la abertura superior de los anillos se encuentra una banda de tejido que se conoce como ligamento traqueal dorsal, también conocida como membrana traqueal o membrana dorsal.

Los anillos que le dan la forma redonda a la tráquea pueden debilitarse con el tiempo y provocar que cambie de una forma en C a una forma en U. En algunos perros, los anillos de cartílago se deforman en el momento de su nacimiento.

Colapso traqueal congénito

Cuando la afección es congénita (presente desde el nacimiento), la causa suele ser una deficiencia hereditaria en ciertos componentes de los anillos del cartílago, como calcio, condroitina, glicoproteínas y glucosaminoglucanos (glucosamina).

En caso de que estés considerando comprar un cachorro de alguna raza que tenga predisposición a este trastorno, debes saber que aún no existe una prueba que permita detectarlo. Mi recomendación es que contactes a las referencias de donde nació para saber si algún perro en su linaje tiene este problema.

Por fortuna, los criadores que son responsables se enfocan en garantizar que la reproducción permita una conformación reparadora, es decir, toman medidas para intentar que las generaciones futuras no hereden características exageradas ni problemas de salud. Los criaderos éticos, optarán por evitar que se reproduzcan aquellos perros que tengan antecedentes de colapso traqueal.

Hay muchos criadores irresponsables cuyo único interés es ganar dinero y hay otros que no se han informado bien, así que una manera de ayudar es evitar comprar en tiendas de mascotas (casi todas obtienen sus animales de fábricas de cachorros). A la mayoría de estos minoristas y operadores de fábricas de cachorros no les importa qué problemas de salud tengan o puedan desarrollar con el tiempo.

Por ende, si planeas invertir dinero en un cachorro que pertenezca a una raza con propensión al colapso traqueal, busca un criador que pueda explicarte qué medidas tomar para evitar que las camadas tengan una tendencia hereditaria a esta afección.

Colapso traqueal adquirido

Esta afección también puede desarrollarse con el tiempo y la causa suele ser una enfermedad respiratoria crónica, el enfermedad de Cushing o enfermedades cardiovasculares. Sin importar si es un problema congénito o adquirido, los anillos debilitados ocasionan que se afloje el ligamento de la parte superior de la tráquea.

En lugar de ser una estructura cerrada en forma de cúpula sobre la tráquea, la membrana se vuelve laxa y flexible. A medida que los anillos cartilaginosos se aplanan de manera progresiva, la tráquea colapsa en toda su longitud o solo en la parte que reside en la garganta. Es común que el colapso sea mucho peor en el área donde la tráquea se conecta con el tórax.

Cuando esto sucede, el pobre perro no tiene opción más que respirar a través de un popote aplastado, en esencia. Jadear o respirar rápido empeora el colapso, lo que hace que la respiración se acelere aún más a medida que el perro siente más ansiedad. La afección también ocasiona que la tráquea se inflame y que, con el paso del tiempo, los tejidos se transformen y pierdan sus características normales, lo cual agrava la afección.

Factores de riesgo y síntomas

El colapso traqueal se observa con mayor frecuencia en las razas toy, sobre todo en los poodles, yorkshire terriers y pomerania. Esta afección se convierte en un problema cuando el perro alcanza la mediana edad; sin embargo, puede ocurrir en cualquier momento.

Muchos perros con colapso traqueal no presentan síntomas evidentes hasta que surge un problema secundario. Algunos de los factores que pueden desencadenar este padecimiento son:

  • Obesidad
  • Traqueobronquitis infecciosa (tos de las perreras) u otra infección de las vías respiratorias
  • Mayor tamaño del corazón
  • Irritantes de las vías respiratorias en el ambiente, como el humo del cigarrillo, el polvo u otras toxinas que viajan por el aire, como ambientadores en aerosol y eléctricos, así como velas aromáticas
  • Administración de anestesia que implica introducir un tubo endotraqueal

Uno de los primeros signos de colapso traqueal puede ser un ataque repentino de tos seca similar al graznido de un ganso. Por lo general, este sonido se convierte en una tos más consistente y suele presentarse cuando se ejerce presión sobre la tráquea. Es posible que esto suceda cuando se levanta a un perro o cuando se jala su collar.

A medida que la enfermedad avanza, el perro puede desarrollar intolerancia al ejercicio, una notoria dificultad para respirar y arcadas al comer o beber. Algunos perros con colapso traqueal se tornan color azul cuando se emocionan o cuando sienten mucho estrés.

Cuando un perro hace un esfuerzo constante para respirar corre el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular. Además, algunos caninos con colapso traqueal también padecen parálisis de laringe y, cuando es así, suelen emitir un sonido sibilante cada vez que inhalan.

Cómo se diagnostica el colapso traqueal

En ocasiones, es posible detectarlo en una radiografía estándar, ya que la luz de la tráquea se ve reducida. La fluoroscopia, que es un tipo de radiografía en tiempo real, permite observar la tráquea del perro mientras inhala y exhala.

Una endoscopia implica introducir una cámara a la tráquea y permite ver el interior del órgano. Durante este procedimiento, el veterinario puede tomar muestras de la tráquea para cultivo y pruebas de sensibilidad o análisis adicionales. Hay casos en los que se recomienda realizar un ecocardiograma para evaluar la función cardíaca.

Es posible confundir un colapso traqueal con cualquier enfermedad de las vías respiratorias superiores o inferiores y esto incluye los casos en que un objeto extraño las bloquea, así como la parálisis de laringe, el paladar blando elongado, una infección de la tráquea o los pulmones, insuficiencia cardiaca y tumores o pólipos. Es muy importante que el veterinario descarte todas las demás causas posibles detrás de los síntomas antes de diagnosticar el colapso traqueal.

Tratamiento y control de la enfermedad

En los casos leves y moderados, el tratamiento médico convencional consiste en utilizar supresores de la tos, antiespasmódicos, broncodilatadores y calmantes para ayudar a reducir los espasmos de la tos y la ansiedad que esto provoca.

La tos irrita las vías respiratorias y provoca aún más tos, así que es fundamental interrumpir el ciclo. Cuanto antes podamos intervenir con remedios naturales, mucho mejor. Con frecuencia, utilizo varios remedios diferentes para aliviar la tos, tales como una tintura fresca de olmo resbaladizo, té de raíz de regaliz, gordolobo o de corteza de cerezo silvestre y miel orgánica.

Si existiera un factor secundario que cause o empeore el colapso traqueal (como una infección respiratoria o un problema de peso), por lo general, los síntomas se reducirán una vez que se resuelva dicho problema.

Asimismo, te recomiendo que observes el entorno de tu perro para identificar si hay factores que puedan desencadenarlo, como humo (de cualquier tipo) y otros contaminantes ambientales. Evita las camas para perros que impliquen el uso de retardantes de llama (PDBE, por sus siglas en inglés) e invierte en una cama para mascotas sin componentes tóxicos que haya sido elaborada con fibras naturales. Procura que los productos de limpieza que uses en tu hogar sean orgánicos y desecha los ambientadores, tanto eléctricos como en aerosol, al igual que las velas aromáticas. Considera comprar un purificador de aire para habitaciones.

En los perros que padezcan colapso traqueal, es importante evitar el uso de collares (o pañuelos, abrigos de cuello alto, o cualquier otra cosa alrededor del cuello) cuando lo saques a pasear, ya que es fundamental reducir toda la presión en la garganta. Los collares tradicionales pueden empeorar el colapso traqueal debido a que presionan la tráquea de manera constante.

Suplementos beneficiosos

Cerca del 70 % de los perros con colapso traqueal leve experimentan mejoría cuando se someten al tratamiento médico y cuando sus dueños eliminan los factores que desencadenan el padecimiento. La mayoría de los veterinarios integradores, entre los que me incluyo, también recomendamos el uso de suplementos que regeneren el cartílago para ayudar a mantener la integridad de la tráquea.

Lo ideal es que se comiencen a tomar estos suplementos de apoyo para la tráquea lo más pronto posible. En caso de que tu perro tenga una predisposición genética a esta afección, lo más recomendable es empezar a administrarle los suplementos a los seis meses de edad y respaldar el desarrollo del cartílago durante toda su vida. Este enfoque proactivo puede reducir la expresión y la progresión de esta enfermedad degenerativa de manera importante. Estos son algunos de los suplementos a los que puedes recurrir:

Glucosamina

Mejillón perna (mejillón de labios verdes)

Condroitina

Metilsulfonilmetano (MSM), que es una fuente importante de azufre orgánico, el cual es un componente principal del cartílago cuando se encuentra en buen estado

Membrana de cascarón de huevo

Miristato de cetilo (CMO)

Colágeno (de animales alimentados con pastura)

A muchos perros también les ayuda tomar vitamina C, oligoelementos orgánicos o fuentes de sílice, manganeso y magnesio de fuentes enteras. Los antiinflamatorios naturales como las enzimas proteolíticas y la cúrcuma también pueden ser de ayuda para que la inflamación de la tráquea sea mucho menor. De igual manera, el aceite de cannabidiol (CBD) puede ser de gran utilidad para aliviar los síntomas, lo cual incluye la ansiedad.

En algunos perros, los tratamientos quiroprácticos y la acupuntura han demostrado ser efectivos para disminuir el tiempo y la intensidad de los episodios de tos, además, tanto la homeopatía como la medicina china son opciones que también pueden ser de gran ayuda.

Mi opinión acerca de la cirugía para el colapso traqueal

A mi parecer, lo mejor es evitar la cirugía para corregir el colapso traqueal, siempre y cuando la situación no ponga en riesgo la vida del perro. Este procedimiento debe reservarse para los casos más graves en los que el tratamiento médico no funcione.

Si el colapso se presenta en el cuello o en la abertura torácica superior, se hace una intervención quirúrgica para colocar anillos de plástico al interior de la tráquea. Si el colapso es más grave en el tórax, se coloca un stent, el cual es un resorte pequeño que ayuda a mantener abierta la tráquea.

En la mayoría de los casos, el stent ayuda a reducir los signos clínicos; sin embargo, es común que se presenten complicaciones después de algunos años y es probable que se necesite colocar otro.

La reparación quirúrgica de un colapso traqueal es un procedimiento especializado que podría tener demasiadas complicaciones. Por ello, solo debe realizarlo un veterinario que tenga amplios conocimientos y trabaje en un hospital que cuente con el equipo necesario y con el personal que esté capacitado para ayudar a tu perro a recuperarse de manera apropiada.

En verdad recomiendo evitar esta cirugía, a menos que no haya funcionado ninguna otra alternativa de tratamiento y que tu perro no sea capaz de transportar el oxígeno como es debido, ya que esto podría atentar contra su vida. Por fortuna, estos casos no se presentan con mucha frecuencia.

Colapso traqueal y enfermedades hepáticas

Un estudio publicado en 2006 sugiere que es posible que las enfermedades hepáticas se relacionen con el colapso traqueal. Investigadores analizaron a 26 perros con colapso traqueal y compararon los resultados de sus pruebas de función hepática con las de 42 perros que no tenían dicho padecimiento. La mayoría de los perros con colapso traqueal (el 92 %) obtuvieron resultados anormales en las pruebas de función hepática.

A algunos de ellos se les implantaron stents traqueales para aliviar los síntomas y los valores de sus perfiles hepáticos mejoraron. Los investigadores concluyeron lo siguiente: cuando un animal no recibe el oxígeno suficiente debido a un colapso traqueal, la salud de su hígado puede verse afectada y, por lo tanto, es necesario evaluar la función hepática de forma rutinaria si el perro padece síndrome de colapso traqueal u otra enfermedad respiratoria de gravedad. Esto es algo que también recomiendo.

El colapso traqueal puede ser una enfermedad muy atemorizante y frustrante para los dueños de mascotas. Los perros que padecen esta enfermedad y logran beneficiarse de un tratamiento médico tienen altas probabilidades de tener una calidad de vida normal. El panorama es menos optimista para los perros que padecen una enfermedad grave o a quienes se les han colocado stents.

Si tu perro padece colapso traqueal, puede experimentar tanta angustia que su boca y membranas mucosas se tornen de un color azulado (cuando lo normal es que sean rosadas y gocen de un aspecto saludable) e incluso, puede desmayarse. En caso de que tu amigo peludo esté experimentando angustia extrema o se desmaye, es imperativo que lo atienda un veterinario o que lo lleves al hospital de urgencias más cercano, ya que se trata de una emergencia médica.

La mejor opción es ser proactivo y tomar medidas para que el colapso traqueal se desarrolle más despacio. Mi recomendación es comenzar con un protocolo de apoyo al cartílago en las razas de alto riesgo, cuando tengan cerca de tres años de edad, para prevenir el deterioro del cartílago traqueal.

La segunda opción es abordar el problema desde que se presente el primer síntoma, antes de que la enfermedad avance.