HISTORIA EN BREVE
- A la mayoría de los perros les encanta la comida, por lo que muchos comen muy rápido
- Los perros que tragan corren el riesgo de asfixiarse, regurgitar y, en algunos casos, desarrollar una afección posiblemente mortal conocida como vólvulo de dilatación gástrica
- Por suerte, hay varios enfoques que se pueden tomar para disminuir la velocidad a la que come un perro, incluyendo el uso de rompecabezas y juguetes que liberan golosinas, tapetes para lamer y tazones de alimentación lenta
- Los perros también pueden beber demasiada agua muy rápido, lo que puede resultar en una condición peligrosa llamada hiponatremia.
Por la Dra. Karen Shaw Becker
A la mayoría de los perros les encanta la comida, por lo que no sorprende que cuando la hay, ataquen y se abalancen como si fuera la última comida de sus vidas. El problema es que los perros que comen en un abrir y cerrar de ojos pueden terminar con problemas de salud en comparación con aquellos que comen a un ritmo más pausado.
Por ejemplo, siempre existe el riesgo de asfixia cuando la comida se traga entera en lugar de masticarla. También hay un riesgo mayor de que una mascota vomite su comida, aunque esto le pasa más seguido a los gatos que comen muy rápido que a los perros.
Si tienes un perro grande con un pecho profundo, también existe el peligro de que al comer demasiado rápido esto le provoque un caso de distensión que podría ser mortal o vólvulo de dilatación gástrica (GDV, por sus siglas en inglés).
Si la velocidad a la que come tu perro te pone nervioso, o si se atraganta o vomita de manera habitual durante o inmediatamente después de una comida porque comió demasiado rápido, o si tienes una raza propensa a la distensión, aquí tienes algunos consejos para ayudarle a que coma más lento.
10 trucos para que tu perro coma más lento
1. Considera comprar un comedero para regular la velocidad. Hay muchos estilos de tazones disponibles, pero recomiendo el de acero inoxidable. Algunas mascotas tienen alergia al plástico. Además, el plástico puede descomponerse con el tiempo y filtrar sustancias químicas en la comida o el agua del recipiente.
Los tazones de acero inoxidable diseñados para que los perros coman lento es simple: por lo general hay una sola cúpula en el centro y la comida se coloca a su alrededor, lo que hace imposible tragar. También está el tazón Brake-Fast, que tiene un diseño un poco más complejo.
2. Diseña un comedero lento. Coloca una pelota, una piedra grande u otro objeto redondo en el medio del tazón de tu perro y distribuye la comida a su alrededor. El objeto debe ser lo suficientemente grande como para que el perro no pueda tragárselo. También, puedes comprar una pelota de acero inoxidable o porcelana para relantizar la alimentación.
3. Voltea el tazón. Esto imita la idea del comedero lento. Si el tazón está diseñado como este, lo puedes voltear y colocar la comida alrededor.
4. Sírvele su comida en una charola grande. Esparce la comida alrededor de la charola, lo que lo obligará a lamer en lugar de tragar.
5. Usa un molde para muffins. Coloca un poco de la comida en cada molde individual para muffins. La necesidad de pasar de una taza a la otra impedirá que se atragante.
6. Usa un comedero de rompecabezas, un juguete que libera golosinas o un tapete para lamer. Estos productos están diseñados para ocultar golosinas, para mantener su mente estimulada, pero cuando se usan a la hora de comer, son ideales porque les ayudan a comer de manera más lenta.
Los tapetes para lamer son una gran solución si le das comida enlatada o comida cruda comercial, porque puedes untar la comida de tu perro en el tapete de silicona y, dado a su forma irregular, tardará más en comer ya que tendrá que lamerla, y eso impedirá que coma rápido.
7. Convierte la hora de la comida en tiempo de entrenamiento. En lugar de solo ponerle el plato o el tazón de comida en el suelo, usa la hora de la comida para afinar las habilidades de obediencia o enséñale nuevos comandos o trucos y recompénsalo con bocados de comida en lugar de premios de entrenamiento.
8. Juega al escondite a la hora de la cena. Esta es una buena opción cuando hay buen clima. Oculta pequeñas cantidades de la comida en el patio trasero o en otro espacio seguro al aire libre y deja que use su olfato para llegar a su cena.
9. Dale varias comidas pequeñas al día. Si tu horario lo permite, considera dividir su comida en varias comidas más pequeñas y aliméntalo en intervalos regulares durante el día. En teoría, esto podría mantener su barriga llena y evitar que se trague la comida. En realidad, es posible que solo devore cada porción pequeña, en cuyo caso, ¡no es la mejor opción!
10. Dale de comer en tu mano. Es posible que este sea el último recurso, cuando todos los demás consejos y trucos hayan fallado. Sin duda requerirá más tiempo y que te ensucies las manos ¡lo cual no es algo que todos quieran hacer! No obstante, como último recurso vale la pena considerarlo, ya que su manera de comer es peligrosa para si mismo.
Estas sugerencias se pueden usar sin importar qué tipo de comida le des, aunque para la salud y la longevidad óptimas de tu mascota, recomiendo una dieta fresca, nutricionalmente balanceada y apropiada para su especie, hecha con ingredientes orgánicos y sin transgénicos.
Las croquetas y los alimentos de grado veterinario (a diferencia de los ingredientes de grado humano) son mucho menos nutritivas que una alimentación a base de alimentos frescos y enteros. De acuerdo con mi experiencia, los alimentos procesados para mascotas son responsables de muchas de las enfermedades que se observan en los perros y gatos de hoy en día, por lo que no los recomiendo.
Los perros también pueden beber demasiado rápido
La intoxicación por agua, puede resultar en una condición que podría ser fatal, llamada hiponatremia, que es un nivel de sodio muy bajo en la sangre. Los perros que nadan o juegan en el agua durante largos períodos de tiempo corren el mayor riesgo, así como, los perros que ingieren agua de un rociador de césped o una manguera.
Otros posibles candidatos son los perros que beben demasiada agua durante o después del ejercicio o de una competencia y los perros que disfrutan que los rocíen con agua de una manguera o aspersores.
Después de hacer ejercicio o de un evento competitivo, asegúrate de que tu perro se rehidrate de manera segura. Si bebe cada gota de su tazón, déjalo descansar un rato antes de volver a llenarlo. Lleva agua contigo cuando tu perro haga ejercicio para que puedas darle varios descansos para tomar agua y mantenerlo hidratado.